lunes, 30 de octubre de 2023

 

La reforma de 1966

 


Al llegar las elecciones de 1966, nadie discutía que el Colegiado era un sistema ineficaz, inoperante, o demasiado deliberativo. En efecto, la imagen que tenía el pueblo uruguayo del Colegiado era una corporación deliberante incapaz de tomar las medidas necesarias para lidiar con la crisis.

 

Entonces, junto a las elecciones para definir a los próximos titulares del Poder Ejecutivo, se presentaron cuatro reformas constitucionales en las que se presentaban nuevos sistemas de gobierno. Todas tenían como factor común la vuelta al presidencialismo. Cada una fue apodada con el nombre del color de la papeleta de votación. A continuación, una breve reseña de cada una:

 

La reforma «amarilla»: iniciada por un grupo de sindicatos y apoyada por el FIDEL. Proponía un Poder Ejecutivo unipersonal aunque se le quitaban facultades al presidente, como, por ejemplo, las Medidas Prontas de Seguridad. Obtuvo el apoyo del 5,21 % del total de votantes habilitados.

 

La reforma «gris»:fue presentada por una parte del Partido Nacional. Proponía, principalmente, un gran fortalecimiento del Poder Ejecutivo, dándole facilidades para disolver las Cámaras, romper con la autonomía de la educación, etc. Captó el voto del 10,57 %.

 

La reforma «rosada»: obra del Partido Colorado, coincidía con la «gris» en el fortalecimiento del Ejecutivo, aunque con mayor respeto a las garantías individuales, pero al iniciarse las alianzas con los blancos para presentar una reforma conjunta, quedó en un segundo plano, siendo una porción minúscula de las preferencias del electorado.

 

La reforma «naranja»: fue presentada por la mayoría del Partido Colorado y del Nacional. Proponía la sustitución del Consejo Nacional de Gobierno por un Presidente con mandato de cinco años (hasta entonces siempre habían sido cuatro) sin posibilidad de reelección inmediata. Cambiaba fuertemente la relación entre el P. Ejecutivo y el Legislativo, dándole más poderes al primero y otorgándole total control en el orden económico-financiero. Fue la reforma que triunfó, con el 75% de los votos, superando el 35 % que era necesario para ser aprobada.



 

Gobierno de Óscar Gestido

 

El plebiscito constitucional fue simultáneo con las elecciones presidenciales que en 1966 marcaron el regreso al poder del Partido Colorado.

 

Fueron ganadas por el general retirado Oscar Diego Gestido, que había integrado el último Consejo Nacional de Gobierno por la minoría colorada.

 

El nuevo Presidente generó grandes expectativas e instauró cambios generales en la gestión de gobierno. Ya antes de asumir su cargo en marzo de 1967 dispuso que cada uno de los futuros Ministros que había designado visitara la central sindical Convención Nacional de Trabajadores para discutir los temas de su cartera, lo que se vio como un cambio de actitud del gobierno respecto de las organizaciones sindicales.

 

Enfrentado su gobierno a condiciones de crisis económica en permanente agudización, procuró enfrentarlas con medidas de tipo original.

 

Se creó en el Banco de la República una cuenta especial (la Cuenta 19 de Junio) en la que se permitía efectuar depósitos en dólares, con interés, con lo cual se buscó dar circulación y colocación útil a la moneda extranjera en poder del público (al que estaba prohibido su depósito bancario).

 

Pero pocos meses después de instalado su gobierno, Gestido efectuó un relevo de varios de sus Ministros que alteró profundamente su política social y económica hacia la derecha.

 

Gestido falleció sin completar su primer año en el gobierno, el 6 de diciembre de 1967.



 

Gobierno de Jorge Pacheco Areco

 

El fallecimiento del general Gestido llevó al poder al Vicepresidente Jorge Pacheco Areco. Su gestión se caracterizó por una fuerte tendencia al autoritarismo represivo.

 

Recurrió en forma sistemática al mecanismo de excepción de las medidas prontas de seguridad, tanto para enfrentar actividades de grupos guerrilleros, que se iban acentuando durante su mandato, como para reprimir protestas sociales. Se prohibieron partidos políticos (como el Partido Socialista) y se censuraron medios de prensa (como el semanario «Época»).

 

A la vez el presidente inició un sistemático enaltecimiento de las Fuerzas Armadas y cortejo de sus jefes, públicamente evidenciado en sus permanentes visitas personales a las unidades militares.

 

En junio de 1968, como remedio a una inflación descontrolada, decretó (sin ley que lo habilitara) una congelación general de precios y salarios.

 

Nota

 

Al aplicarse a escasos días del 1º de julio, cuando por numerosos laudos de Consejos de Salarios y convenios colectivos correspondía el reajuste de sueldos en casi todas las actividades, la congelación significó de hecho una rebaja de las retribuciones por su desvalorización causada por la inflación.

 

El gobierno de Pacheco Areco fue cuestionado como violatorio de la Constitución por diversas medidas. En particular, el mantenimiento en funciones de Ministros que el Parlamento había censurado (o su inmediato nombramiento en una cartera diferente, como en el caso de Jorge Peirano Facio), y el mantenimiento en vigor de las medidas prontas de seguridad cuando el Poder Legislativo decidió levantarlas.


 


Elecciones de 1971

 

Las elecciones de noviembre de 1971 estuvieron marcadas por varias particularidades.

 

El presidente Pacheco promovió una campaña para habilitar su reelección. La Constitución (desde la primera de 1830) nunca permitió la reelección del Presidente en períodos consecutivos, por lo que hacía falta una reforma constitucional. Ésta se organizó con un mecanismo por el que se plebiscitaría junto con la elección misma, pudiendo los ciudadanos votar por candidatos según ambos regímenes, el vigente y el propuesto.

 

El país vivía un clima de especial tensión. Por un lado diversas organizaciones revolucionarias armadas, la principal de las cuales era el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), desarrollaban una actividad cada vez más intensa y espectacular, que incluyó el prolongado secuestro de personalidades del régimen y diplomáticos extranjeros y la muerte, previamente anunciada, del estadounidense Dan Mitrione, al que se acusaba de ser instructor de las fuerzas de represión sobre métodos de tortura.

 

Por otro lado, los esfuerzos del gobierno en su lucha contra esas organizaciones se utilizaban para justificar restricciones cada vez más importantes de las libertades públicas, el desconocimiento de garantías constitucionales y una concentración cada vez mayor de poderes represivos en el gobierno.

 

Por primera vez en la historia del país participó con posibilidades serias una organización política distinta de los partidos tradicionales (Colorado y Nacional). Se habían hecho antes tentativas, ya mencionadas, de unificación de fuerzas de izquierda (la Unión Popular y el Frente Izquierda de Liberación, ambas en 1962), pero nunca con las expectativas con que se fundó, en febrero de 1971, una coalición de fuerzas políticas de todos los orígenes y personalidades independientes. El Frente Amplio fue presidido por el general retirado Líber Seregni, a quien proclamó su candidato a la presidencia.

 

El MLN-T, que fue ajeno a la formación del Frente Amplio y veía con escepticismo la pretensión de alcanzar el gobierno mediante elecciones, mantuvo una breve tregua en sus actividades durante el período de la campaña electoral.

  



Juan María Bordaberry,

 

En la elección del 28 de noviembre de 1971 la reforma constitucional «reeleccionista» fue rechazada (no alcanzó al 30 % de los votos). La elección fue ganada por el Partido Colorado, y obtuvo la Presidencia el candidato del sector «reeleccionista» designado por Pacheco, Juan María Bordaberry, por haber sido el más votado dentro del sector. En el Partido Nacional el candidato más votado fue Wilson Ferreira Aldunate, firme opositor del gobierno de Pacheco. Acumuló sus votos con los del general Mario Aguerrondo, de orientación próxima a la del régimen.

 

El Frente Amplio obtuvo un 18 % de los votos.

 

Estos resultados, sin embargo, fueron fuertemente cuestionados y Ferreira Aldunate, que quedaba como derrotado por muy pocos votos, realizó insistentes denuncias de fraude. Ello condujo al hecho sin precedentes de que la elección se definiera en el «escrutinio definitivo» (recuento de votos posterior al efectuado tras la elección, que se desarrolla siempre durante largas semanas).

 

El resultado que se proclamó en definitiva adjudicó la victoria al Partido Colorado con un 40.96 % de los votos contra un 40.19 % del Partido Nacional. Muchos años después, en 2002, las denuncias de fraude adquirieron nuevo crédito con el levantamiento del secreto de documentos reservados de los Estados Unidos, según los cuales Richard Nixon, presidente de ese país en 1971, habría confirmado un fraude en esa elección uruguaya organizado con ayuda del Brasil.El saldo de la elección de 1971 fue la investidura de un presidente (Juan María Bordaberry) en condiciones de legitimación política excepcionalmente pobre por múltiples circunstancias:

 

El margen ínfimo del triunfo adjudicado al Partido Colorado;

 

Las dudas sobre la limpieza del escrutinio;

 

El porcentaje muy bajo de votos del ganador. Fue el más votado de su partido, pero su candidatura solo tuvo un 22.8 % del total de votos;

 

El candidato rival y derrotado (Wilson Ferreira Aldunate) tuvo una votación mayor, del 26.4 %.


Los votos que obtuvo Bordaberry no fueron realmente para él. Sus votantes eran los partidarios de la reelección del presidente Pacheco, cuyo objetivo manifiestamente era ese, mucho más que ungir a Bordaberry.

 



Dictadura cívico-militar en Uruguay (1973-1985)

 

El 27 de junio de 1973, argumentando «la acción delictiva de la conspiración contra la Patria, coaligada con la complacencia de grupos políticos sin sentido nacional, se halla inserta en las propias instituciones, para así presentarse encubierta como una actividad formalmente legal», el Poder Ejecutivo disuelve las Cámaras de Senadores y Representantes, crean un Consejo de Estado con funciones legislativas, de contralor administrativo y con encargo de proyectar una reforma constitucional que reafirme los principios republicanos-democráticos, suspende los derechos civiles y faculta a las FF.AA. y Policiales para asegurar la prestación interrumpida de los servicios públicos.

 

También dispone la instalación de un Consejo de Estado que pretendía sustituir al parlamento. En realidad, ya en noviembre de 1972 el Parlamento, con la excepción de los representantes del Frente Amplio pero con el voto a favor de Blancos y Colorados, había autorizado la represión política y militar mediante el Ejército.

 

En dos meses los integrantes de la guerrilla urbana MLN fueron encarcelados, muertos, o se debieron exilar. Es decir que la «existencia de una guerrilla» no era causa de violentar las instituciones.

 

El 9 de febrero de 1973 se produce un alzamiento militar. La Marina bloquea el palacio de Gobierno en defensa de la Presidencia y saca sus barcos de combate frente a Montevideo, dispuesta a repeler el golpe organizado por el Ejército y la aquiescencia de la Fuerza Aérea.

 

El mismo Presidente Bordaberry no desea resistir el golpe y los mandos de la Marina son cooptados de a uno por los golpistas. A las 48 horas las fuerzas armadas tenían el poder efectivo. Esto generó protestas dentro de las mismas, educadas en el respeto a la constitución: como consecuencia, fueron separados de sus cargos o dados de baja los oficiales reacios al Golpe de Estado, cientos de ellos. La situación tensa en lo económico y en lo político, más la necesidad del régimen de acallar la protesta sindical por el deterioro salarial, determinan un nuevo Golpe de Estado, ya liderado por las fuerzas más antidemocráticas.

 

En respuesta al golpe de Estado, en la misma madrugada en que se gesta el golpe, el secretariado de la CNT (Convención Nacional de Trabajadores) lanza un manifiesto en el que llama a la «ocupación de las fábricas, estado de alerta y asamblea». El Partido Comunista del Uruguay toma resoluciones también en la noche del 26 de junio respecto a la huelga general con ocupación de fábricas, moviendo a miles de sus afiliados de agrupaciones de empresas que en la misma madrugada se dirigen a sus lugares de trabajo y de las agrupaciones barriales. Posteriormente se plegarían los gremios de estudiantes universitarios. La huelga duraría 15 días, la más larga en la historia del país.

 

Durante este período de terrorismo de estado se practicó sistemáticamente la tortura, desaparición forzada y prisión. En las cárceles uruguayas murieron cerca de un centenar de prisioneros políticos y continúan desaparecidas otras 200 personas.

 

En 1976, al terminar Juan María Bordaberry su mandato constitucional, ante la convicción de que el caos político que había vivido el país era responsabilidad de su sistema político, propone a la Junta de Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas una reforma del sistema institucional del país, eliminando los partidos políticos y sustituyéndolos por «corrientes de opinión» en un sistema de corte corporativista.

 

Las Fuerzas Armadas, entendiendo que el problema no eran los partidos políticos, sino sus integrantes, y que la solución al problema vendría por la vía de una renovación de sus dirigentes, retiran su apoyo al presidente, que se vería obligado a abandonar el cargo en junio.

 



Alberto Demicheli

 

Mientras continuaba la represión, Bordaberry es reemplazado por el entonces presidente del Consejo de Estado, Alberto Demicheli, quien suspende las elecciones previstas para noviembre y delega la presidencia en Aparicio Méndez (exministro de Salud Pública), quien la asume por un período de cinco años.

 

Los años de represión de la dictadura fueron coordinados con otras dictaduras del Cono Sur (Plan Cóndor) y en particular en Uruguay se activó el Plan Morgan, destinado a destruir al Partido Comunista PCU y a la Central de Trabajadores CNT. Muertos, desaparecidos, torturados, con varias direcciones caídas y miles de presos durante años, ambas organizaciones resurgieron con más fuerza en 1985 junto con el resto del Frente Amplio.

 

Retorno a la democracia

  




Los militares convocan en 1980 un plebiscito para refrendar el proyecto de reforma constitucional propuesto por ellos, sin permitir, a través de la censura, la expresión pública de opiniones contrarias al mismo en los medios de comunicación. A pesar de ello, el 30 de noviembre de 1980 la ciudadanía mayoritariamente lo rechaza, obligando a la dictadura militar a comenzar un lento proceso de apertura política.


 


 


El 1 de septiembre de 1981 asume la presidencia el general Gregorio Álvarez, quien en 1984 llama a elecciones. Tras realizarse ese mismo año, sale triunfante el Partido Colorado. Durante los primeros días de 1985 Gregorio Álvarez deja el mando en manos del Presidente de la Suprema Corte de Justicia en ejercicio, Rafael Addiego Bruno y finalmente el 1 de marzo de 1985 el gobierno retornó a los civiles con la asunción de Julio María Sanguinetti (del Partido Colorado) como Presidente.




 

Historia reciente (1985-presente)

 

En los años siguientes se llevó a cabo una campaña de recolección de firmas para revocar la ley 15848 de la Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado (popularmente conocida como "ley de impunidad" o "ley de caducidad"), que consagró la impunidad de las violaciones de derechos humanos durante la dictadura (1973-1985).

 

El 16 de abril de 1989, luego de que más de un 25% de la ciudadanía uruguaya habilitara con su firma la consulta popular (con un proceso de control de las firmas por la Corte Electoral que suscitó graves reparos y protestas), se llevó a cabo el referéndum, con un triunfo del llamado "voto amarillo" (por el color de la papeleta) con un margen de 57% contra 43% a favor del "voto verde".

 

El resultado significó no revocar la ley de impunidad, e indultar en la práctica los crímenes ocurridos durante el gobierno militar.

 



Luis Alberto Lacalle Herrera

 

En los comicios de noviembre de 1989 resultó elegido Luis Alberto Lacalle (del Partido Nacional). En 1994 Sanguinetti resultó elegido por segunda vez y en 1999 triunfó Jorge Batlle (del Partido Colorado); durante su gobierno, por primera vez desde el retorno a la democracia se llegó a una situación en la que no había ningún general miembro de la logia de los Tenientes de Artigas.

 

https://articulo.mercadolibre.com.uy/MLU-468316180-constitucion-de-la-rou-reforma-constitucional-de-1966-_JM

 

https://www.rau.edu.uy/uruguay/historia/pacareco.htm

 

https://www.elpais.com.uy/informacion/politica/1971-las-elecciones-mas-controvertidas-de-la-historia-uruguaya

 

https://www.debate.com.mx/opinion/Nuevo-presidente-en-Uruguay-20220301-0386.html

 

https://quizizz.com/admin/quiz/5db8a01584ca0c001a324949/dictadura-civico-militar-en-uruguay

 

www.ecured.cu/Alberto_Demicheli

 

https://uruguayeduca.anep.edu.uy/efemerides/1327

 

https://www.rtve.es/noticias/20161228/fallece-exdictador-uruguayo-gregorio-alvarez/1460821.shtml

 

https://www.wikiwand.com/es/Ley_de_Caducidad

 

https://se-conocen.fandom.com/es/wiki/Luis_Alberto_Lacalle




Próxima publicación el lunes 23 de octubre de 2023, historia resumida de la Constitución de la República Oriental del Uruguay de 1997.


 


octubre 30, 2023   Posted by Los Mina Digital with No comments

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