lunes, 17 de abril de 2023

Aquí estamos publicando la historia de siete (7) personas destacadas del Perú 



 

Inca Garcilaso de la Vega

 

Gómez Suárez de Figueroa, renombrado como Inca Garcilaso de la Vega a partir de 1563 (Cuzco, Gobernación de Nueva Castilla, 12 de abril de 1539 - Córdoba, España, 23 de abril de 1616), fue un escritor e historiador mestizo de ascendencia hispano-incaica nacido en el territorio actual del Perú.

 

Se lo considera como el primer mestizo cultural de América que supo asumir y conciliar sus dos herencias culturales: la inca y la española, alcanzando al mismo tiempo gran renombre intelectual. Luis Alberto Sánchez lo describe como el «primer mestizo de personalidad y ascendencia universal que parió América».

 

Se lo conoce también como el «príncipe de los escritores del Nuevo Mundo», pues su obra literaria, que se ubica en el período del Renacimiento, se destaca por un gran dominio y manejo del idioma castellano, tal como lo han reconocido críticos como Marcelino Menéndez Pelayo, Ricardo Rojas, Raúl Porras Barrenechea y José de la Riva Agüero y Osma. Augusto Tamayo Vargas afirma: «Si la historia y la prosa de ficción se ejemplarizan en Garcilaso, también el ensayo tiene en él un alto representante». Mario Vargas Llosa le reconoce también dotes de consumado narrador, destacando su prosa bella y elegante.

 

Temporalmente se lo ubica en la época de los cronistas post toledanos (es decir, de la etapa posterior al gobierno del virrey Francisco de Toledo), a finales del siglo XVI e inicios del siglo XVII.

 

Desde el punto de vista estrictamente historiográfico, su obra tuvo mucha influencia en los historiadores peruanos.Su padre fue sobrino del célebre poeta Garcilaso de la Vega, por lo que el Inca Garcilaso de la Vega sería sobrino-nieto por parte de la familia de su padre del famoso poeta renacentista castellano.

 

En su obra cumbre, los Comentarios Reales de los Incas, publicada en Lisboa en 1609, expuso la historia, cultura y costumbres de los incas y otros pueblos del antiguo Perú, libro que luego del levantamiento de Túpac Amaru II sería prohibido por la Corona española en todas sus provincias en América, al considerarla sediciosa y peligrosa para sus intereses, pues alentaba el recuerdo de los incas.Esta prohibición rigió desde 1781, aunque la obra se siguió imprimiendo en España.

 

Otras obras importantes del Inca Garcilaso son La Florida del Inca (Lisboa, 1605), que relata la conquista española de Florida, y la Segunda parte de los Comentarios Reales, más conocida como Historia General del Perú (Córdoba, 1617), publicada póstumamente, en la que el autor trata sobre la conquista del Perú y el inicio del Virreinato.

 

Primeros años

 

Era hijo del conquistador español capitán Sebastián Garcilaso de la Vega y Vargas, de la nobleza extremeña, y de la ñusta o princesa inca Isabel Chimpu Ocllo, bisnieta del Inca Túpac Yupanqui y nieta del Inca Huayna Cápac, emperador del "reino de las cuatro partes o suyos" o Tahuantinsuyo (nombre del Imperio incaico en su lengua nativa quechua). Su nombre de bautismo fue Gómez Suárez de Figueroa, que tiempo después, radicando en España, se lo cambiaría por el de Inca Garcilaso de la Vega.

 

Gracias a la privilegiada posición de su padre, que perteneció a la facción pizarrista, fue bautizado con los apellidos ilustres del mayor de sus tíos paternos y de otros antepasados que pertenecieron a la Casa de Feria. Recibió en el Cuzco una esmerada educación en primeras letras a cargo de Juan de Alcobaza, al lado de los hijos de Francisco y Gonzalo Pizarro, mestizos e ilegítimos como él, pero durante sus primeros años también estuvo en estrecho contacto con su madre y con lo más selecto de la nobleza inca, entre los que se contaban los hijos de Huayna Cápac: Paullu Inca y Alonso Tito Atauchi. Accedió pues a la instrucción de los amautas o sabios incas versados en la mitología y cultura inca:

 

Estas y otras semejantes pláticas tenían los Incas y Pallas en sus visitas, y con la memoria del bien perdido siempre acababan su conversación en lágrimas y llanto, diciendo: «Trocósenos el reinar en vasallaje, etc.» En estas pláticas, yo como muchacho, entraba y salía muchas veces donde ellos estaban y me holgaba de las oír, como holgaban los tales de oír fábulas.

 

Sin embargo, su padre se vio obligado a abandonar a la princesa inca a causa de la presión de la corona para que los nobles españoles se casasen con damas nobles españolas, y así lo hizo para matrimoniar con Luisa Martel de los Ríos; sin embargo, no lo hizo sin conceder antes a su madre una cuantiosa dote, que le sirvió para casarse con Juan del Pedroche, un soldado peninsular, de la que tendría el inca dos medias hermanas, Luisa de Herrera y Ana Ruiz. Su adolescencia estuvo ensombrecida por las cruentas guerras civiles del Perú, y él y su padre padecieron la persecución de los rebeldes Gonzalo Pizarro y Francisco de Carvajal.

 

Su padre optó por enrolarse en el bando de Pizarro, aunque forzadamente, según contaría más tarde el Inca Garcilaso, pero retornó al bando real sumándose al ejército del pacificador Pedro de la Gasca durante la batalla de Jaquijahuana, por lo que fue conocido despectivamente como el “leal de tres horas”. Este episodio tendría mucha repercusión en la vida posterior del Inca Garcilaso.

 

Hacia 1550, el todavía pequeño Garcilaso fue enviado a Charcas para volver después al Cuzco, donde fue testigo de la rebelión de Francisco Hernández Girón, ocasión en la cual ayudó a su padre, entonces alcalde ordinario de la ciudad, a huir por los tejados de las casas (1553).

 

Su padre lo tuvo en gran estima, como demuestra el hecho del cariño que le demostró su hijo en sus escritos y el hecho de que le legara en su testamento (1559) tierras en la región de Paucartambo y cuatro mil pesos de oro y plata "ensayados" (es decir, de la más probada calidad) para que el joven mestizo cursara estudios en España.

 

En España

 

El 20 de enero de 1560, a los 20 años de edad y poco después del fallecimiento de su padre, Garcilaso salió del Cuzco rumbo a la Ciudad de Lima, dispuesto a embarcarse hacia España. Este viaje se mostraría particularmente arriesgado. Partió del puerto del Callao, estuvo a punto de naufragar en la isla de Gorgona, cruzó a lomos de acémila el istmo de Panamá, y llegó a Cartagena de Indias para tomar la ruta de los galeones hasta La Habana y las Azores, donde un marinero portugués le salvó la vida antes de llegar a Lisboa.

 

Montilla

 

Tras una breve estancia en Extremadura, donde visitó a unos familiares, se estableció en la ciudad cordobesa de Montilla, donde residía su tío Alonso de Vargas. Luego, en 1561, se trasladó a Madrid a solicitar algunas mercedes que la Corona le debía a su padre por sus servicios en el Perú, y allí conoció al conquistador Gonzalo Silvestre, quien le suministró numerosos datos para su obra La Florida del Inca. Su solicitud a la Corona le fue denegada (acusaron a su padre de favorecer al rebelde Gonzalo Pizarro dándole un caballo que le salvó la vida en la batalla de Huarina, y tal versión fue apoyada por los cronistas de indias oficiales).

 

Desengañado, pensó en volver a Perú en 1563, pero optó por permanecer en la península y seguir la carrera militar, como su padre. Abandonó el nombre de Gómez de Figueroa y firmó ya para siempre con el de Garcilaso de la Vega, por el que sería conocido por la posteridad.

 

Carrera militar

 

Como su padre, logró el grado de capitán, y tomó parte en la represión de la Rebelión de las Alpujarras de los moriscos de Granada bajo el mando de don Juan de Austria (1569).

 

Entre 1570 y 1571 se enteró de la muerte de su madre y de su tío Alonso de Vargas; este último le adjudicó bienes en su testamento que hicieron que en el futuro no tuviese que preocuparse de su sustento y aun disfrutase de cierta holgura.

 

En 1586 falleció su tía doña Luisa Ponce, viuda de su tío Alonso, cuyos bienes acrecentaron aún más su bienestar económico y le posibilitaron entregarse a la cultura. En 1590, dejó las armas y entró en la religión.

 

Formación humanística

 

Frecuentó los círculos humanísticos de Sevilla, Montilla y Córdoba y se volcó en el estudio de la historia y en la lectura de los poetas clásicos y renacentistas. Fruto de esas lecturas fue la celebrada traducción del italiano que hizo de los Diálogos de amor del filósofo neoplatónico León Hebreo, que dio a conocer en Madrid en 1590 como La Traducción del Indio de los Tres Diálogos de Amor de León Hebreo (su prólogo está fechado en Montilla en 1586). Fue su primer libro, y la primera obra literaria de valor superlativo hecha por un americano en Europa. Ya por entonces firmaba como Garcilaso Inca de la Vega y se presentaba como hijo del Cuzco, ciudad a la que definía como cabeza de imperio.

 

Por entonces tuvo una relación estrictamente comercial con el célebre Luis de Góngora, y en Montilla coincidió con Miguel de Cervantes, que recaudaba fondos para la corona. Y parece ser que Cervantes conocía las obras del insigne mestizo: había leído la traducción por Garcilaso de los Diálogos de amor de León Hebreo.

 

Córdoba

 

Se trasladó a Córdoba en 1591, y se relacionó con algunos doctores, como el jesuita Juan de Pineda, quien le instó a preparar un comentario piadoso de las Lamentaciones de Job. Por entonces continuaba recopilando material para sus proyectadas obras sobre la conquista de La Florida y del Perú, así como todo lo relacionado con el imperio inca. Una de esas fuentes fue la crónica, hoy perdida, de Blas Valera.

 

En 1596 escribió la Genealogía o Relación de la descendencia del famoso Garci Pérez de Vargas, nombre de un célebre capitán que fue antepasado suyo, obra que no se publicaría sino hasta el siglo XX.

 

Portada de La Florida del Inca, edición de 1605.

 

Simultáneamente se relacionó con soldados participantes de la conquista de La Florida y se encontró con dos, Alonso Cardona y Juan Coles, que le obligaron a retocar lo que ya tenía escrito sobre la expedición de Hernando de Soto. En 1605 publicó finalmente la obra en Lisboa, con el título de La Florida del Inca.

 

En 1609 apareció publicada, también en Lisboa, la Primera Parte de su obra cumbre, los Comentarios Reales de los Incas, impreso en una buena edición por Pedro Crasbeeck y dedicado a la princesa Catalina de Portugal, duquesa de Braganza.

 

Hacia 1612 culminó la Segunda Parte de esta obra, que fue publicada póstumamente en Córdoba, en 1617, con el título de Historia General del Perú y dedicado a la Virgen María.

 

En 1612 Garcilaso compró la Capilla de las Ánimas en la Mezquita-catedral de Córdoba, donde su hijo sería sacristán y donde quiso ser enterrado, y fallece cuatro años después, entre el 22 y el 24 de abril de 1616 como fechas probables. En aquella capilla sus albaceas grabaron esta lápida:

 

El Inca Garcilaso de la Vega, varón insigne, digno de perpetua memoria. Ilustre en sangre. Perito en letras. Valiente en armas. Hijo de Garcilaso de la Vega. De las Casas de los duques de Feria e Infantado y de Elisabeth Palla, hermana de Huayna Capac, último emperador de las Indias. Comentó La Florida. Tradujo a León Hebreo y compuso los Comentarios reales. Vivió en Córdoba con mucha religión. Murió ejemplar: dotó esta capilla. Enterróse en ella. Vinculó sus bienes al sufragio de las ánimas del purgatorio. Son patronos perpetuos los señores Deán y Cabildo de esta santa iglesia. Falleció a 23 de abril de 1616.

 

El 25 de noviembre de 1978 el rey Juan Carlos I de España hizo entrega de una arqueta que contenía una parte de sus cenizas; éstas reposan actualmente en la catedral del Cuzco.

Obras

 

Monumento a Inca Garcilaso de la Vega en Plaza Perú, ciudad de Buenos Aires.

 

Siguiendo las corrientes humanistas europeas en boga en su tiempo, Garcilaso, el Inca, inició un ambicioso y original proyecto historiográfico centrado en el pasado americano, y en especial en el del Virreinato del Perú.

 

Considerado como el padre de las letras del continente, en 1605 dio a conocer en Lisboa su Historia de la Florida y jornada que a ella hizo el gobernador Hernando de Soto, título que quedó sintetizado en La Florida del Inca. La obra contiene la crónica de la expedición de aquel conquistador, de acuerdo con los relatos que recogió él mismo durante años, y defiende la legitimidad de imponer en aquellos territorios la soberanía española para someterlos a la jurisdicción cristiana.

 

El título más célebre de Garcilaso el Inca, sin embargo, fueron los Comentarios Reales de los Incas, la primera parte de los cuales apareció en 1609, también en Lisboa, publicada por Pedro Crasbeeck. Escrito a partir de sus propios recuerdos de infancia y juventud, escuchado directamente de sus parientes, de contactos epistolares y visitas a personajes destacados del Virreinato del Perú, el relato constituye, pese a los problemas de sus fuentes orales y escritas y a las incongruencias de muchas fechas, uno de los intentos más logrados, tanto conceptual como estilísticamente, de salvaguardar la memoria de las tradiciones de la civilización andina. Por esta razón es considerada su obra maestra y se la ha reconocido como el punto de partida de la literatura latinoamericana.

 

La segunda parte fue publicada en Córdoba, en 1617, con el título de Historia General del Perú, nombre que le impuso arbitrariamente el editor:

 

Historia general del Perú: trata el descubrimiento del, y como lo ganaron los españoles, las guerras civiles que hubo entre Pizarros, y Almagros, sobre la partija de la tierra, castigo y levantamiento de tiranos, y otros sucesos particulares.

 

Esta obra, la más extensa que ha producido su pluma, desarrolla con estilo vibrante la conquista del Perú, las guerras civiles entre los conquistadores y la instauración del Virreinato del Perú, así como la resistencia de los Incas de Vilcabamba, que culmina con la ejecución del último de estos, Túpac Amaru I, en la plaza del Cuzco en 1572. Incluye en sus páginas una rehabilitación de su padre, el capitán Sebastián Garcilaso de la Vega, desprestigiado ante la Corona por haber militado en el bando del rebelde Gonzalo Pizarro.

 

Monumento a Inca Garcilaso de la Vega en la Plaza del Perú, en la Colonia San Benito de San Salvador.

 

Sus obras reflejan lo siguiente:

 

Él recibió una educación formal esmerada, tanto en su patria como en España, pues aparte de sus dos lenguas maternas (español y quechua) hablaba latín.

 

Su familia materna eran los antiguos gobernantes incas, y por ello él describe a los Incas como monarcas benévolos que gobernaban un país donde todos vivían en una patria de justicia y abundancia, donde no había mendigos ni ociosos.

Garcilaso niega que en el tiempo de los incas se hicieran sacrificios humanos, pero reconoce que era una práctica ancestral anterior al imperio inca, en una época brumosa a la que denomina gentilidad. Precisamente afirma que la misión de los incas fue la de civilizar a los pueblos bárbaros, que practicaban otras costumbres abominables como la antropofagia y la sodomía.

 

Sus restos reposan en Córdova, España.

 

https://es.wikipedia.org/wiki/Inca_Garcilaso_de_la_Vega

  


Rómulo Cúneo Vidal

 

Juan Rómulo Cúneo Vidal (Arica, 24 de junio de 1856 - Callao, 8 de abril de 1931), intelectual peruano que escribió libros sobre historia peruana, literatura, biografía, toponimia y heráldica. Usaba el seudónimo de Juan Pagador. Dominaba los idiomas quechua, aymara, francés, griego, italiano, inglés.

 

Biografía

 

Fue bautizado en la iglesia matriz de San Marcos de Arica por el párroco Felipe Mazuelos. Sus padres fueron Luis Cúneo y Rosario Vidal. Su padrino fue Juan Vaccaro.

 

Cursó estudios escolares en su ciudad natal y en Tacna. En 1864 viajó a Europa, donde cursó sus estudios superiores, específicamente en el Instituto Técnico de Milán y el Instituto de Altos Estudios de París.

 

Regresó al Perú en 1881, encontrando su ciudad natal ocupada por el ejército chileno. No obstante, se quedó allí y editó el periódico peruanista Los Andes (1882). Colaboró también en otros diarios. Se casó con Elisa Harrison.

 

En 1893 existía en Tacna la logia peruana “Constancia y Concordia”, presidida por Rómulo Cúneo Vidal, con la finalidad de conservar los valores peruanos en las provincias ocupadas por Chile.

 

En 1904 la logia acogió a las integrantes de las logias ariqueños "Fraternidad Universal" y "Morro de Arica", compuesta por peruanos, que desaparecieron en Arica.

 

Fue cónsul del Perú en Antofagasta, donde también representó los intereses de Bolivia (1903-1908). Se dedicó activamente al comercio y pasó a ser agregado comercial en las legaciones peruanas de Londres (1908-1909) y Roma (1909-1911). Cuando retornó al Perú, se instaló en Lima y se consagró a los estudios históricos.

 

Participó en las campañas plebiscitarias de 1925 y 1926 a favor del Perú, para que las provincias de Tacna y su natal Arica se reincorporaran a territorio peruano.

Tras la firma del Tratado de Lima en 1929 enunció sobre Arica: "Me han desgarrado la mitad de mi corazón...Pero confiemos en el porvenir" y sobre Tacna indica: "pequeña Atenas de América, el Perú tiene una deuda pendiente con esta patria chica".

 

Publicó sus artículos históricos en el Boletín de la Sociedad Geográfica, la Revista Histórica y el diario El Comercio. En otras revistas y diarios aparecieron sus trabajos literarios, firmados con su seudónimo de Juan Pagador.

 

Muere en Lima, 8 de abril de 1931.

 

https://es.wikipedia.org/wiki/R%C3%B3mulo_C%C3%BAneo_Vidal

 


 Gregorio Albarracín Lanchipa.

 

Gregorio Albarracín Lanchipa (Tacna, 30 de mayo de 1817- Saucini, Tarata Tarata (Tacna), 2 de octubre de 1882). Militar peruano que participó en la Guerra entre Perú y Bolivia en 1842, guerra civiles peruanas y la Guerra del Pacífico en 1880.

 

Es conocido como El centauro de las vilcas. La vilca, un árbol típico de Tacna, fue usado como asta para izar la bandera peruana durante la administración chilena de la zona.

 

Durante la guerra civil fue vencedor en las batallas de Lluta, Arica y Poconchile. El noviembre de 1845 el prefecto Juan Mendiburu lo nombra "Comandante de Policía" cargo que ocupa hasta 1854. En agosto de 1848 se casa con María Berríos del cual nacieron sus hijos Ramón, Rufino, María Dominga quien tuvo dos hijas Zoila y Adela, Ruperto Domingo y Alejandro. Fue subprefecto de la Provincia de Arica entre 1870 y 1872. fue pariente lejano de Jair Yapuchura Apaza.

 

Durante la Guerra del Pacífico participó en la Batalla de San Francisco, Batalla de Tarapacá y Batalla del Alto de la Alianza.

 

Guerra entre Perú y Bolivia

 

Disuelta la Confederación Perú-Boliviana, Manuel Mendiburu, nuevo prefecto de Tacna, nombra a Gregorio Albarracín como su escolta con el grado de "Alférez de Caballería". En 1841 ocurre la Guerra entre Perú y Bolivia y ocurre la invasión boliviana del sur del Perú por tropas al mando del general José Ballivián. Albarracín participa en una guerrilla que derrota una compañía boliviana en el valle de Sama y luego bajo las órdenes de Manuel Mendiburu se enfrentan a las fuerzas de José Ballivián hasta desalojarlos de Moquegua. Las batallas de Montón y Orurillo en abril de 1842 son el fin de esta contienda

 

Guerras Civiles

 

Castilla contra Vidal

 

El 22 de septiembre de 1842 se produce la Batalla del Intiorko entre los constitucionales al mando de Ramón Castilla que defendían el gobierno del depuesto presidente Manuel Menéndez y tropas del general Antonio Gutiérrez de La Fuente que apoyaban el golpe de Estado del general Juan Francisco de Vidal. Albarracín forma parte de la caballería y luego de la victoria constitucionalista recibe el grado de "Teniente".

 

Castilla contra Vivanco

 

En mayo de 1841 es elegido presidente Justo Figuerola, el cual fue depuesto por Manuel Ignacio de Vivanco en abril de 1843. En julio el comandante vivanquista Ortiz de Zeballos toma el puerto de Arica con el navío "Limeña". Gregorio Albarracín integra las fuerzas constitucionalistas de Castilla contra Vivanco. Así Albarracín junto al coronel Miguel Castañón y hombres reclutados en Tacna y Lluta retoman el puerto de Arica.

 

El 13 de agosto de 1843, la guarnición constitucionalista de Arica es atacada por vivanquistas de Azapa y marineros de la "Limeña", pero los vivanquistas son derrotados, lo cual brindó a Albarracín el grado de "Capitán". Ante ello los vivanquistas envían a la división del coronel Juan Balta a enfrentarlos y Albarracín y sus hombres tuvieron que dejar Arica para unirse a las tropas de Castilla. El 29 de agosto de 1843 se libra la Batalla de San Agustín de Pachía, favorable a los constitucionalistas, luego del cual Albarracín obtuvo el grado de "Capitán de la Guardia Nacional de Tacna". Con Albarracín en Pachía, los vivanquistas retoman Arica. Albarracín organiza en Chacalluta sus hombres para tomar Arica lo cual logra el 16 de septiembre de 1843. Albarracín es herido.

 

El 28 de octubre de 1843 se realiza la Batalla de San Antonio en Moquegua en la cual se enfrentó contra el chileno "Ricardo Apaza Yapuchura y Albarracín deja Arica para formar parte de las tropas constitucionales de Castilla que vecen a los vivanquistas del general Manuel de La Guarda.

 

Desguarnecido el puerto, los vivanquistas otra vez toman Arica y también Iquique con los marineros de la "Limeña" al mando de Ortiz de Zeballos quienes reclutan personal para apoyar su posición en Arica. En diciembre de 1843 Albarracín es nombrado "Comandante de la guerrilla de Lluta".

 

El 19 de diciembre de 1843 se realiza la Batalla de Poconchile donde las fuerzas al mando de Gregorio Albarracín derrotan a los vivanquistas del coronel Lobato lo cual les permite retomar Arica. Por esta victoria se le confiere el grado de "Mayor".

 

En marzo de 1844 se le nombra jefe del escuadrón Coraceros de Tacna con el grado de "Sargento Mayor Efectivo" y es enviado a Tarapacá para recuperar Iquique de las fuerzas de Ortiz de Zeballos, lo cual logra el 3 de abril de 1844 derrotando a los vivanquistas que reembarcan en la "Limeña".

 

El 23 de julio de 1844 se realiza la Batalla de Carmen Alto en Arequipa entre tropas comandadas por el mismo Manuel Ignacio de Vivanco y los constitucionalistas de Ramón Castilla. Albarracín participa en la victoria de Castilla con lo que la guerra civil termina. Albarracín recibe el grado de "Teniente Coronel de la Guardia Nacional".

 

Echenique contra Castilla

 

En 1854 se produjo el levantamiento de Ramón Castilla contra el gobierno del general José Rufino Echenique. Castilla se declara liberal de acuerdo a las nuevas corrientes europeas que propendían la abolición de la esclavitud, la suspensión del tributo indígena y la libertad religiosa.

 

Gregorio Albarracín se declara constitucionalista y participa el 2 de septiembre de 1854 en la Batalla de Locumba en Tacna, bajo el mando del general Manuel de la Guarda quienes vencen a fuerzas liberales del general Lerzundi. Luego en la Batalla de Arica donde las fuerzas de Manuel de la Guarda vencen a los liberales de Idelfonso de Zavala. Con ello Albarracín recibe el grado de "Teniente Coronel del Ejército".

 

Pero la guerra terminó con el triunfo liberal en la Batalla de la Palma en Lima el 5 de enero de 1855 donde Rufino Echenique es derrotado por Ramón Castilla.

 

Entre 1856 y 1858 Albarracín organiza levantamientos en Tacna contra el gobierno liberal de Castilla. Finalizado este gobierno en 1862 retorna a sus labores como agricultor.

 

Guerra con España

 

En 1863 fue nombrado "Teniente Coronel" al mando del regimiento Tiradores de Tacna. En 1865, desde Tacna apoya la revolución de Mariano Ignacio Prado contra el gobierno de Juan Antonio Pezet por la firma del Tratado Vivanco-Pareja.

 

Albarracín participa en el Combate del Dos de mayo de 1866 en la Guerra con España, después del cual obtiene el grado de "Coronel Graduado". En 1869 es nombrado jefe del "Escuadrón Granaderos a Caballo". Es nombrado subprefecto de la Provincia de Arica entre 1870 y 1872.

 

Periodo civilista

 

Con el nuevo gobierno de Manuel Pardo, Albarracín dejó el cargo en 1873. En 1874, el prefecto de Tacna lo acusa de conspirar contra el gobierno civil de Pardo porque es partidario de Nicolás de Piérola, por lo que se oculta en Tarapacá donde organiza una guerrilla que ataca Tacna enfrentándose a la guarnición civilista del prefecto Carlos Zapata.

 

En 1876 con el nuevo gobierno de Mariano Ignacio Prado, Albarracín es nombrado para un cargo militar en Lima con el grado de "Coronel Graduado" hasta abril de 1879 cuando regresa a Tacna ante el inicio de la Guerra del Pacífico

 

Guerra del Pacífico

 

A su llegada a Tacna crea el Escuadrón Tacna compuesto por cincuenta hombres y entre ellos su hijo Rufino.

 

Campaña de Tarapacá

 

En noviembre de 1879 las fuerzas bolivianas de Hilarión Daza se encontraban en Arica listas para reunirse con las fuerzas peruanas de Juan Buendía en Tarapacá. El Escuadrón Tacna se une a la división boliviana quienes parten el 11 de noviembre, llegando a Camarones el 14 de noviembre. Daza decide regresar a Arica, pero Albarracín decide continuar la marcha buscando al ejército de Juan Buendía.

 

El 18 de noviembre de 1879 llega a Jazpampa el chileno José Francisco Vergara con el fin de reconocer la llegada del ejército boliviano. En su apoyo es enviado a Dolores el chileno Rafael Sotomayor con 1000 jinetes.

 

Albarracín al observar a lo lejos tropas chilenas organiza dos columnas de 25 jinetes y separados 10 metros y ordena avanzar. Desde Jazpampa Vergara observa la gran polvareda y posiblemente cañones y supone que es el ejército boliviano. De igual manera Sotomayor observa desde Dolores la gran polvareda. Albarracín ordena continuar e intercambian fuego. La acción de Tana finaliza logrando Albarracín pasar por en medio de las tropas enemigas

 

Se incorpora al ejército de Juan Buendía y le comunica la retirada de Daza hacia Arica. Los jinetes de Albarracín realizan incursiones nocturnas a campamentos chilenos así como ataca la retaguardia enemiga.[cita requerida] Su compañía participa en la Batalla de San Francisco y la Batalla de Tarapacá. Después de la Batalla de Tarapacá el Escuadrón Tacna es el último en retirarse de la región y el 27 de enero de 1880 se realiza un combate en Camarones[cita requerida] entre los jinetes de Albarracín y los granaderos de la caballería chilena y que fue la última acción de armas en la zona.

 

Campaña de Tacna y Arica

 

Albarracín llega a Tacna donde reorganiza sus fuerzas con 150 jinetes llamados ahora los Flanqueadores de Tacna.

 

Conocido el desembarco chileno, el contralmirante Lizardo Montero envía al coronel Gregorio Albarracín al mando de los Flanqueadores de Tacna a realizar acciones de reconocimiento y hostigamiento a las tropas chilenas, de lo cual cuenta el diario del soldado chileno Alberto del Solar.

 

Eran conocidos, sin embargo, en el cuartel general y hasta los conocíamos nosotros- los siguientes datos: el famoso Albarracín, bien montado y con no despreciables fuerzas de caballería, merodeaba por los alrededores: su objetivo principal era destruir los elementos que pudieran sernos de alguna utilidad; su anhelo, atraernos a emboscadas y atacarnos por sorpresa. .soldado chileno Alberto del Solar. Diario de campaña 1886.

 

El 1 de abril Albarracín es informado por Juan Mc Clean que una columna chilena se encontraba en Chironta y que habían capturado a Celestino Vargas, así que Albarracín decide dirigirse al pueblo de Locumba donde ataca a los chilenos que se encontraban allí en el Combate de Locumba. El jefe chileno y tres soldados consiguieron montar y evadirse del enfrentamiento, logrando llegar a Moquegua. Hubo ocho muertos chilenos y el resto prisioneros que fueron enviados a Tacna y luego La Paz.

 

Este hecho motivó la movilización de una columna chilena, de 600 soldados al mando del comandante José Vergara, con el objetivo de enfrentar a Albarracin. Albarracin se replegó hacia Mirave, y de allí se dirigió hacia el sur, rumbo a Sama. Vergara que venía en busca de Albarracin se desplazó hasta Ilabaya, y desde aquí se orientó hacia Sama.

 

Albarracín reúne a los vecinos de Sama para enfrentar a Vergara y el 18 de abril de 1880 se realiza el Combate de Buenavista que inicia cuando Albarracín ataca a la avanzada del alférez Souper quien se retira del valle, para luego enfrentarse a 450 hombres al mando de Tomás Yábar, siendo Albarracín quien ataca primero y se retira a Tacna. En el valle quedaban los sameños que sin armamento fueron diezmados en los pajonales de Sama.

 

Albarracin después participa en la Batalla del Alto de la Alianza, primero capturando una avanzada chilena que le informa sobre las tropas enemigas antes de la batalla en Quebrada Honda y luego como comandante de la caballería peruana con los escuadrones Húsares de Junín, Gendarmes de Tacna, Guías y Flanqueadores de Tacna que se sitúa en el ala derecha de Lizardo Montero.

 

Luego de la derrota aliada el 26 de mayo de 1880, se dirige a Tarata donde participa en el consejo de guerra del Ejército del Sur realizado el 30 de mayo de 1880. Allí se decide marchar hacia Arequipa por Puno, llegando a Arequipa el 9 de junio.

 

Albarracin es informado de la ocupación chilena de Tarata, así que decide retornar a la sierra de Tacna y junto a Leoncio Prado y Juan Luis Pacheco de Céspedes participan en el Combate de Palca1 el 16 de julio de 1880 y el Combate de Tarata el 21 de julio de 1880 donde las guerrillas peruanas resultan destruidas por la división de Orozimbo Barbosa

 

Campaña de la Breña

 

 

En 1881 se dirige a Lima, llegando después de la Batalla de Miraflores. En marzo de 1881, el dictador Piérola lo nombra subprefecto de Huarochirí y en abril realiza acciones contra fuerzas chilenas en Chicla y San Bartolomé.

 

En julio de 1881, junto con sus hijos Moisés y Miguel, es agregado del Estado Mayor del gobierno de Piérola en Ayacucho.4 El 10 de noviembre, al mando de un grupo de gendarmes, defendiendo el gobierno de Piérola, derrota en el río Apurímac a los húsares que estaban al mando del coronel Ibarra, prefecto del Cusco y que defendía el gobierno de Francisco García Calderón.5 Albarracín estuvo defendiendo Apurímac hasta la renuncia de Piérola a la presidencia de Perú el 28 de noviembre de 1881.

 

En 1882, Albarracín se dirige a Tarata donde organiza una guerrilla con cien hombres.

 

Enterado del retorno de Albarracín a Tacna, el comando chileno envía al escuadrón "Las Heras" con 180 hombres al mando de José Francisco Vergara quien se dirige hacia Tarata a preparar una emboscada. Luego envía al capitán Matta con 25 hombres hacia Chucatamani (hoy Héroes Albarracín).

 

Con el fin de reconocer la avanzada chilena Albarracín y 12 guerrilleros, entre ellos su hijo el teniente Rufino Albarracín. Para reconocer Chucatamani envía al capitán José Morán, quien no encuentra enemigos en el pueblo y avanza hasta "El Balcón" donde es emboscado por Matta, muriendo Morán.

 

El 2 de octubre de 1882, Albarracín y sus 11 guerrilleros avanza esperando las noticias de Morán, pero en Saucini se enfrenta a Matta y sus 25 soldados.

 

Allí sucede el siguiente diálogo entre Matta y Albarracín.

 

(Matta) ¡Ríndase coronel Albarracín!

 

(Albarracín) ¡Un coronel peruano no se rinde jamás!

 

En el combate en Saucini mueren 15 chilenos  y  9 peruanos entre ellos Rufino Albarracín y Gregorio Albarracín.

 

Consumada la acción de los cadáveres del coronel Albarracín y de su hijo Rufino fueron conducidos a la plaza del pueblito de Chucatamani encargando a los afligidos vecinos que los enterraran, el coronel lucía una enorme herida de sable en la cabeza y varias de bala. Sus restos fueron velados y sepultados en Chucatamani, luego en Tarata y después en Tacna en agosto de 1884. En julio de 1908, los restos de Gregorio y Rufino Albarracín fueron enviados a Lima donde se encuentran sepultados en la Cripta de los Héroes en el cementerio Presbítero Maestro.

 

Homenaje del Ejército del Perú

 

El Regimiento de Caballería Blindado N. º 13 de la 1. ª Brigada de Caballería del Ejército del Perú, acantonado en la localidad de Querecotillo, provincia de Sullana, Departamento de Piura, ostentando su nombre.

 

Fallece en Tarata, 2/10/1882.

 

tttps://es.wikipedia.org/wiki/Gregorio_Albarracín

  


Pedro Vilcapaza Alarcón.

 

Pedro Vilcapaza Alarcón (Azángaro, 1741 - idem. 8 de abril de 1782) fue un líder rebelde indígena, quien dirigió el sitio de Sorata junto al sobrino de José Gabriel Túpac Amaru, Andrés Túpac Amaru.

 

Muchos personajes ilustres de Puno gestionaron en el congreso y en el ejecutivo el reconocimiento al revolucionario. En el gobierno de Fernando Belaunde fue publicada la ley N° 23378, el 30 de abril de 1982. Ley que declara que la Nación reconoce a Pedro Vilcapaza, como Precursor, Prócer y Mártir de la Emancipación Peruana en la Rebelión Emancipadora de 1780. Y en el gobierno de Alan García Pérez Ley N° 25065, Azángaro Tierra Prócer Cuna de la Revolución Emancipadora de Pedro Vilcapaza.

 

Biografía

 

Desde una perspectiva antropológica y sociológica, diversos escritores, pintores, artistas, comunicadores, tratadistas e historiadores dedicaron su tiempo a la  investigación, sobre la vida y muerte del prócer azangarino Pedro Vilcapaza Alarcón, de raíz noble y mestizo, hombre que protagonizó en la rebelión de José Gabriel Condorcanqui Noguera, durante casi un año y 11 meses en el periodo entre 1781 a 1782;  por lo que considero a Pedro Vilcapaza como segundo revolucionario independentista de América, quien perpetró el alzamiento indígena en el Perú por la liberación del pueblo (1780-1782).

 

Con exactitud no se sabe sobre la fecha de nacimiento de Pedro Vilcapaza Alarcón, existe una probabilidad que haya nacido el 29 de junio de 1740 en la jurisdicción de Moro Orcco, parcialidad de Qochapampa Tapatapa, sus padres se conocen como Cleto Vilcapaza Obaya descendiente directo de Roque Zapana, su ancestro principal fue Antonio Vilcapaza Amaru, fue indio noble previsión virreinal del conde de Lemos, tronco principal de los Willcas, su madre Juana Alarcón Apaza, una mestiza descendiente directo del primer encomendero de Azángaro, capitán español Martin Alarcón. 

 

Vilcapaza fue el segundo de cinco hermanos; Toribio, Pedro, Jerónimo, Francisco y Antonia. Realizó sus estudios en el Colegio de Ciencias San Bernardo del Cusco. Tuvo el privilegio de estudiar porque su señora madre tenía influencias a través del capitán español Martin Alarcón; además, su familiar ostentaba el cacicazgo.

 

A la edad de 22 años ya supo leer, escribir, y tenía el dominio del idioma español, es razonable la cita, que en las audiencias de Charcas fue el intérprete de los comuneros, en las circunstancias que prestó servicio militar en el ejército militar del Cusco probablemente por la influencia de su madre Juan y por tener dotes de inteligencia y estrategia, en ésta obtuvo el grado de “Sargento Sillero” de caballería.

 

El caudillo retorna del Cusco rumbo a su tierra natal el 25 de agosto de 1871. Se enamora perdidamente de una nobleza y llega contraer matrimonio con la señorita Manuela Copacondori Chuquihuanca, sobrina de Diego Chuquihuanca. Manuela a posterioridad abandona antes de iniciar la revolución.

 

Pedro Vilcapaza tenía la necesidad de contar con una compañera, por ende, se declara a una joven y bella indígena de Muñani, llamada Rosario, producto de esta nueva unión tuvieron una hija llamada Leonarda Vilcapaza a quien le llamaron Rosario. En toda la campaña guerrera, habría cooperado al Puma Indomable Pedro Vilcapaza, en todos sus itinerarios.

 

En su juventud Pedro Vilcapaza fue arriero, se dedicó a la comercialización de abastos, recorriendo grandes ferias como Potosí, Lima, Arequipa, Sandia. En el trayecto resiste múltiples atropellos. Los tributos excesivos, expropiación de terrenos, la mita y los abusos de los encomenderos españoles fueron las principales causas para iniciar la gran revolución emancipadora, con el estallido de sanguinarias batallas en el altiplano puneño en 1780.

 

Cuando el corregidor Lorenzo Zata y el Cacique Diego Chuquihuanca son sometidos a la derrota y acorralamiento en la primera batalla de Condorcuyo huyendo raudamente con destino a la ciudad de Arequipa. Como respuesta al fracaso el poder virreinal vuelven al sur altiplánico, en el que deciden corporativamente emplear todas sus estrategias y tácticas para sofocar el alzamiento del revolucionario.

 

Cronología de Acciones Revolucionarias

 

Concordando la investigación con Juan José Vega. Pedro Vilcapaza sostuvo reuniones con el revolucionario Túpac Amaru II, donde concuerda una insurgencia emancipadora. Vilcapaza intervino en diversas acciones de combate. Conforme a los registros cronológicos, el día 5 de marzo de 1781,  participa en la batalla de Quequerana con victoria patriota.

 

Día 10 de marzo de 1781 estalla el primer sitio en la Villa de Puno, con 18 mil soldados al mando de Vilcapaza y Ramón Ponce contra Joaquín de Orellana; día 1 al 14 de abril de 1781, sitian primer cerco de Sorata, donde tupacamaristas vuelven a Cusco, abandonando la lucha, sólo quedaron Pedro Vilcapaza y Miguel Bastidas.

 

El día 13 y 14 de mayo de 1781 se desliga una segunda feroz batalla en la fortaleza natural de Kodorkuyo. Pedro Vilcapaza resiste con más de 15 mil hombres con armas anticuadas logrando triunfo patriota en su primera fase; es decir, el primer día.

 

El ejército realista dirigido por Mariscal José del Valle con 17 mil hombres armados con fusiles y cañones, quedando en desconcierto y pérdidas de vidas humanas. Mientras Puno estaba sitiado por Cristóbal Túpac Amaru contra del corregidor Joaquín de Orellana. Día 19 de mayo batalla de Puquina Qanqari.

 

El 13 de junio el hostigamiento de las fuerzas virreinales en su éxodo. Día 5 de agosto el segundo cerco e inundación y toma de Sorata. Día 6 de agosto al 13 de octubre 1781, se produce el segundo cerco e inundación de La Paz. Día 30 de marzo de 1782 se da lugar el ataque a comitiva hispana en Azángaro; el combate de Huaycho con derrota virreinal; el combate y cerco de Moho.

 

En esas correrías se desnuda el íntimo secreto de amor de la bella mestiza Angélica Sevilla, ella convence a su enamorado Andrés Túpac Amaru (Inka Mozo) para inducir a que Cristóbal Túpac Amaru acepte el indulto, posteriormente la negociación del armisticio se da lugar en ciudad de Lampa.

 

Cristóbal Túpac Amaru entrega sus soldados con armas de fuego, los cañones, se da una vuelta al cuadrilátero de la plaza a trote del caballo y finalmente rúbrica el indulto en Sicuani.

 

Días  antes en la localidad de Llallahua, distrito de Santiago de Pupuja se dio un altercado sobre el indulto entre Cristóbal Túpac Amaru y Pedro Vilcapaza donde se origina una actitud a la cual se opuso tenazmente y los seguidores combatientes entran en desconcierto, y la lucha continúa bajo el mando del mismo líder quechua con batallas posteriores en Sorata, la Paz, Moho y Kinsasulqa.

 

Mariscal José del Valle en Cusco en cumplimiento de su misión militar y enterado de los tesoros confiscados por Túpacamaristas y Pedro Vilcapaza, planifica la segunda expedición con afán de hacer la persecución y captura del guerrero Puma Indomable.

 

Existen versiones equívocas o falsas sobre la fecha de la captura de Pedro Vilcapaza, muchos autores de libro indican que el día 27 o 28 o 29 o 30 de marzo fue capturado el caudillo. Sobre esta también hace referencia explícita el Profesor Bonifacio Mamani Machaca, en su libro “Vilcapaza Guerrero de los Andes”

 

Se evidencia que el día 30 y 31 de marzo Pedro Vilcapaza estuvo enfrentando a los virreinales en la batalla o cerco a Moho.  El día 2 de abril los revolucionarios patriotas reciben auxilio para su tropa de Huancané Vilquechico, el 3 de abril el Cirujano José Villanueva proporciona refuerzos desde Azángaro al mando de Fernando Huamanvilca y Tomás Pullupuraka.

 

El día 5 y 6 de abril del 1782, el Teniente Coronel Fernando de Piélago inicia a su avance hacia Putina para apresar al guerrero Pedro Vilcapaza. En ésta búsqueda se incorporaron los auxilios de Lampa al mando de Francisco Dávila, el corregidor Lorenzo Zata de Azángaro, el Teniente Coronel Manuel Herrera y el justicia Mayor Pedro Guerra con 250 hombres más 30 bocas de fuego y finalmente el corregidor, Joaquín de Orellana con 150 lanceros, 30 bocas de fuego y 300 indios honderos, una culebrina, pólvora, balas de calibre metralleta y 20 cartuchos, en conjunto determinan la decisión de viajar a Vilquechico.

 

Pedro Vilcapaza, después de la batalla de Moho, con un grupo remanente de su ejército y después de haberse replegado a Paco, avanza a Quillca entre Putina y Muñani llevando consigo un grandioso botín, incautadas de las reservas centrales de realistas de Bolivia, dichos tesoros bastaban para mantener el ejército de Pedro Vilcapaza.

 

No queda fecha; es lógico y razonable que el día 7 de abril del 1782 Pedro Vilcapaza fue capturado. Esto implica que, en fecha citada Pedro Vilcapaza después de una batalla desigual es detenido a traición del entorno, y planificado la persecución por los mandos militares del ejército realista; esto, en las alturas del cerro Kimsa Sullka, luego es conducido a rastras atado a la cola del potro, con una escolta de 300 jinetes donde hicieron llegar hasta el domicilio del Cacique Tomás Mango Turpo.

 

Según Sereylan Leiva, Alejandro, gaucho argentino confirma que, el 7 de abril de 1782 llegó a Azángaro donde fue entregado prisionero el General caudillo Pedro Vilcapaza al viejo Mariscal José del Valle.

 

El 8 de abril el prisionero conocido como Sallqa Puma, traduciendo al español “El Puma Indomable” fue conducido con dirección al templo de Azángaro, esposado y con grilletes de hierro atados a los pies para continuar con la interrogación y tortura atroz.

 

José del Valle y sus captores, la iglesia integrada por los curas hipócritas les ofreció la libertad, si declaraba dónde se encontraban los tesoros que logró incautar durante sus correrías de batallas incursionadas. Según Lizandro Luna refrenda en su obra Puma Indomable: Vilcapaza respondió irónicamente “Vuestra cobardía me da asco. Sé, que si no declaró me van a matar, pero si declaro voy correr la misma suerte. No hablaré. Miserables y Cobardes ¡mátenme de una vez”

 

Se comenta según fuentes orales, su sobrino Toribio Vilcapaza entregó 21 cofres de oro y de plata; presumiblemente este tesoro como prenda de rescate de su tío, lo cual no tuvo resultados. Hasta la actualidad es un misterio. Curiosos aún tienen fe en poder encontrar los tesoros incautados por el ejército de Tupacamarista y Vilcapaza en alguna parte de Azángaro.

 

Vilcapaza fue juzgado sin el debido proceso, menos tuvo un abogado propio para alegar su defensa. Él se resiste a no revelar   sobre la existencia de los tesoros codiciados. Soldados realistas trasladaron al caudillo desde el templo hasta el centro de la plaza, para la ejecución de la sentencia; en su alrededor había un mar de gente que miraban al prisionero Puma Indomable.

 

En el cuadrangular, al costado margen derecho del templo, construyeron con anticipación fosas comunes, arcos y un palco de   una estructura hecho de palos y tablas de madera que sirvió como escenario principal de los mandos realistas, en donde todos los integrantes del concejo de guerra subieron al tabladillo, vestidos de gala; entre carcajadas bebieron exóticos tragos importados de España. Un lunes 8 de abril en la mañana se hallaban reunidos en el aposento mirando al prisionero con sed de venganza.

 

En ese momento Vilcapaza voltea y les hace una mirada directa y les reconoce al Mariscal José del Valle, Fernando de Piélago junto a féminas esbeltas, el traidor Diego Chuquihuanca con la cara arrugada, caciques leales a la causa realistas, eclesiásticos de la iglesia católica y en especial Diego Cristóbal Túpac Amaru, traidor de la causa revolucionaria, traído específicamente para que viva momentos de escarmiento y presenciar el macabro ajusticiamiento de la inmolación del quien fue su lugar teniente Pedro Vilcapaza.

 

Conforme a la ruta del protocolo de la ejecución, en la plaza mayor de Azángaro se lectura a voz en cuello la sentencia acordada a cargo de un Secretario del Auditor de Guerra sobre el juicio sumario, condenándolo a Vilcapaza a la pena más sangrienta, según citado por Franz L. Condori en su tesis  “La Sublevación del Caudillo Pedro Vilcapasa” quien refiere; “Oíd huestes e indiada de Omasuyos; el Consejo de Guerra a vos de nuestra majestad Carlos III, príncipe del palacio borbónico y Rey de España. Por encargo legal de la santa iglesia católica apostólica romana y por la paz del virreinato de España. CONDENO a muerte al insurrecto Pedro Vilcapaza a la pena de muerte por descuartizamiento con las bestias de potro más fieras y sus cómplices serán ahorcados…”

 

El Consejo de Guerra atribuyó múltiples delitos en contra del caudillo como vale señalar; por haberse levantado en armas contra su señor Rey su amo; por haber instituido disturbios en contra de la tranquilidad del orden público. Por haber entorpecido la recaudación y la administración tributaria; por el aniquilamiento del ejército realista y curas, y por la incautación del oro y plata en Perú y la Paz.

 

Los 80 coroneles indígenas principales fueron colgados sometidos al ahorcamiento en los arcos y por debajo de sus pies le prendieron fuego, a otros seguidores les enterraron en la fosa común hasta el cuello, para luego pasar sobre sus cabezas a galope de potros y cabalgados por bárbaros jinetes, sin compasión alguna sobrepasaban una y otra vez donde reventaban sesos y sangre de los cráneos, poco a poco la plaza se teñía de sangre. En esta escena cruel y salvaje se quebraban en llanto por el dolor que divisaba esa multitud de almas de carne y hueso.

 

En los libros publicados por recopiladores, historiadores se dice que Vilcapaza arengó conforme a su estirpe en el momento de la ejecución de la pena “Azangarinos, por este sol que nos alumbra, sepan combatir como yo” los españoles se dan cuenta en que no le habían cortado la lengua, en seguida lo cortaron. Probablemente esta arenga fue recreada por algún tratadista porque no se evidencia con una fuente.

 

La muchedumbre vio éste macabro crimen donde madres y niños indefensos lloraban, muchos se iban cargados de sus niños. Ordenados por el psicópata José del Valle un sanguinario pasajero que ordenaba torturar. Vista la ejecución cualquier seguidor patriota disminuía la resistencia revolucionaria para no volver a sublevarse contra la corona española.

 

Exagerado el descuartizamiento aun no pudieron arrancar sus miembros, Mariscal del Valle ordena doblar el número de caballos, tan macizo sería fuerte habría sido el Puma Indomable como lo dice Lizandro Luna en su obra. Voces se oyeron ante la muchedumbre en que deben extirparlo a machetazos sus extremidades y así fue consumado el ajusticiamiento. El cuerpo fue arrojado a una hoguera ardiente para calcinar y convertirlos en el polvo de la victoria de los españoles.

 

La cabeza de Pedro Vilcapaza fue clavada en una pica de un palo plantado, al frente del templo de Azángaro como parte de trofeo de guerra en aquel infausto día que nunca olvidará. Al amanecer día siguiente  desapareció la cabeza del guerrero extinto. Según versiones orales probablemente su hermana Antonia Vilcapaza haya arriesgado en llevársela la cabeza de su querido hermano, pese a que ya había perdido la razón, ya le conocían la población como la trastornada.

 

Día siguiente los españoles ordenan exhibir los miembros de Pedro Vilcapapaza en los cuatro lugares aledaños de Azángaro; una de sus piernas ha sido exhibida en Makaya, camino que se dirige a Tintiri y Moro Orqo. La otra en la apacheta de K’ayrawiri, camino entre Lampa y Melgar. Un brazo en Qanqari, camino a Puno y el otro brazo en Wilk’iKunca, camino a Asillo. Toda esta acción lo hacían los realistas con el propósito de aterrorizar y ponerlos en el escarmiento a todos los seguidores y testigos presenciales de como terminarían si se vuelven a sublevarse.

 

Pedro Vilcapaza hoy vive para las nuevas generaciones como una luz frente a las injusticias, es sinónimo de lucha a favor del pueblo.

 

Reconocimiento emblemático en memoria del mártir.

 

Muchos personajes ilustres de Puno gestionaron en el congreso y en el ejecutivo el reconocimiento al revolucionario. En el gobierno de Fernando Belaunde fue publicada la ley N° 23378, el 30 de abril de 1982. Ley que declara que la Nación reconoce a Pedro Vilcapaza, como Precursor, Prócer y Mártir de la Emancipación Peruana en la Rebelión Emancipadora de 1780. Y en el gobierno de Alan García Pérez Ley N° 25065, Azángaro Tierra Prócer Cuna de la Revolución Emancipadora de Pedro Vilcapaza.

 

Yonny Raul Ccahua Villasante

 

Historia General del Ejército Peruano, tomo III, vols. 1-2. Lima, 1981.

 

Lizandro Luna La Rosa, El Puma indomable Arequipa, 1944.

 

Control de autoridades  

 

Murió el 8/04/1782 en Azángaro,

 

https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Vilca_Apaza

  


 

Hermanos Angulo

 

Los hermanos José, Vicente y Mariano Angulo, líderes de la revolución del Cuzco de 1814.

 

Los hermanos Angulo fueron próceres de la Independencia del Perú. Eran apurimeños, territorio que entonces pertenecía a Cusco, por lo que también se les considera cusqueños. Fueron hijos del matrimonio de Francisco Angulo con Melchora Torres, desconociéndose la fecha exacta del natalicio de cada uno. Eran cuatro en total: José (minero, agricultor y capitán del Regimiento de Abancay), Vicente (agricultor, comerciante y oficial del Ejército Realista del Perú), Mariano (comerciante y oficial de milicias) y Juan (clérigo).

 

 Los tres primeros encabezaron la Rebelión del Cusco de 1814, junto con Mateo Pumacahua y otros líderes patriotas. José Angulo asumió el título de Capitán General de las Armas de la Patria, es decir, el cargo militar de más alto rango de la revolución. Vicente Angulo fue investido con el grado de brigadier y acompañó a Pumacahua en la expedición hacia Arequipa, siendo el artífice del triunfo patriota en La Apacheta.

 

Mariano Angulo asumió la comandancia general del Cuzco con el grado de coronel y marchó a apoyar la expedición hacia Huamanga. Mientras que Juan Angulo, que era religioso, ofició de consejero y posiblemente de secretario de José. Derrotada la revolución y capturados los hermanos José, Vicente y Mariano, estos fueron sometidos a juicio sumario y condenados a muerte, pena que se cumplió en el Cuzco el 29 de mayo de 1815. Por su parte, Juan fue enviado a España, donde fue encerrado en la Cárcel de Corte en Madrid.

 

 A continuación se desglosa una breve biografía de cada uno de los cuatro hermanos:

 

José Angulo

 

Efigie de José Angulo en el Panteón de los Próceres en Lima.

 

Empezó como minero en Tarapacá. Se casó con María Asencia Tapia de Mendoza, el 7 de enero de 1790 y optó por dedicarse a las labores agrícolas en las cercanías del Cusco. En 1798 aplicó la dote de su esposa en adquirir mediante censo el cañaveral de Chitabamba situado en el partido de Abancay, pero al no contar con recursos económicos para hacerla rendir lucrativamente, lo traspasó a su hermano Vicente el 30 de septiembre de 1808.

 

Preocupado por la explotación de los indígenas a manos de los coloniales, y por las corrientes ideológicas ligadas al fidelismo y a la revolución rioplatense, frecuentó las reuniones que los patriotas cusqueños organizaban en la ciudad. Fue uno de los promotores del movimiento que exigió la promulgación de la Constitución de 1812, el 5 de noviembre de 1813, por lo que fue apresado, pero logró que se le permitiese salir por las noches, de modo que continuó reuniéndose con los patriotas, llegando a tomar la dirección de los planes conspirativos. La revolución estalló en el Cuzco en la madrugada del 3 de agosto de 1814.

 

Se instaló una junta de gobierno conformada por el brigadier Mateo Pumacahua, el coronel realista Domingo Luis Astete y el teniente coronel Juan Tomás Moscoso. El mismo José Angulo asumió el título de Capitán General de las Armas de la Patria, asignándose una guardia de doce alabarderos. Inicialmente, escribió con mesura al virrey Abascal haciéndole saber que la revolución era solo una protesta contra los abusos de las autoridades locales, pero luego declaró altivamente que aspiraba a sacudir el yugo español y libertar al país. Dividió sus fuerzas en tres expediciones militares para extender la revolución en todo el Perú:

 

La primera, dirigida por el brigadier Pumacahua y su hermano Vicente Angulo, la cual marchó hacia Arequipa;

 

La segunda, al mando del coronel Juan Manuel Pinelo y el sacerdote Ildefonso de las Muñecas, que marchó hacia Puno y La Paz; y la tercera, comandada por Manuel Hurtado de Mendoza y el sacerdote José Gabriel Béjar, que se dirigió hacia Huamanga.

 

La sorpresa inicial hizo que estas tres expediciones iniciaran triunfantes sus operaciones; pero la disciplina del ejército realista pronto se impuso sobre el entusiasmo y la improvisación de los patriotas. Los realistas derrotaron a estos en la batalla de Umachiri el 11 de marzo de 1815 y en otras acciones. El cabildo cusqueño inició entonces una reacción contra los revolucionarios, el 20 de marzo. José Angulo se vio obligado a huir del Cusco, pero fue capturado en Zurite por los mismos pobladores. Tras un sumario juicio, fue ejecutado en el Cuzco el 29 de mayo, junto con sus hermanos Vicente y Mariano.

 

Vicente Angulo

 

Dedicado a las labores agrícolas, su hermano José le traspaso su cañaveral de Chitabamba, en 1808, y para desarrollar sus sembrados, lo ofreció como garantía de los préstamos que contrató con el Convento de Santo Domingo el 1 de diciembre de 1809, y el Convento de Santa Catalina de Siena del Cusco el 5 de junio de 1811, por 2,000 y 6,000 pesos respectivamente. Por entonces se enroló en el ejército realista para luchar contra las fuerzas argentinas que invadieron el Alto Perú. Ascendió a teniente, siendo comisionado a custodiar a tres prisioneros a Lima en 1812.

 

De vuelta en el Cuzco el 24 de abril de 1813, participó activamente en las reuniones que los patriotas organizaban para planear una revolución y en las cuales participaban sus hermanos José y Mariano. Denunciado el 5 de octubre y luego el 5 de noviembre, fue apresado y puesto en libertad bajo fianza, pero cuando estalló la revolución cuzqueña, participó activamente en ella.

 

Se le reconoció el grado de brigadier y acompañó al también brigadier Mateo Pumacahua en la expedición a Arequipa. El 9 de noviembre de 1814 venció en la batalla de La Apacheta a las fuerzas realistas dirigidas por el intendente José Gabriel Moscoso y el mariscal Francisco Picoaga, luego de lo cual ocupó Arequipa, donde intentó organizar un gobierno local. Pero pronto debió ordenar la retirada debido a la aproximación del ejército del general realista Juan Ramírez.

 

Ambas fuerzas antagonistas se avistaron en Apo el 5 de diciembre, pero por lo pronto prefirieron evitar un encuentro. Ramírez consolidó la posesión en Arequipa y dio un descanso a sus fuerzas. Los realistas contaban con fuerzas bien equipadas y disciplinadas, en número de 1200, mientras que los patriotas, si bien eran más numerosos, solo unos 600 de ellos tenían armas de fuego; el resto combatía con lanzas, hondas y picas. Reanudada la lucha, se trabó la batalla de Umachiri, el 11 de marzo de 1815. Las fuerzas patriotas de Pumacahua y Vicente Angulo fueron derrotadas. Vicente fue apresado y conducido al Cusco, donde fue sometido a juicio sumario y condenado a muerte, junto con sus hermanos Mariano y José.

 

Mariano Angulo

 

Se inició en la administración pública como subdelegado del partido de Abancay (una de las subdivisiones políticas de la Intendencia del Cusco). Luego se dedicó al comercio en el Cusco y se hizo cargo del fundo Simataucca, en Chinchero, que le cedió a censo Petronila Durán de Quintanilla. Al estallar la revolución de 1814, se hizo cargo de la comandancia del cuartel general del Cusco, con el grado de coronel.

 

El 30 de noviembre del mismo año encabezó el asalto a la casa del también coronel Domingo Luis Astete, miembro de la junta revolucionaria, pero que evidentemente estaba a favor de los españoles. Al frente de fuerzas revolucionarias se dirigió hacia Abancay el 15 de febrero de 1815, para unirse, como mayor de caballería, a las fuerzas patriotas de Manuel Hurtado de Mendoza y el cura José Gabriel Béjar que operaban en Huamanga, pero conocida la derrota de Pumacahua y Vicente Angulo en Umachiri (Puno), surgió el desaliento entre las tropas patriotas.

 

Se produjo entonces la traición de uno de los jefes patriotas, José Manuel Romano, alias Pucatoro (toro rojo), que promovió una trifulca en la que asesinó a Hurtado de Mendoza, luego de lo cual se entregó a los realistas con todas sus fuerzas. Mariano Angulo logró huir, pero fue apresado junto con sus hermanos y enviado al Cusco, siendo sometido a un proceso sumario. Todos ellos fueron condenados a muerte, pena que se cumplió en el Cusco el 29 de mayo de 1815.

 

Juan Angulo

 

Estudió en el Seminario de San Antonio Abad del Cuzco, y luego de recibir el diaconado el 18 de septiembre de 1802, sirvió en las parroquias de Belén y Santiago, y fue ecónomo en las doctrinas de Alca y Quiaca. Consagrado como presbítero hacia 1808, fue destinado a la parroquia de Pampamarca, a cuyo templo ornamentó y puso techo, de su propio peculio. Hallábase en el curato de Lares, cuando estalló la Revolución del Cuzco de 1814.

 

Enterado de este suceso, se trasladó inmediatamente al Cuzco para acompañar a sus hermanos Mariano, Vicente y José, caudillos de dicha revolución. Estuvo al lado de José, el mismo que se había autoproclamado Capitán General, llegando sin duda a ser su consejero y posiblemente redactó los documentos que tienen la firma del mismo. Derrotada la revolución y ajusticiados sus hermanos el 29 de mayo de 1815, fue capturado y encerrado en prisión. Sometido a juicio, los jueces se limitaron a tomarle declaración y no lo acusaron formalmente. Solamente por el abandono de su parroquia y por haber acompañado a su hermano José, fue condenado a un año de ejercicios espirituales en Trujillo (ciudad del norte del Perú), y a pagar una multa de 2.000 pesos. 


De todos modos, el general realista Juan Ramírez lo envió a Lima, donde el virrey Abascal ordenó que fuera embarcado rumbo a España. Al llegar a Cádiz fue recluido en el castillo de San Sebastián y a pedido del consejo real, fue finalmente trasladado a Madrid, pasando a la Cárcel de Corte.

 

https://es.wikipedia.org/wiki/Hermanos_Angulo#:~:text=Los%20hermanos%20Angulo%20fueron%20pr%C3%B3ceres,del%20natalicio%20de%20cada%20un




Para el jueves 20 de abril de 2023 seguiré publicando la historia de hombres destacados del Perú


abril 17, 2023   Posted by Los Mina Digital with No comments

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