La reforma de 1966
Al llegar las elecciones de 1966, nadie discutía que el
Colegiado era un sistema ineficaz, inoperante, o demasiado deliberativo. En
efecto, la imagen que tenía el pueblo uruguayo del Colegiado era una
corporación deliberante incapaz de tomar las medidas necesarias para lidiar con
la crisis.
Entonces, junto a las elecciones para definir a los próximos
titulares del Poder Ejecutivo, se presentaron cuatro reformas constitucionales
en las que se presentaban nuevos sistemas de gobierno. Todas tenían como factor
común la vuelta al presidencialismo. Cada una fue apodada con el nombre del
color de la papeleta de votación. A continuación, una breve reseña de cada una:
La reforma «amarilla»: iniciada por un grupo de sindicatos y
apoyada por el FIDEL. Proponía un Poder Ejecutivo unipersonal aunque se le
quitaban facultades al presidente, como, por ejemplo, las Medidas Prontas de
Seguridad. Obtuvo el apoyo del 5,21 % del total de votantes habilitados.
La reforma «gris»:fue presentada por una parte del Partido
Nacional. Proponía, principalmente, un gran fortalecimiento del Poder
Ejecutivo, dándole facilidades para disolver las Cámaras, romper con la
autonomía de la educación, etc. Captó el voto del 10,57 %.
La reforma «rosada»: obra del Partido Colorado, coincidía con
la «gris» en el fortalecimiento del Ejecutivo, aunque con mayor respeto a las
garantías individuales, pero al iniciarse las alianzas con los blancos para
presentar una reforma conjunta, quedó en un segundo plano, siendo una porción
minúscula de las preferencias del electorado.
La reforma «naranja»: fue presentada por la mayoría del
Partido Colorado y del Nacional. Proponía la sustitución del Consejo Nacional
de Gobierno por un Presidente con mandato de cinco años (hasta entonces siempre
habían sido cuatro) sin posibilidad de reelección inmediata. Cambiaba
fuertemente la relación entre el P. Ejecutivo y el Legislativo, dándole más
poderes al primero y otorgándole total control en el orden
económico-financiero. Fue la reforma que triunfó, con el 75% de los votos,
superando el 35 % que era necesario para ser aprobada.
Gobierno de Óscar Gestido
El plebiscito constitucional fue simultáneo con las elecciones
presidenciales que en 1966 marcaron el regreso al poder del Partido Colorado.
Fueron ganadas por el general retirado Oscar Diego Gestido,
que había integrado el último Consejo Nacional de Gobierno por la minoría
colorada.
El nuevo Presidente generó grandes expectativas e instauró
cambios generales en la gestión de gobierno. Ya antes de asumir su cargo en marzo
de 1967 dispuso que cada uno de los futuros Ministros que había designado
visitara la central sindical Convención Nacional de Trabajadores para discutir
los temas de su cartera, lo que se vio como un cambio de actitud del gobierno
respecto de las organizaciones sindicales.
Enfrentado su gobierno a condiciones de crisis económica en
permanente agudización, procuró enfrentarlas con medidas de tipo original.
Se creó en el Banco de la República una cuenta especial (la
Cuenta 19 de Junio) en la que se permitía efectuar depósitos en dólares, con
interés, con lo cual se buscó dar circulación y colocación útil a la moneda
extranjera en poder del público (al que estaba prohibido su depósito bancario).
Pero pocos meses después de instalado su gobierno, Gestido efectuó
un relevo de varios de sus Ministros que alteró profundamente su política
social y económica hacia la derecha.
Gestido falleció sin completar su primer año en el gobierno,
el 6 de diciembre de 1967.
Gobierno de Jorge Pacheco Areco
El fallecimiento del general Gestido llevó al poder al
Vicepresidente Jorge Pacheco Areco. Su gestión se caracterizó por una fuerte
tendencia al autoritarismo represivo.
Recurrió en forma sistemática al mecanismo de excepción de
las medidas prontas de seguridad, tanto para enfrentar actividades de grupos
guerrilleros, que se iban acentuando durante su mandato, como para reprimir
protestas sociales. Se prohibieron partidos políticos (como el Partido
Socialista) y se censuraron medios de prensa (como el semanario «Época»).
A la vez el presidente inició un sistemático enaltecimiento
de las Fuerzas Armadas y cortejo de sus jefes, públicamente evidenciado en sus
permanentes visitas personales a las unidades militares.
En junio de 1968, como remedio a una inflación descontrolada,
decretó (sin ley que lo habilitara) una congelación general de precios y
salarios.
Nota
Al aplicarse a escasos días del 1º de julio, cuando por
numerosos laudos de Consejos de Salarios y convenios colectivos correspondía el
reajuste de sueldos en casi todas las actividades, la congelación significó de
hecho una rebaja de las retribuciones por su desvalorización causada por la
inflación.
El gobierno de Pacheco Areco fue cuestionado como violatorio
de la Constitución por diversas medidas. En particular, el mantenimiento en
funciones de Ministros que el Parlamento había censurado (o su inmediato
nombramiento en una cartera diferente, como en el caso de Jorge Peirano Facio),
y el mantenimiento en vigor de las medidas prontas de seguridad cuando el Poder
Legislativo decidió levantarlas.
Elecciones de 1971
Las elecciones de noviembre de 1971 estuvieron marcadas por varias particularidades.
El presidente Pacheco promovió una campaña para habilitar su
reelección. La Constitución (desde la primera de 1830) nunca permitió la
reelección del Presidente en períodos consecutivos, por lo que hacía falta una
reforma constitucional. Ésta se organizó con un mecanismo por el que se
plebiscitaría junto con la elección misma, pudiendo los ciudadanos votar por
candidatos según ambos regímenes, el vigente y el propuesto.
El país vivía un clima de especial tensión. Por un lado
diversas organizaciones revolucionarias armadas, la principal de las cuales era
el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), desarrollaban una
actividad cada vez más intensa y espectacular, que incluyó el prolongado
secuestro de personalidades del régimen y diplomáticos extranjeros y la muerte,
previamente anunciada, del estadounidense Dan Mitrione, al que se acusaba de
ser instructor de las fuerzas de represión sobre métodos de tortura.
Por otro lado, los esfuerzos del gobierno en su lucha contra
esas organizaciones se utilizaban para justificar restricciones cada vez más
importantes de las libertades públicas, el desconocimiento de garantías
constitucionales y una concentración cada vez mayor de poderes represivos en el
gobierno.
Por primera vez en la historia del país participó con
posibilidades serias una organización política distinta de los partidos
tradicionales (Colorado y Nacional). Se habían hecho antes tentativas, ya
mencionadas, de unificación de fuerzas de izquierda (la Unión Popular y el
Frente Izquierda de Liberación, ambas en 1962), pero nunca con las expectativas
con que se fundó, en febrero de 1971, una coalición de fuerzas políticas de
todos los orígenes y personalidades independientes. El Frente Amplio fue
presidido por el general retirado Líber Seregni, a quien proclamó su candidato
a la presidencia.
El MLN-T, que fue ajeno a la formación del Frente Amplio y
veía con escepticismo la pretensión de alcanzar el gobierno mediante
elecciones, mantuvo una breve tregua en sus actividades durante el período de
la campaña electoral.
Juan María Bordaberry,
En la elección del 28 de noviembre de 1971 la reforma
constitucional «reeleccionista» fue rechazada (no alcanzó al 30 % de los
votos). La elección fue ganada por el Partido Colorado, y obtuvo la Presidencia
el candidato del sector «reeleccionista» designado por Pacheco, Juan María
Bordaberry, por haber sido el más votado dentro del sector. En el Partido
Nacional el candidato más votado fue Wilson Ferreira Aldunate, firme opositor
del gobierno de Pacheco. Acumuló sus votos con los del general Mario
Aguerrondo, de orientación próxima a la del régimen.
El Frente Amplio obtuvo un 18 % de los votos.
Estos resultados, sin embargo, fueron fuertemente
cuestionados y Ferreira Aldunate, que quedaba como derrotado por muy pocos
votos, realizó insistentes denuncias de fraude. Ello condujo al hecho sin
precedentes de que la elección se definiera en el «escrutinio definitivo»
(recuento de votos posterior al efectuado tras la elección, que se desarrolla
siempre durante largas semanas).
El resultado que se proclamó en definitiva adjudicó la
victoria al Partido Colorado con un 40.96 % de los votos contra un 40.19 % del
Partido Nacional. Muchos años después, en 2002, las denuncias de fraude
adquirieron nuevo crédito con el levantamiento del secreto de documentos
reservados de los Estados Unidos, según los cuales Richard Nixon, presidente de
ese país en 1971, habría confirmado un fraude en esa elección uruguaya
organizado con ayuda del Brasil.El saldo de la elección de 1971 fue la
investidura de un presidente (Juan María Bordaberry) en condiciones de
legitimación política excepcionalmente pobre por múltiples circunstancias:
El margen ínfimo del triunfo adjudicado al Partido Colorado;
Las dudas sobre la limpieza del escrutinio;
El porcentaje muy bajo de votos del ganador. Fue el más
votado de su partido, pero su candidatura solo tuvo un 22.8 % del total de
votos;
El candidato rival y derrotado (Wilson Ferreira Aldunate)
tuvo una votación mayor, del 26.4 %.
Los votos que obtuvo Bordaberry no fueron realmente para él.
Sus votantes eran los partidarios de la reelección del presidente Pacheco, cuyo
objetivo manifiestamente era ese, mucho más que ungir a Bordaberry.
Dictadura cívico-militar en Uruguay (1973-1985)
El 27 de junio de 1973, argumentando «la acción delictiva de
la conspiración contra la Patria, coaligada con la complacencia de grupos
políticos sin sentido nacional, se halla inserta en las propias instituciones,
para así presentarse encubierta como una actividad formalmente legal», el Poder
Ejecutivo disuelve las Cámaras de Senadores y Representantes, crean un Consejo
de Estado con funciones legislativas, de contralor administrativo y con encargo
de proyectar una reforma constitucional que reafirme los principios
republicanos-democráticos, suspende los derechos civiles y faculta a las FF.AA.
y Policiales para asegurar la prestación interrumpida de los servicios
públicos.
También dispone la instalación de un Consejo de Estado que
pretendía sustituir al parlamento. En realidad, ya en noviembre de 1972 el
Parlamento, con la excepción de los representantes del Frente Amplio pero con
el voto a favor de Blancos y Colorados, había autorizado la represión política
y militar mediante el Ejército.
En dos meses los integrantes de la guerrilla urbana MLN
fueron encarcelados, muertos, o se debieron exilar. Es decir que la «existencia
de una guerrilla» no era causa de violentar las instituciones.
El 9 de febrero de 1973 se produce un alzamiento militar. La
Marina bloquea el palacio de Gobierno en defensa de la Presidencia y saca sus
barcos de combate frente a Montevideo, dispuesta a repeler el golpe organizado
por el Ejército y la aquiescencia de la Fuerza Aérea.
El mismo Presidente Bordaberry no desea resistir el golpe y
los mandos de la Marina son cooptados de a uno por los golpistas. A las 48
horas las fuerzas armadas tenían el poder efectivo. Esto generó protestas
dentro de las mismas, educadas en el respeto a la constitución: como
consecuencia, fueron separados de sus cargos o dados de baja los oficiales
reacios al Golpe de Estado, cientos de ellos. La situación tensa en lo
económico y en lo político, más la necesidad del régimen de acallar la protesta
sindical por el deterioro salarial, determinan un nuevo Golpe de Estado, ya
liderado por las fuerzas más antidemocráticas.
En respuesta al golpe de Estado, en la misma madrugada en que
se gesta el golpe, el secretariado de la CNT (Convención Nacional de
Trabajadores) lanza un manifiesto en el que llama a la «ocupación de las
fábricas, estado de alerta y asamblea». El Partido Comunista del Uruguay toma
resoluciones también en la noche del 26 de junio respecto a la huelga general
con ocupación de fábricas, moviendo a miles de sus afiliados de agrupaciones de
empresas que en la misma madrugada se dirigen a sus lugares de trabajo y de las
agrupaciones barriales. Posteriormente se plegarían los gremios de estudiantes
universitarios. La huelga duraría 15 días, la más larga en la historia del
país.
Durante este período de terrorismo de estado se practicó
sistemáticamente la tortura, desaparición forzada y prisión. En las cárceles
uruguayas murieron cerca de un centenar de prisioneros políticos y continúan
desaparecidas otras 200 personas.
En 1976, al terminar Juan María Bordaberry su mandato
constitucional, ante la convicción de que el caos político que había vivido el
país era responsabilidad de su sistema político, propone a la Junta de
Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas una reforma del sistema
institucional del país, eliminando los partidos políticos y sustituyéndolos por
«corrientes de opinión» en un sistema de corte corporativista.
Las Fuerzas Armadas, entendiendo que el problema no eran los
partidos políticos, sino sus integrantes, y que la solución al problema vendría
por la vía de una renovación de sus dirigentes, retiran su apoyo al presidente,
que se vería obligado a abandonar el cargo en junio.
Alberto Demicheli
Mientras continuaba la represión, Bordaberry es reemplazado
por el entonces presidente del Consejo de Estado, Alberto Demicheli, quien
suspende las elecciones previstas para noviembre y delega la presidencia en
Aparicio Méndez (exministro de Salud Pública), quien la asume por un período de
cinco años.
Los años de represión de la dictadura fueron coordinados con
otras dictaduras del Cono Sur (Plan Cóndor) y en particular en Uruguay se
activó el Plan Morgan, destinado a destruir al Partido Comunista PCU y a la
Central de Trabajadores CNT. Muertos, desaparecidos, torturados, con varias
direcciones caídas y miles de presos durante años, ambas organizaciones
resurgieron con más fuerza en 1985 junto con el resto del Frente Amplio.
Retorno a la democracia
Los militares convocan en 1980 un plebiscito para refrendar
el proyecto de reforma constitucional propuesto por ellos, sin permitir, a
través de la censura, la expresión pública de opiniones contrarias al mismo en
los medios de comunicación. A pesar de ello, el 30 de noviembre de 1980 la
ciudadanía mayoritariamente lo rechaza, obligando a la dictadura militar a
comenzar un lento proceso de apertura política.
El 1 de septiembre de 1981 asume la presidencia el general
Gregorio Álvarez, quien en 1984 llama a elecciones. Tras realizarse ese mismo
año, sale triunfante el Partido Colorado. Durante los primeros días de 1985
Gregorio Álvarez deja el mando en manos del Presidente de la Suprema Corte de
Justicia en ejercicio, Rafael Addiego Bruno y finalmente el 1 de marzo de 1985
el gobierno retornó a los civiles con la asunción de Julio María Sanguinetti
(del Partido Colorado) como Presidente.
Historia reciente (1985-presente)
En los años siguientes se llevó a cabo una campaña de
recolección de firmas para revocar la ley 15848 de la Caducidad de la
Pretensión Punitiva del Estado (popularmente conocida como "ley de
impunidad" o "ley de caducidad"), que consagró la impunidad de
las violaciones de derechos humanos durante la dictadura (1973-1985).
El 16 de abril de 1989, luego de que más de un 25% de la
ciudadanía uruguaya habilitara con su firma la consulta popular (con un proceso
de control de las firmas por la Corte Electoral que suscitó graves reparos y
protestas), se llevó a cabo el referéndum, con un triunfo del llamado
"voto amarillo" (por el color de la papeleta) con un margen de 57%
contra 43% a favor del "voto verde".
El resultado significó no revocar la ley de impunidad, e
indultar en la práctica los crímenes ocurridos durante el gobierno militar.
Luis Alberto Lacalle Herrera
En los comicios de noviembre de 1989 resultó elegido Luis
Alberto Lacalle (del Partido Nacional). En 1994 Sanguinetti resultó elegido por
segunda vez y en 1999 triunfó Jorge Batlle (del Partido Colorado); durante su
gobierno, por primera vez desde el retorno a la democracia se llegó a una
situación en la que no había ningún general miembro de la logia de los
Tenientes de Artigas.
https://articulo.mercadolibre.com.uy/MLU-468316180-constitucion-de-la-rou-reforma-constitucional-de-1966-_JM
https://www.rau.edu.uy/uruguay/historia/pacareco.htm
https://www.elpais.com.uy/informacion/politica/1971-las-elecciones-mas-controvertidas-de-la-historia-uruguaya
https://www.debate.com.mx/opinion/Nuevo-presidente-en-Uruguay-20220301-0386.html
https://quizizz.com/admin/quiz/5db8a01584ca0c001a324949/dictadura-civico-militar-en-uruguay
www.ecured.cu/Alberto_Demicheli
https://uruguayeduca.anep.edu.uy/efemerides/1327
https://www.rtve.es/noticias/20161228/fallece-exdictador-uruguayo-gregorio-alvarez/1460821.shtml
https://www.wikiwand.com/es/Ley_de_Caducidad
https://se-conocen.fandom.com/es/wiki/Luis_Alberto_Lacalle
Próxima publicación el lunes 23 de octubre de 2023, historia resumida de la Constitución de la República Oriental del Uruguay de 1997.
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