jueves, 27 de junio de 2024

 


 

Capitulo 4

 

Formación del ejército

 

 


 

Monumento Simón Bolívar en Distrito de Pueblo Libre en Lima.

 

Desde Pativilca, Bolívar empieza las acciones para aumentar el Ejército Unido Libertador del Perú. Nombra como jefes principales del ejército unido a los generales gran colombianos Antonio José de Sucre, José María Córdova y Jacinto Lara. Ningún peruano formó parte del estado mayor siendo que solo el general José de La Mar estuvo a cargo de la rama peruana del ejército. Ello se debía a que Bolívar no sentía aprecio por los peruanos tal como se muestran en diversas cartas que envió.

 

Hiram Paulding, un marino inglés escribió en sus notas de la bitácora que supuestamente Bolívar le refirió sobre los peruanos «eran unos cobardes y que, como pueblo, no tenían una sola virtud varonil. En suma sus denuestos fueron ásperos y sin reserva... Luego me dijeron que siempre solía hablar así de los peruanos», pero en recientes aclaraciones se ha dejado entrever que estas aseveraciones tuvieron origen ante la lentitud y demora de los peruanos al reaccionar por su emancipación, pero esta aseveración cae en total contradicción con la gallardía demostrada en la batalla naval de El Callao, como hecho final que encumbró a la recién creada nación peruana como una república.

 

Bolívar escribió instrucciones precisas sobre todo lo referido a las armas del ejército, en sus cartas incluyó instrucciones desde cómo hacer las correas y cómo herrar los caballos. Así ordenó que los jefes militares tomaran del norte peruano los recursos necesarios, la mayoría fueron obtenidos mediante amenaza y otros fueron simplemente arrebatados de sus dueños. La orden de Bolívar respecto a utilizar la riqueza que hubiere en las iglesias dio lugar a abusos y saqueos por parte de los jefes militares grancolombianos.

 

Durante todo ese tiempo, la guerra se desarrollaba en el mar. El almirante Martin George Guisse, jefe de la escuadra peruana, destruyó los barcos de guerra españoles que asediaban las costas peruanas, permitiendo que llegasen pertrechos y refuerzos desde Colombia y asediando constantemente la fuerza realista de España en Perú; acantonada en el Callao bajo el mando de José Rodil.

 

El 2 de agosto, en la localidad pasqueña de Rancas, Bolívar pasa revista al ejército que logró armar y que contaba 12, 000 hombres listos para acometer al ejército del virreinato del Perú, que desde principios de 1824 había quedado paralizado por la rebelión de Olañeta. El 6 de agosto se dio la batalla de Junín donde la caballería del ejército realista fue derrotada por primera vez en el Perú.

 

El 9 de diciembre de ese año se pone fin al virreinato del Perú mediante la victoria en Ayacucho.

 

Perú y Bolivia independientes

 


 

Simón Bolívar por Antonio Salas.

 

Ya antes de la batalla de Ayacucho, Bolívar había vuelto a nombrar un gabinete ministerial. Para ello mantuvo a José Faustino Sánchez Carrión como ministro pero esta vez encargado de la Cancillería, Hipólito Unanue a cargo del Ministerio de Hacienda y al militar venezolano Tomás de Heres como ministro de Guerra. Su gobierno en el Perú se caracterizó por una gran represión contra el pueblo y sus opositores a la par que ejerció una gran injerencia tanto dentro del recién formado Poder Judicial y en la elección del Congreso. No obstante ello, el gobierno de Bolívar se caracterizó por la creación de instituciones básicas dentro de lo que sería la organización del naciente estado peruano.

 

El 10 de febrero de 1825, un año después de que el Congreso entrara en receso, Bolívar lo convoca de nuevo. Este Congreso sesionó por un mes antes de disolverse y dar por concluidas sus funciones el 10 de marzo.58 Durante este periodo, el Congreso autorizó la salida de 6,000 soldados peruanos a la Gran Colombia, acordó la entrega de premios a los militares vencedores y emitió una resolución desentendiéndose del futuro que escoja el Alto Perú, la actual Bolivia.

 

El 20 de mayo de 1825, desde Arequipa, Bolívar convoca a elecciones para un Congreso General que debería reunirse el 10 de febrero del año siguiente. Sin embargo, ese día no se pudo inaugurar el nuevo congreso ya que Bolívar no estaba conforme con la incorporación de algunos diputados como Francisco Xavier de Luna Pizarro quien fue elegido por el departamento de Arequipa. Solo en el mes de abril se logra reunir el Congreso pero sus sesiones preliminares fracasan ya que el gobierno declaró no válidos los poderes de los diputados de Arequipa, Lima, Cusco y otras provincias.

 

El 26 de mayo de 1826, el gobierno retira a los municipios el derecho de elegir a sus autoridades  y poco después decreta que los prefectos convoquen a los colegios electorales de las provincias para que, cada una, apruebe directamente la Constitución Vitalicia elaborada por Simón Bolívar que lo nombraba como presidente vitalicio.

 

El 4 de septiembre de 1826, Bolívar se embarca en el bergantín Congreso con dirección a Colombia dejando en el Perú un «Consejo de Gobierno» cuya misión era lograr la vigencia de la Constitución Vitalicia. Bolívar no regresaría más al Perú.

 

El Consejo de Gobierno no logró que la Corte Suprema del Perú apruebe la Constitución Vitalicia y el nombramiento de Bolívar como presidente vitalicio por lo que recurrió al Cabildo de Lima que, presionado, dio validez a las actas de los colegios electorales y luz verde a la promulgación de la Constitución. Esta constitución solo tuvo vigencia hasta el 26 de enero del año siguiente cuando cae el Consejo de Gobierno y se convocan nuevas elecciones.

 

Durante su gobierno, Bolívar dio cumplimiento al acuerdo de «reposiciones» del ejército gran colombiano, en virtud de los cuales se debía reponer a este las bajas que sufriera durante las batallas libradas en el Perú, no solo por muertes en campo de batalla sino también por deserciones y enfermedad.

 

Para ello, Bolívar ordenó el reclutamiento forzoso de peruanos para la formación de tropas y su posterior envío a Venezuela, ello se dio mientras se mantenían en el Perú las tropas gran colombianas.

 

Otras disposiciones

 

 


Efigies de Simón Bolívar en el Panteón de los Próceres en Lima.

 

Bolívar restituyó el Tributo indígena estableciendo su «reducción al monto que se pagaba en 1820», contribución que debían pagar los indígenas peruanos por el solo hecho de ser indígenas. José de San Martín había abrogado esa contribución el 27 de agosto de 1821 por lo que la norma no hizo sino reinstaurar un pago ya proscrito.

 

Por otro lado, prohibió la mita y se garantizó como en las otras naciones recientemente independizadas la libertad de vientres, con la cual se garantizaba que los hijos de esclavos que sirvieran y se circunscribiesen y tuvieran en embarazo a sus esposas los hijos de estas uniones nacerían libres, y aquellos soldados que en anterioridad fuesen esclavos, se les concedería su libertad, como recompensa por sus leales servicios a la causa libertadora.

 

En el ámbito de la organización del Estado, Bolívar reemplazó el 6 de marzo de 1824 la Alta Cámara de Justicia que había reemplazado, por orden de San Martín, a la Audiencia de Lima. Esta Cámara dio origen a la Corte Superior de Lima y, luego de la batalla de Ayacucho, dio lugar a la Corte Suprema de Justicia. Bolívar nombró presidente de esta a Manuel Lorenzo de Vidaurre, quien dejó varios escritos laudatorios de Bolívar. Sin embargo, tal como pasó en el juicio que se llevó a cabo por el asesinato de Bernardo de Monteagudo, donde Bolívar interrogó directamente a los sospechosos y estableció sus condenas, pues Bolívar ejercía directa injerencia en la Corte Suprema. También creó la Corte Superior de Justicia de Trujillo, la Corte Superior de Justicia de Arequipa68 y la Corte Superior de Justicia del Cusco.

 

Bolívar creó varios importantes colegios nacionales como el Colegio Nacional de Ciencias y el colegio Educandas en el Cusco, instituciones que fueron conocidas como los colegios bolivarianos. Igualmente fundó el Diario Oficial El Peruano, gaceta oficial del Estado Peruano. Expidió la primera Ley de Imprenta que logró reprimir toda fuente escrita que lo desfavoreciera. El reglamento de esa ley condenaba a seis años de prisión a los autores de los escritos que el gobierno considerase como subversivos y prohibía las sátiras contra disposiciones gubernamentales.

 

Dentro de las finanzas peruanas, el gobierno de Bolívar realizó dos actos principales. En primer lugar, se establecieron las recompensas para el ejército unificado, cuyo pago estuvo a cargo del Estado Peruano hasta mediados del siglo xix y se negoció un empréstito con Inglaterra del que solo se recibió el 25 % del capital y se tuvo que pagar el íntegro más intereses. Bolívar recibió un país quebrado y su administración no mejoró ese punto.

 

Durante su gobierno se ejerció represión contra sus principales opositores. Así, se dispuso el destierro de Francisco Xavier de Luna Pizarro y de Mariano Necochea, el encarcelamiento del almirante Martín George Guisse, los hermanos Ignacio y Francisco-Javier Mariátegui y varios militares chilenos y argentinos así como la ejecución de personajes como el ministro de Torre Tagle, Juan de Berindoaga, vizconde de San Donás. Adicionalmente se tendió un manto de suspicacia respecto del asesinato de Bernardo Monteagudo.

 

Si bien Bolívar habría dispuesto la anexión de la provincia de Guayaquil a la Gran Colombia en 1822, después de la entrevista con el protector del Perú, José de San Martín, ya existía la Provincia Libre de Guayaquil, esfuerzo de Joaquín Olmedo, en 1820, antes de que el Perú y Ecuador fuesen liberados (lo que inició la disputa territorial entre Perú y Ecuador).

 

En 1825 los criollos de Alto Perú o Charcas deciden la creación un país autónomo, y rechazan pertenecer a Lima o a Buenos Aires. Así nace del Alto Perú, la creación de la República de Bolívar. Palabras de Jorge Basadre, «Bolivia tiene sus raíces en la Audiencia de Charcas, colocada primero bajo la égida del virreinato del Perú luego la del virreinato del Río de la Plata».

 

Una breve semblanza de Bolívar la presenta Jorge Basadre, historiador y político de Perú, diciendo que «la autenticidad del genio de Bolívar está en su polifonía. El guerrero, el hombre de sociedad, el orador, el escritor estaban ligados en él al político, al legislador, al forjador de amoríos. Y siendo bastante lo hecho y lo conseguido, no se contentaba con ello; era siempre una semilla apasionada de sueños y de grandezas».

 

Vida política en las naciones independizadas

 

En Bolivia

 



Antonio José de Sucre

 


Casimiro Olañeta

 


 

Simón Bolívar

 

El Libertador Simón Bolívar delega y ordena al Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, a ingresar al Alto Perú (perteneciente a las Provincias Unidas del Río de la Plata) a apaciguar las tensiones, Sucre estando en Puno, se reúne con Casimiro Olañeta, quien pertenecía a la masonería de la logia de Charcas (Chuquisaca) junto a José Mariano Serrano, Mariano Enrique Calvo y Andrés de Santa Cruz (quién también tenía otras pretensiones) y otros allegados, éstos pretendían crear una nueva nación independiente por diversos temas de intereses, como de las minas de Potosí, la administración de Charcas y el poder político. Sucre sería azuzado por Olañeta y allegados, logrando convencer al Mariscal de Ayacucho, quien promulgó un el Decreto del 9 de febrero de 1825 para que las provincias del Alto Perú que la conformaban pudieran decidir su suerte. Cuando el Libertador Simón Bolívar se enteró expresó sus críticas hacia Sucre y reprendió duramente hacia sus actos porque decía que «se estaba inmiscuyendo en un asunto sobre el cual no tenía autoridad», hubo correspondencia entre ambos, en el cual Bolívar mostraba su completo desacuerdo en independizar el Alto Perú del Río de la Plata. Aunque el 8 de febrero el Congreso del Gobierno de Buenos Aires hace entrega de una carta a Bolívar haciendo entender que el Río de la Plata deja en libertad a las cuatro provincias del Alto Perú (Charcas, La Paz, Potosí y Cochabamba), el 9 de mayo el Gobierno de Buenos Aires reitera su posición sobre la libertad de las cuatro provincias altoperuanas.

 

Posteriormente el 1 abril se libra la batalla de Tumusla, en el cual comandó el ex realista Carlos Medinaceli Lizarazu enfrentándose al realista Pedro Antonio de Olañeta (tío de Casimiro Olañeta), Medinaceli logró su victoria pondría fin al dominio realista de la Corona Española, Olañeta fue herido brutalmente por tiros de fusiles, falleciendo al siguiente día. José María Valdez junto a 200 supervivientes, fue perseguido por Medinaceli y por el mercenario Burdett O'Connor, se rindió el 7 de abril en Chaquelte ante José María Pérez de Urdininea, poniendo fin oficialmente a la presidencia realista en el Alto Perú. Meses después, Fernando VII, sin saber del fallecimiento de Olañeta, le concedió el título de virrey del Río de la Plata.

 

Luego de muchos incidentes se da inicio el 10 de julio de 1825 la Asamblea Deliberante de las Provincias del Alto Perú se reunió en la provincia de Charcas en la ciudad de La Plata. Dicha asamblea se dividió en sesiones que duró hasta el 3 de agosto, este día cual se dio la décima sesión, se logró el consenso mayoritario de erigirse como Estado soberano e independiente de todas las naciones, ya listo para hacer el acto de la fundación cual no se dio, ya que aún faltaba la aprobación, precencia y firma de Bolívar quien no asistió a ninguna sesión de la asamblea por el rechazo a la idea.

 

En los inicios de agosto Bolívar se encontraba en Cochabamba negando todos los intentos de aprobar y a asistir a cualquier a firmar de fundación de un nuevo Estado, se tuvo que postergar el día de fundación para otro día, se elegiría el 6 de agosto, esto porque cumpliría un año de la batalla de Junín ganada por Bolívar en el Perú, lo que sería indicado para convencerlo y elogiarlo para que acepte y se presente en día del acto, esto fue del agrado de Bolívar y agradeció el gesto, pero aún se negaba a estar presente.

 

El 6 de agosto de 1825 se realizó el acto en el Congreso del Alto Perú, donde se redactó y se firmó el acta de independencia y fundación, creándose así el Estado del Alto Perú. Días después Bolívar se dirigió con indiferencia a firmar el acta, y se le otorgó el título de Protector del Estado, posteriormente para que nuevamente se sienta elogiado y cambie rotundamente su postura, se cambió el nombre al Estado del Alto Perú, por la República de Bolívar, Bolívar nuevamente agradeció el gesto.

 

La República, aún ya siendo independiente y teniendo una presunta constitución, Simón Bolívar determinó qué cualquier decisión de la Asamblea de la República de Bolívar, debía ser aprobada por el Congreso del Perú, entregando el poder del ámbito judicial al Perú, del cual era dictador. Posteriormente se debatió sobre el nombre de la República, en la que un diputado potosino, Rev. Manuel Martín Cruz, dijo que al igual que «de Rómulo viene Roma», «de Bolívar vendrá Bolivia».

 

El 29 de diciembre deja el título de Protector y abandona Bolivia, envía a Antonio José de Sucre, dejándolo como Delegado de Protector de Bolivia, administró el país por delegación de poderes de Bolívar y realizó varias acciones bajo sus órdenes.

 

A mediados de 1826, el Congreso peruano le da la independencia de su ámbito judicial a Bolivia que Bolívar había entregado, esto para que pueda legislarse. Bolivia emite su primera Constitución el 19 de noviembre de 1826, escrita por el Delegado de Protector Sucre, quien tras enrolarse con una mujer, ocurrió un altercado cuando el pretendiente de la mujer (antiguo consejero de Sucre) los había encontrado en los aposentos de Sucre, el pretendiente disparó a Sucre, este herido escapó de su casa y en el ínterin se chocó con una revuelta contra él, todos estos actos serían organizados por la logia de Chuquisaca encabezada por Olañeta y compañía, quienes pretendían deshacerse de Sucre, teniendo éxito ya que tras los actos ocurrido en abril de 1828 escapó del país.

 

En Perú y en la Gran Colombia

  


Monumento en la Quinta de San Pedro Alejandrino, lugar donde falleció Bolívar. Santa Marta, Colombia.

 

Ese mismo año, Bolívar convocó al Congreso de Panamá, la primera conferencia hemisférica.

 

Su autoridad en Perú se mantuvo nominalmente hasta el 27 de enero de 1827, cuando se produjo el fin de la influencia bolivariana en el Perú. Finalmente, el 11 de junio de 1827 el Congreso General Constituyente del Perú de 1827 declaró nulas y sin efecto la Constitución Vitalicia y el nombramiento de Bolívar como presidente vitalicio del Perú.

 

A partir de 1827, debido a rivalidades personales entre los generales de la revolución, explotaron conflictos políticos que terminaron por destruir las perspectivas de una unión sudamericana por la cual Bolívar había luchado.

 

Ya en Venezuela, indultó a los comprometidos en la Cosiata y el 1 de enero de 1827 sostuvo en el cargo de jefe superior civil y militar a Páez. Reformó los estatutos de la Universidad de Caracas y se dirigió a Santa Fe de Bogotá el 5 de julio siguiente para convocar una convención que debía crear una nueva constitución y el restablecimiento de la concordia nacional después de las batallas contra los españoles y las discordias entre los partidos. Bolívar no regresó nunca a Venezuela.

 

La convención se reunió en Ocaña el 9 de abril de 1828, desde el comienzo de la reunión, los asistentes se dividieron en tres fracciones: la primera estaba dirigida por el general, Francisco de Paula Santander, Vicepresidente de la Gran Colombia que defendía una concepción federalista del gobierno; la segunda, capitaneada por el propio Simón Bolívar, abogaba por un gobierno Central; y, por último, una tercera, la de los independientes, en la cual militaban Joaquín Mosquera y los indefinidos. La Convención fracasó porque ninguna de las propuestas para una nueva constitución fue aceptada; por esa razón, los seguidores de Bolívar resolvieron ausentarse de Ocaña el 10 de junio de 1828 y la reunión se quedó sin el cuórum reglamentario.

 

El 9 de agosto de 1828 Bolívar decretó una ley que prohibía a los ciudadanos españoles contraer matrimonio en la Gran Colombia.81 Esta ley fue derogada en el Congreso de Venezuela en 1831.

 

Bolívar prohibió la circulación de las obras de Jeremy Bentham en las universidades de Colombia por considerarlas nocivas para la juventud y a pesar de que Bentham fue uno de los pocos pensadores europeos de la época que apoyaron la independencia.

 

También firmó un decreto por el cual el gobierno debía promover y proteger el catolicismo como la religión de los colombianos. Sin embargo, en el plano económico, permitió pagar en especie los intereses de censos eclesiásticos que labraban la tierra en las haciendas (recibiendo productos que no necesitaban y que la mayoría de veces no podían vender), satisfaciendo los intereses de los grandes terrateniente a expensas del clero. Por lo que el alineamiento del régimen con la iglesia no era incondicional y que más importaban los hacendados que los curas.

 

Creyendo que mediante su acción podría imponer el orden y mantener la unión de la Gran Colombia, Bolívar se declaró a sí mismo Dictador de la Gran Colombia el 27 de agosto de 1828, mediante el Decreto Orgánico de la dictadura, por él fue abolida la vicepresidencia de la República.

 

Sin embargo, y pese a estos acercamientos de Bolívar con el clero, la Sagrada Congregación de Negocios Eclesiásticos Extraordinarios del Vaticano, el 4 de agosto de 1829 había establecido «que su conducta le había procurado la opinión de liberal y de ateo», siendo una excomunión implícita. Además de no responder al gobierno de Bolívar la solicitud el derecho al patronato, motivado tanto por el reconocimiento de Fernando VII de España como legítimo gobernante de América, como por su silencio constitucional de la Gran Colombia en torno a la religión del estado.

 

También se debe agregar que, desde los inicios del imperio español, existieron 2 corrientes de pensamiento para explicar jurídicamente los orígenes del real patronato de Indias en el derecho natural. La primera escuela, los "regalistas", los cuales sostenían que el patrocinio real de las Indias era de origen laico, siendo así una parte inherente e integral de la soberanía temporal.

 

La segunda escuela, los "canonistas" o "ultramontanistas", argumentaron que el patrocinio originalmente no era laico, sino espiritual, y se fundaba únicamente en las concesiones pontificias que Alejandro VI, Julio II y sus sucesores otorgaron a los monarcas españoles. En la controversia con las repúblicas de Hispanoamérica, el papado, con el fin de reafirmar su autoridad legítima sobre la iglesia en América, y con base en la doctrina de las dos espadas del agustinismo político, consideró correcta la teoría ultramontana, es decir, que el patronato de Indias era originalmente una concesión, por lo tanto no inherente a la soberanía, y en consecuencia, no heredable por las repúblicas. Por ende, eran herejes los que defendiesen la postura regalista, y entre ellos se encontraría Bolívar.

 

En relación a la figura de Bolívar, se observó que no debía creerse todas sus seguridades y protestas a favor de la religión católica ya que las relaciones que existen sobre su religiosidad y apego a la santa sede son totalmente contrarios a las que el manifestó a los dichos arzobispos y obispos. De él se sabe que ha estado en correspondencia con el famoso De Pradt; que su conducta le ha merecido la opinión de liberal y ateo; que, por otra parte, la frase de los prelados recuerdan, parecen más dictadas por la política del momento; que sus afirmaciones no están de acuerdo con el decreto que firmó sobre el juramento de los obispos y por lo tanto, en resolución, no se le debe otorgar ninguna comunicación por parte de la Santa Sede.

 

Además, está comunicación podría comprometer a la Santa Sede con el gobierno español y finalmente no ha sido comenzada por carta alguna de Bolívar


Sagrada Congregación de Negocios Eclesiásticos Extraordinarios, Sesión 4, Agosto de 1829

Intento de asesinato y declive

 



Manuela Sáenz, quiteña que rescató a Bolívar de un intento de asesinato.


El 25 de septiembre de 1828, en Bogotá, se llevó a cabo un atentado contra su vida, conocido como la Conspiración Septembrina, de la cual resultó ileso gracias a la ayuda de su amante, Manuela Sáenz, quiteña que había recibido en 1821 la orden de Caballeresa del Sol del general José de San Martín.


En conmemoración del frustrado atentado, Manuela Sáenz fue llamada «La Libertadora del Libertador». Asimismo, bajo la ventana de la residencia de Bolívar, frente al actual Teatro Colón, por donde realizó su escape, fue puesta una placa con una inscripción latina que recordaba el suceso.

 

Bolívar pasó la noche escondido bajo un puente de la actual Avenida Jiménez de Bogotá. Después de ello, intentó perdonar a los que fueron considerados como conspiradores, miembros de la facción «santanderista». Finalmente, sin embargo, se decidió someterlos a la justicia marcial, la cual determinó fusilar a los acusados, algunos sin que quedara plenamente establecida su responsabilidad. Francisco de Paula Santander sabía de la posibilidad de atentados contra Bolívar, pero no se logró probar su participación directa en esa conspiración.

 

Bolívar siguió gobernando en un ambiente enrarecido, acorralado por disputas fraccionales. Las revueltas continuaron. En esta situación, la Gran Colombia le declaró la guerra al Perú y el presidente de este país, José de La Mar, invadió Guayaquil, pero fue vencido por Antonio José de Sucre en la batalla del Portete de Tarqui el 27 de febrero de 1829. Venezuela se proclamó independiente el 13 de enero de 1830 y José Antonio Páez ocupó la presidencia de ese país y ordenó el destierro del Libertador.

 

Bolívar convocó al llamado Congreso Admirable donde presentó su renuncia a la presidencia el 20 de enero de 1830, sin embargo esta no fue aceptada desde el principio, en vista que se trataba de una entidad que estaría encargada de dictar una nueva constitución para la Gran Colombia. El Congreso Admirable culminó oficialmente el 11 de mayo de 1830 y pero antes, el 4 de mayo de 1830, aceptó la renuncia a Bolívar y otorgaron los cargos de presidente a Joaquín Mosquera y de vicepresidente al general Domingo Caycedo. 


A Bolívar le concedieron una pensión de 3,000 pesos anuales. El 8 de mayo de 1830, Bolívar partió de Bogotá acompañado de un grupo de amigos y políticos con solo 17, 000 pesos, producto de la venta de su vajilla de plata, sus alhajas y sus caballos.

 

Caycedo le envió a Bolívar su pasaporte, pues este tenía la intención de volver a Europa. En junio llegó a Cartagena y su estado de salud empezó a mostrarse más en deterioro por lo que decidió retirarse a un lugar campestre, la casa del señor Judah Kingseller, sin embargo su salud no mejoraba, optaron por buscar un médico apropiado y Juan Pavejeau le comunicó a Mariano Montilla que en Santa Marta se encontraba el doctor Alejandro Próspero Révérend, por lo cual consideraron marchar a dicha ciudad para que el médico lo tratara.

 

El 1 de julio el general Mariano Montilla informó a Bolívar del asesinato de Antonio José de Sucre, noticia que lo afectó profundamente. A fines del mes vio publicada en la prensa la resolución del Congreso venezolano de romper relaciones con Colombia mientras Bolívar permaneciera en suelo colombiano, pero sus seguidores lo convencieron de no partir de Colombia.


https://es.wikipedia.org/wiki/Sim%C3%B3n_Bol%C3%ADvar





Para el próximo lunes 30 de junio de 2024 publicaré la cuarta parte de cinco capitulo, sobre la historia de Simón Bolívar. 


junio 27, 2024   Posted by Los Mina Digital with No comments

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