Cinco capítulos sobre la vida de Bolívar
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco (Caracas, 24 de julio de 1783,-Santa Marta, 17 de diciembre de 1830), más conocido como Simón Bolívar o el Libertador, fue un militar y político venezolano.
Se destacó como una figura destacada de la emancipación
hispanoamericana frente al Imperio español, por sus actos se le otorgó el
título de El Libertador por sus acciones independentistas en Venezuela.
Lideró las campañas que dieron la independencia a varias naciones americanas, además fue fundador de la Gran Colombia.
También fue legislador y redactor de constituciones, ambientalista y jurista.
Llevó a cabo
el Congreso Anfictiónico de Panamá, para crear una confederación
hispanoamericana, que uniría desde México hasta la Argentina, no obstante
debido a conflictos políticos económicos internos en la Gran Colombia, no pudo
continuar con este proyecto emancipador que incluía a Cuba, Puerto Rico, La
Florida y del apoyo militar a la independencia de las Provincias Unidas del Río
de la Plata.
Tuvo un conflicto político con su ayudante de campo Antonio
José de Sucre, quien junto a Casimiro Olañeta tenían intenciones de crear un
nuevo Estado en el margen de las provincias del Alto Perú. Cuando se fundó el
nuevo Estado, a la que Bolívar no lo reconocía, la asamblea deliberante para
que lo reconozca se denominó al Estado naciente como República Bolívar y posteriormente
República Boliviana o Bolivia, en honor al Libertador.
Biografía
Bolívar nació el 24 de julio de 1783 en Caracas en la provincia y ciudad de Caracas Capitanía General de Venezuela (hoy República Bolivariana de Venezuela). Fue el cuarto hijo del matrimonio entre María de la Concepción Palacios y Blanco y Juan Vicente Bolívar y Ponte.Nació en el seno de una familia acomodada criolla y como era habitual en los herederos de familias de clase alta en su época, fue enviado a educarse en el extranjero a una edad temprana.Llegó a España cuando tenía 16 años. A sus 19 años en Madrid, en la iglesia de San José, contrae nupcias con María Teresa del Toro, y retorna a Venezuela con su esposa, la cual enferma y fallece en 1803, sumiendo a Bolívar en una profunda depresión y llevándolo a jurar que más nunca se casaría.
En ese momento decide volver a España, y luego iría a
Francia, donde se reencontró con su maestro Simón Rodríguez, quien encauza el
sufrimiento de Bolívar hacia el ideal de liberar a su patria. En París
presenció la coronación de Napoleón Bonaparte. Mientras estuvo en Europa,
conoció las ideas de la Ilustración, lo que unido a la influencia de Simón
Rodríguez, motivó a que jurara liberar a la América del Sur colonial del
dominio de los españoles. Ello quedó expresado en su Juramento del Monte Sacro:
«...no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las
cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español».
Aprovechando el desorden en España provocado por la Guerra de
la Independencia, Bolívar inició sus actividades por la independencia desde
1808 y se unió a la Sociedad Patriótica de Caracas que surgió a raíz de los
hechos del 19 de abril de 1810 y donde pronunció su primer discurso a favor de
la emancipación:
«Acaso 300 años de dominio no bastan. Pongamos la piedra
fundamental de la libertad suramericana,,, vacilar es perdernos...».
Participó en la Declaración de Independencia de Venezuela en
1811, sin embargo la República no logró sostenerse debido a las revueltas
fomentada por el realista Domingo Monteverde que invade por la provincia de
Coro y el terremoto que devastó Caracas.
Tras la caída de la 1.ª. República en manos realistas,
Bolívar viaja a Cartagena de Indias en busca de apoyo y donde escribe el «Manifiesto
de Cartagena». Allí recibe ayuda de Camilo Torres, gobernante de las Provincias
Unidas de Nueva Granada, donde le dan el mando de un ejército de neogranadinos
y venezolanos, que bajo su liderazgo vencen a los realistas en Mompox y Ocaña y
desde Cúcuta inició la «Campaña Admirable» en 1813, para recuperar la
independencia de Venezuela, logrando en dos meses llegar a Trujillo, donde
pública el decreto de Guerra a Muerte para enfrentar los desmanes cometidos por
los realistas dirigidos por Domingo Monteverde, y en tan solo unos meses más,
vence a Monteverde que derrotado logra huir a las Antillas.
Bolívar llega triunfante a Caracas y recibió el título de Libertador, como también lo había recibido en Mérida. Sin embargo, la falta de unión de los patriotas y los levantamientos sociales armados dirigidos por José Tomas Boves en 1814, convirtió el conflicto en una guerra civil y lo mismo ocurriría entre Cundinamarca y las Provincias Unidas de Nueva Granada, que con la llegada de la flota expedicionaria armada del «pacificador» Pablo Morillo a Cartagena en 1815, facilitó su caída nuevamente en manos del imperio español.
Estos hechos y la cercanía de Boves a Caracas, provocaron la devastadora
Emigración a Oriente de la población, y Bolívar viaja a Jamaica en búsqueda de
apoyo económico de los ingleses, como armas y municiones para la lucha
emancipadora, allí escribió la «Carta de Jamaica», viaja a la república
independiente de Haití donde recibió ayuda del gobierno de Petion y realiza la
expedición de los Cayos en 1816, con importantes victorias navales en el Mar
Caribe, en las costas de Margarita y en el Orinoco sobre las flotas españolas.
Ya en tierra firme, pública el Manifiesto de Carúpano con la
intención de dar libertad a los esclavos, conformó junto a excelsos juristas
como Juan Germán Roscio y Francisco Antonio Zea en la provincia de Guayana, el
Congreso de Angostura de 1819 donde expreso en su discurso:
«El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce
mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social, mayor suma de
estabilidad política».
En Angostura se sentaron las bases para la gran Colombia y se inició la campaña militar para liberar Nueva Granada, que se consolidó con la victoria en la batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1819. Al atravesar el páramo de Pisba y sorprender y vencer en la batalla del puente de Boyacá a las fuerzas realistas, expulsando al virrey de la Nueva Granada e independizando Cundinamarca y las Provincias Unidas de Nueva Granada.
Se llevó a cabo el Congreso
constituyente de 1821, donde fue uno de los principales redactores de la
constitución que da nacimiento a la República de la gran Colombia, conforma el
Ejército del Sur para iniciar la campaña libertadora en Ecuador y a la vez
dirige la campaña sobre Venezuela, que culmina con la victoria en la Batalla de
Carabobo en 1821, hecho que ganó reconocimiento de la nueva nación libre a
nivel internacional, y donde se logra un armisticio en la entrevista de Pablo
Morillo y Simón Bolívar, allí se firma un acuerdo de regularización de la
guerra y queda abolido el decreto de guerra a muerte.
En España inicia el trienio Liberal.
A pesar de una serie de obstáculos, incluida la llegada de
una fuerza expedicionaria española sin precedentes, los revolucionarios finalmente
prevalecieron, culminando con la victoria en la Batalla de Carabobo en 1821,
que efectivamente convirtió a Venezuela en un país independiente. Bolívar se
dirige a Quito donde entra triunfante luego de las batallas de Bomboná y
Pichincha en 1822, en Quito conoce a Manuelita Sáenz y en Guayaquil se
entrevistó con el prócer argentino José de San Martín para las acciones de
independencia peruana y del alto Perú. El congreso de Quito y Guayaquil deciden
unirse a la gran Colombia con el nombre de Ecuador.
En Pativilca, Bolívar inicia la campaña del Perú, con la
victoria en Junín y al llegar a Lima es recibido como «El Libertador»,
recibiendo del pueblo peruano la «Espada del Perú» y la orden «el Sol del Perú»
entregada por José de San Martin, dichos reconocimientos acompañaron a Bolívar
hasta su muerte. Asimismo, recibió el cargo de Jefe Supremo del Gobierno.
Bolívar había llegado a la cumbre de sus hazañas política y
militares, allí escribe «Mi delirio sobre el Chimborazo», nombró a Antonio José
de Sucre como comandante en jefe de los Ejércitos Libertadores del Sur, para la
Batalla de Ayacucho en el Alto Perú en 1824, donde vence, expulsando al último
virrey español en América, José de la Serna. En gratitud se denomina territorio
Bolívar (hoy Estado plurinacional de Bolivia) al cual Bolívar le redacta su
primera Constitución.
Bolívar participó en la fundación de la primera unión de
naciones independientes de América Latina, la Gran Colombia, de la que fue
presidente de 1819 a 1830. Mediante nuevas campañas militares, expulsó a los
gobernantes españoles de Ecuador, Perú. y Bolivia, el último de los cuales
lleva su nombre.
Fue simultáneamente presidente de Gran Colombia (hoy Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador), Perú y Bolivia, pero poco después, su segundo al mando, Antonio José de Sucre, fue nombrado presidente de Bolivia. Bolívar apuntó a una América española fuerte y unida capaz de hacer frente no solo a las amenazas que emanan de España y la Santa Alianza europea, sino también a la potencia emergente de los Estados Unidos.
En la cima de su poder,
Bolívar gobernó un vasto territorio desde la frontera con Argentina hasta el
Mar Caribe. No obstante, Bolívar le entrega el mando militar a Sucre en el Alto
Perú (Bolivia), pues el Congreso le ordenó volver a Colombia, asimismo deja
como encargados en Lima a Andrés Santa Cruz, José María Córdoba y Manuela
Sáenz.
En el Congreso en Bogotá se encuentra con intrigas palaciegas
productos de sus detractores y anti unionista, se entrevista con José Antonio
Páez para evitar la separación de Venezuela, denominada la Cosiata. Y ya en
Santa Fe de Bogotá, y luego de los eventos de la convención de Ocaña, intentan
asesinarlo en la conspiración septembrina, logra salvarse por la acción de
Manuela Sáenz, y de este hecho fue acusado su ex-compañero de armas Santander,
tras el intento de magnicidio, los conflictos políticos y revueltas se
extienden a Perú como Bolivia, y tras la salida del poder de Santa Cruz en Lima
y la renuncia de Sucre en Bolivia, surgen hostilidades en la frontera Gran
Colombiana por parte del gobierno de Agustín Gamarra, que culmina con el
Tratado de Paz y Amistad entre ambas naciones en 1829.
Se logra llevar a cabo el Congreso Admirable en Colombia, no obstante, ante la campaña de descrédito y para evitar una guerra civil o conflicto entre naciones hermanas, Bolívar decide renunciar al cargo de presidente de la Gran Colombia en 1830 y se retira a Cartagena de Indias y de allí a la quinta de San Pedro Alejandrino en las afueras de Santa Marta, con las siguientes palabras reflejadas en su última proclama dirigida a los colombianos: «Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad», al conocer sobre la muerte de Sucre y las amenazas de separación de Venezuela de la gran Colombia agravaría su enfermedad, Córdova y Urdaneta y otros patriotas, preparan una reacción para la retoma del poder en la gran Colombia pero desisten cuando Bolívar las rechaza. No obstante Bolívar escribe su último mandato: «mis últimos votos son para que se consolide la unión, si mi muerte contribuye para ello, yo bajaré tranquilo al sepulcro»,
A los 47 años de edad, El Libertador
fallece el 17 de diciembre de 1830 a la 1.03 de la tarde y sus restos reposan
en el Panteón Nacional en Caracas, Venezuela.
Genealogía
Escudo de armas del linaje americano Bolívar, ostentadas por
el municipio de Ciudad Bolívar (Colombia).
Infancia y juventud
Simón nació en la noche del 24 al 25 de julio de 1783 en una casa solariega ubicada en la
plaza San Jacinto de Caracas. Fue bautizado el 30 de julio de 1783 en la
catedral de Caracas con los nombres de Simón José Antonio de la Santísima
Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco por el doctor Juan Félix Jerez de
Aristeguieta, su primo hermano quien, de acuerdo con Juan Vicente, padre del
niño, le puso el nombre de Simón. El segundo nombre de Simón Bolívar (Santísima
Trinidad) viene de la capilla en la que fue bautizado, que tiene ese mismo
nombre, capilla que además era propiedad de la familia Bolívar y Palacios.
Tenía tres hermanos: María Antonia (1777), Juana (1779) y Juan Vicente (1781).
Infancia de Bolívar
.
Casa Natal del Libertador Simón Bolívar en Caracas.
El padre de Simón murió de tuberculosis en enero de 1786,
cuando Simón tenía apenas dos años de edad. Concepción quedó como cabeza de
familia, velando eficientemente por los intereses de la familia hasta su
muerte.
Sin embargo, las responsabilidades hicieron que su salud,
también enferma de tuberculosis, decayera rápidamente y, según la opinión de
médicos historiadores,[¿quién?] es posible que ya entonces Bolívar sufriera la
primo-infección tuberculosa con un tipo de tuberculosis que pasa inadvertida
mientras las defensas corporales son favorables.
Concepción murió el 6 de julio de 1792, cuando Simón tenía
nueve años, pero tomando la precaución de hacer un testamento en el que dispuso
quién debería hacerse cargo de sus hijos.
Los hermanos Bolívar pasaron entonces a la custodia de su
abuelo, Feliciano Palacios, que cuando asumió el papel de tutor se sentía tan
enfermo que empezó a preparar también su testamento para designar un sustituto
como tutor de sus nietos y decidió pedir opinión a estos para respetar su
voluntad.
Retrato de Simón Bolívar a la edad de 17 años (1801).
Bolívar a la edad de 20 años (1804).
Simón fue confiado a Esteban Palacios y Blanco, uno de sus
tíos maternos, pero como este se encontraba en España permaneció bajo la
custodia de Carlos Palacios y Blanco, otro de sus tíos, que por lo visto era un
hombre con el que no se llevaba bien y que era tosco, de carácter duro,
mentalidad estrecha, que se ausentaba frecuentemente de Caracas para atender
sus propiedades y que por lo tanto solía dejar a su sobrino atendido por la
servidumbre y asistiendo por su cuenta a la Escuela Pública de Caracas.
Las referencias que dejó Bolívar en su correspondencia hacen
suponer que su infancia fue feliz, segura, rodeada de sólidos afectos y gratos
recuerdos con parientes destacados e influyentes dentro de un ambiente
aristocrático y en general, dentro de un ambiente que le brindó equilibrio
emocional, cariño y afecto.
En este sentido existen algunas anécdotas que se
popularizaron en Venezuela que presentaban a Bolívar como un niño turbulento
debido a que los escritores románticos consideraron indispensable atribuirle
una niñez indómita creyendo, según la moda de la época, que no podía salir un
hombre excepcional de un niño normal pero se ha demostrado[cita requerida] que
esas anécdotas fueron inventadas e introducidas en los relatos de historia por
Arístides Rojas, considerado un excelente narrador pero que usó a menudo su
imaginación a falta de documentos que demostraran la veracidad de sus relatos.
Educación
La trayectoria escolar de Bolívar no fue muy brillante como
alumno de la Escuela Pública, institución administrada por el Cabildo de
Caracas que funcionaba de forma deficiente debido a la carencia de recursos y
organización.
En aquel entonces, Simón Rodríguez era maestro de Bolívar en
esta escuela. Carlos Palacios y Blanco, tío materno de Bolívar, pensaba
enviarle a vivir con él porque no podía atenderlo personalmente y las protestas
de su sobrina María Antonia sobre la educación y atenciones que recibía su
hermano eran frecuentes.
Ante la perspectiva de vivir con su maestro, Simón escapó de
la casa de su tío el 23 de julio de 1795, para refugiarse en la casa de su
hermana María Antonia, que ejerció su custodia temporal, hasta que se resolvió
el litigio judicial en la Real Audiencia de Caracas que devolvió a Carlos la
custodia de Simón.
Simón trató de resistirse pero fue sacado por la fuerza de
casa de su hermana y llevado en volandas por un esclavo hasta la vivienda de su
maestro.
Una vez allí, las condiciones en las que vivía con el maestro
Rodríguez no eran las ideales, tenía que compartir el espacio con 20 personas
en una casa no apta para ello, y por esto Simón escapó de allí un par de veces,
en las que terminó volviendo por orden de los tribunales.
A pesar de las dificultades, la relación maestro-alumno fue fructífera y reveladora para ambos. El aprendizaje fue mutuo. Bolívar llamó a Rodríguez «El Sócrates de Caracas» y «filósofo cosmopolita». La profunda admiración que sintiera Bolívar por su maestro quedó documentada en una carta del 19 de enero de 1824, en la que comienza diciendo: «Oh, mi Maestro» y prosigue más adelante: «Sin duda es usted el hombre más extraordinario del mundo». Temas de conversación entre Rodríguez y Bolívar no se conocen de primera mano ni documentalmente, más cuando Rodríguez tenía 33 años y Bolívar de 21, maestro el primero, discípulo el segundo, aquel escribió «aseguro que fui discípulo, pues por adivinación él sabía más que yo por meditación y estudio».
Al poco tiempo, Rodríguez renunció a su cargo de maestro para irse a
Europa y la Real Audiencia de Caracas determinó que Simón fuera trasladado a la
Academia de Matemáticas, dirigida por el padre Andújar y que funcionaba en casa
de su tío Carlos. La amistad entre los dos perduró por siempre.
Al parecer, en esta academia la formación de Bolívar mejoró
notablemente en calidad y cantidad, y fue complementada con lecciones de
Historia y Cosmografía impartidas por Andrés Bello hasta su ingreso en el
Batallón de Milicias de blancos de los Valles de Aragua el 14 de enero de 1797.
Existe la falsa idea de que entre 1793 y 1795, estuvo
inscrito en el Colegio Real de Sorèze en el Sur de Francia, en el departamento
del Tarn.
La Casa del Vínculo y del Retorno, en Caracas, donde vivió el matrimonio Bolívar desde julio de 1802 hasta enero de 1803.
Primer viaje a Europa y matrimonio
Casa del marquesado de Uluapa, donde se hospedó Simón Bolívar
durante su estancia en la Ciudad de México.
Bolívar fue enviado a España a los 16 años para continuar sus
estudios, partió del puerto de La Guaira a bordo del navío de línea «San
Ildefonso». Durante el viaje el navío hizo escala en el puerto de Veracruz del
Virreinato de Nueva España, llegando el 1 de febrero de 1799.
Ahí Bolívar recibió la noticia de que la partida se demoraría
debido al bloqueo de barcos ingleses a La Habana, por lo que decidió visitar
las ciudades de Jalapa, Puebla y la Ciudad de México, embarcándose de nueva
cuenta en Veracruz el 20 de marzo del mismo año para continuar su viaje.
En 1800, conoció a la joven María Teresa Rodríguez del Toro y
Alayza en Madrid. En agosto de 1800 María Teresa aceptó el noviazgo con Simón
Bolívar y contrajeron matrimonio el 26 de mayo de 1802 en la desaparecida
iglesia de San José que estuvo en el lugar que ahora ocupa la calle de Gravina
con esquina Luis de Góngora (y en ocasiones confundida con el templo del mismo
nombre situado en la calle de Alcalá donde fue transferida la Parroquia de San
José en 1838) cuando Bolívar tenía 19 años y María Teresa 21. Al cabo de unos
20 días se trasladaron a La Coruña.
Bolívar se casa con María Teresa del Toro en 1802.
El 15 de junio de 1802 los recién casados partieron hacia
Caracas, desembarcando el 12 de julio en La Guaira. Después de una corta
estadía en Caracas, en la Casa del Vínculo y del Retorno, ubicada en una esquina
que daba a la Plaza Mayor de Caracas, hoy Plaza Bolívar, se trasladaron a la
«Casa Grande» del ingenio Bolívar en San Mateo. María Teresa enfermó poco
después de «fiebres malignas», hoy día identificadas indistintamente como
fiebre amarilla o paludismo, por lo que
el matrimonio regresó a su Casa del Vínculo, en Caracas, donde ella murió el 22
de enero de 1803.
El joven Bolívar se dedicó a viajar, transido de dolor, para
mitigar la pena que le causó el fallecimiento de su esposa. Fue en este estado
de ánimo cuando juró no volver a casarse jamás. Dicho juramento se planteaba
como un acto de rebeldía en contra del dolor al que puede conducir la entrega
incondicional de los sentimientos. Habiendo perdido a sus padres durante su
infancia, María Teresa representó para Bolívar un último y definitivo intento
de arraigo signado por la tragedia. El dolor causado por esta muerte súbita e
inesperada lo llevará a evadir en lo futuro cualquier vínculo raigal. En lo
sucesivo no volverá a entregar amor puro y permanente a mujer alguna, tampoco
en lo adelante ninguna lo atará en forma definitiva.
Segundo viaje a Europa
En el mismo año de la muerte de su esposa viajó a París. Allí reencuentra a su antiguo maestro Simón Rodríguez. Este último logra encauzar la desesperación sentida por Bolívar tras la muerte de María Teresa hacia la política y la causa de la libertad de su patria. No en balde Bolívar siempre verá a la muerte de su esposa como el momento decisivo de su vida que lo transmutará en un hombre público llamado a un destino mayor.
En su obra Bolívar, el famoso historiador español Salvador de Madariaga se referirá a la muerte de María Teresa en los siguientes términos: "Este final súbito de la vida retirada y personal de una joven de veintiún años ha sido quizás uno de los acontecimientos claves de la historia del Nuevo Mundo".Simón Rodríguez también lo orienta hacia la lectura de los clásicos y a ilustrarse en diversos campos del saber universal.
Viajó luego por Italia en compañía de Rodríguez y del primo hermano de su fallecida esposa Fernando Rodríguez del Toro y el 15 de agosto de 1805 en el Monte Sacro de Roma se comprometió solemnemente ante estos a libertar a su patria. Regresó a Venezuela en 1806 y a la vez que administraba los negocios familiares unió sus esfuerzos a la causa revolucionaria.
Vida política y militar
Antecedente a la
Independencia de Venezuela
A lo largo de 1808, las presiones de Napoleón desencadenaron
una serie de acontecimientos que empeoraron aún más la ya comprometida
situación española, el rey Carlos IV de España abdicó el trono a favor de su
hijo Fernando el 19 de marzo de 1808 después de los sucesos del motín de
Aranjuez, y más tarde, el 5 de mayo de 1808 se terminó de consumar el desastre
para España cuando Carlos IV y su hijo fueron obligados a ceder el trono a
Napoleón Bonaparte en Bayona para designar a su hermano, José, como nuevo rey
de España. Esto provocó una gran reacción popular en España que desencadenó lo
que hoy se conoce como la guerra de la Independencia española y tanto en
América como en España, se formaron juntas regionales que fomentaron la lucha
contra los invasores franceses para restablecer en el trono al monarca
legítimo.
El Libertador (Bolívar diplomático), 1860. Óleo sobre tela
107×69 de Aita (seudónimo de Rita Matilde de la Peñuela, 1840-), localizado en
la colección de arte del Banco Central de Venezuela.
Sin embargo, en las juntas americanas solo se hablaba con
entusiasmo de la Junta popular de Cádiz y muchas de ellas eran vistas con
recelo por las autoridades españolas, que las suponían sospechosas de ser
favorables a los franceses y que no se habían olvidado de acciones como la de
Antonio Nariño en Bogotá, que había publicado una obra sobre Los Derechos del
hombre, el movimiento de Juan Picornell, la Conspiración de Manuel Gual y José
María España, o de las fracasadas expediciones militares de Francisco de
Miranda en Venezuela.
Pero al tiempo consideraban que estas juntas tenían derecho
de imitar a sus análogas de la península; ya que los dominios españoles eran
considerados una parte esencial e integrante de España.
Con el tiempo se fueron formando dos bandos bien
diferenciados como resultado de los debates políticos y la inestabilidad
internacional: el de los realistas, que querían continuar bajo la dependencia
directa del monarca español, liderado por Juan de Casas; y el de los patriotas,
partidarios de constituir una Junta de gobierno con una autonomía plena similar
a la de las Juntas provinciales en España, pero sin mantener más lazos con la
metrópoli diferentes a un reconocimiento formal de Fernando VII como soberano,
queriendo imitar así el ejemplo del Brasil regido desde Braganza, con autonomía
de Portugal.
Así a mediados de 1807, cuando Bolívar volvió a Caracas se encontró
con una ciudad inmersa en un ambiente de gran agitación social y política que
era gobernada por personajes interinos bajo la supervisión de un regio Regente
visitador visto con malos ojos por la colectividad caraqueña, llamado Joaquín
de Mosquera y Figueroa.
Este era un ambiente poco propicio para enfrentar situaciones
de crisis y fue una circunstancia que ayudó a precipitar los acontecimientos a
favor de la Independencia.
Bolívar había vuelto a Caracas absolutamente convencido de la
imperiosa necesidad de independencia para América y trató de convencer a sus
parientes y amigos de que esta era la mejor opción pero, salvo la excepción de
su hermano Juan Vicente, no pudo hacerlo fácilmente debido a que las noticias
de Europa llegaban muy tarde y con pocos detalles, por lo que el público se
enteraba de las acontecimientos solo de una forma general e inexacta y esto
limitaba su capacidad para evaluar la situación.
Pero las cosas cambiaron repentinamente en pocos días, tras una serie de acontecimientos que causaron una conmoción general en Caracas. A principios de julio de 1808, el gobernador encargado de Caracas, Juan de Casas, recibió dos ejemplares del diario londinense The Times que el gobernador de Trinidad remitió antes al de Cumaná y que relataban la noticia de la abdicación del trono de España en favor de Napoleón.
Las autoridades trataron de mantener la noticia en secreto
para evitar la alarma social pero la llegada del bergantín francés Le Serpent
al puerto de La Guaira el 15 de julio de 1808 con varios comisionados enviados
por Napoleón para confirmar la noticia hicieron fracasar el plan.
Un oficial francés se presentó ante el gobernador Casas con
documentación oficial confirmando las malas noticias de The Times, y mientras
en la Gobernación deliberaban sobre la situación, la población empezó a
alarmarse por la aparatosa llegada de los franceses, divulgando profusamente la
noticia de la desaparición de la monarquía tradicional en periódicos y otras
publicaciones.
La reacción popular fue de malestar e indignación y la
situación empeoró cuando el capitán de fragata inglés Beaver desembarcó poco
después del Alcasta en La Guaira, tras perseguir al Le Serpent sin poder
apresarlo, para informar al Gobernador Casas y a la población que la lucha en España
para rechazar a los franceses continuaba y que Napoleón no tenía la situación
dominada.
Entonces surgió un proceso político extraño entre el
gobernador, la Audiencia y el Cabildo que terminó de socavar el orden colonial
vigente y esto hizo que la conmoción en la sociedad caraqueña se orientara en
dos direcciones, una representada por Bolívar que quería proclamar la
Independencia; y otra representada por otros criollos que querían mantener la
fidelidad a Fernando VII.
Así, el 11 de enero de 1809 llegaron a Caracas unos despachos
oficiales que anunciaban la creación de la Junta Central de España e Indias que
terminó instalándose en Sevilla en abril de 1809 y poco después, el 14 de enero
de 1809 llegó a Venezuela el mariscal de campo Vicente Emparan en calidad de
capitán general de Venezuela y gobernador de Caracas. Su llegada dio una nueva
perspectiva a la situación política ya que empezaron a circular rumores que lo
relacionaban como partidario de los franceses, por lo que fue acusado de querer
confundir a la población.[cita requerida]
En el panorama de incertidumbre reinante, el 19 de abril de
1810, los miembros del Cabildo de Caracas decidieron constituir una Junta
Conservadora de los Derechos de Fernando VII en un acto que termina con la
firma del Acta de Independencia y constitución de la Primera República el 5 de
julio de 1811. Con la revuelta del 19 de abril de 1810 se obligó al entonces
capitán general de Venezuela, Vicente Emparan, a ceder sus poderes a esta Junta
y trajo como resultado la expulsión de los funcionarios españoles de sus
puestos para embarcarlos rumbo a España.
Poco después, tras enterarse de los hechos, la Regencia
dispuso el bloqueo de las costas de Venezuela pero ya era tarde, desde entonces
el proceso independentista sería imparable, y el ejemplo de Caracas fue seguido
por el resto de las juntas americanas.
https://es.wikipedia.org/wiki/Sim%C3%B3n_Bol%C3%ADvar
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