La Primavera Democrática y las democracias endebles
(1939-1948)
Manuel Prado Ugarteche, presidente constitucional del Perú en dos períodos: 1939-1945 y 1956-1962.
Manuel Prado asumió la presidencia el 8 de diciembre de 1939,
iniciando lo que sería su primer gobierno (1939-1945). Su gobierno fue de una
relativa democracia. Mantuvo proscrito al Partido Aprista y recibió el apoyo
del Partido Comunista. Continuó en gran parte la obra realizada por el general
Benavides, manteniendo fuertes vínculos con la oligarquía.
Este primer gobierno de Prado coincidió con el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial en la cual el Perú se alineó decididamente con el bando aliado, siendo el primer país de Latinoamérica en romper relaciones con las potencias del Eje.
Durante una reunión extraordinaria de cancilleres realizada en Río de Janeiro, a principios de 1942, fue la actitud peruana la que inclinó a los representantes de los demás países americanos a apoyar a Estados Unidos.
De otro lado, la guerra mundial tuvo repercusiones en la economía peruana. Las importaciones bajaron notablemente pero los productos de exportación aumentaron. La escasez de productos de importación para el consumo nacional hizo surgir nuevas industrias que reemplazaron a los productos extranjeros con buen éxito.
Otro éxito internacional del gobierno de Prado fue la Guerra contra el Ecuador de 1941. En junio de ese año, el ejército ecuatoriano agredió la zona de Zarumilla, en la frontera norte peruana, lo que desató el conflicto armado.
El Perú había formado una unidad de paracaidistas en la zona e hizo uso de ella en el primer combate en el Hemisferio Sur donde intervinieron tropas aerotransportadas, que produjo la toma de Puerto Bolívar el 31 de julio de 1941, mes cuando cesaron las operaciones militares. Del lado peruano se recuerda la inmolación del teniente CAP José Quiñones Gonzáles en la misión aérea contra las baterías ecuatorianas en Quebrada Seca.
El Ejército peruano ocupó parte de la provincia ecuatoriana
de El Oro, junto al Océano Pacífico, así como de partes de la provincia de Loja
y reafirmó su control sobre los territorios orientales amazónicos sobre los que
el Ecuador reclamaba soberanía.
José Luis Bustamante y Rivero, presidente del Perú (1945-1948).
En Río de Janeiro (Brasil) se firmó el Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro, el 29 de enero de 1942, que zanjó la centenaria disputa limítrofe con dicha nación, aunque los problemas derivados por la demarcación fronteriza habrían de ocupar todavía el resto del siglo XX.
Para las elecciones de 1945 se conformó por Frente
Democrático Nacional (FDN), conformado por diversos partidos y movimientos,
siendo el más importante el Partido Aprista. Este Frente se logró gracias a un
acuerdo entre el líder aprista, Haya de la Torre, y el mariscal Benavides, que
aún conservaba ascendiente en el Ejército. El FDN lanzó la candidatura del
jurista José Luis Bustamante y Rivero, que resultó triunfador, derrotando a la
candidatura del general Eloy Ureta, el vencedor de la guerra con el Ecuador de
1941.
Bustamante asumió la presidencia el 28 de julio de 1945. Hecho notable de su gestión fue extender la soberanía peruana en una extensión de doscientas millas marinas, por Decreto Supremo expedido el 1 de agosto de 1947.
En el aspecto económico se produjeron serias dificultades. La
inflación creció y los salarios perdieron su poder adquisitivo. Frente al
malestar social, manifestado en huelgas, Bustamante aplicó una política de
asistencia social, de inspiración aprista. Otras medidas aplicadas, como el
control de cambios y los controles de precios, no variaron la aguda situación.
Por su parte, el sector exportador agro-minero reclamó la eliminación total del
control de cambios y de la restricción de las importaciones, que les afectaba
directamente a los bolsillos.
En el aspecto político, Bustamante perdió pronto el apoyo de los apristas, al negarse a ser un simple instrumento manipulable de estos. El asesinato de Francisco Graña Garland, director del diario La Prensa (de tendencia antiaprista), ocurrido el 7 de enero de 1947, fue atribuido al aprismo y marcó el inicio de la ruptura del gobierno con este partido. Los apristas pasaron a ejercer una desaforada oposición y los más exaltados de sus miembros planearon una revolución.
Mientras que la oligarquía, que exigía mano
dura contra los apristas, pasó también a conspirar, entendiéndose con los
militares. El 3 de octubre de 1948, el sector extremista del aprismo fomentó la
rebelión de la marinería en el Callao, que fue aplastada sangrientamente.
Bustamante puso fuera de la ley al partido aprista, pero sus días en el poder
ya estaban contados.
El 27 de octubre de 1948, el general Manuel A. Odría, a la
cabeza de la guarnición de Arequipa, se levantó en contra del gobierno,
proclamando una Revolución Restauradora. El triunfo del movimiento se decidió
cuando la guarnición de Lima, al mando del general Zenón Noriega se sumó a
Odría. Bustamante fue deportado hacia Buenos Aires.
La Restauración oligárquica y el Ochenio de Odría (1948-1956)
Ochenio de Manuel Odría
Odría gobernaría el país durante ocho años, de ahí el nombre de Ochenio que se dio a su régimen, un período que para el Perú significó el regreso al militarismo, las políticas económicas liberales, la represión y persecución a los líderes apristas, y un populismo manipulador sobre las clases populares
El período conocido como el Ochenio de Odría, se divide en
dos fases: la Junta Militar de Gobierno (1948-1950) y la Presidencia de la
República (1950-1956). Algunos la definen como una “dictadura de derecha”; para
otros fue solo un gobierno autoritario y popular. Retornaban así los militares
al poder, tras ocho años de gobierno civil.
Depuesto el presidente Bustamante, los militares golpistas instauraron un Junta Militar, presidida por el general Manuel A. Odría, quien impuso un gobierno autoritario, enérgicamente antiaprista y anticomunista.
Se suprimieron las garantías individuales, consagrada indefinidamente con una arbitraria Ley de Seguridad Interna, dirigida con especial dureza contra el APRA. Cerebro de la represión fue el director de gobierno, Alejandro Esparza Zañartu (luego ministro de Gobierno).
Los líderes apristas fueron encarcelados o deportados. Haya de la Torre se asiló en la embajada de Colombia y el gobierno peruano exigió su entrega, lo que originó un incidente diplomático con dicho país, que fue elevado hasta el Corte Internacional de Justicia de La Haya. Finalmente, Haya de la Torre abandonó la embajada y salió rumbo al destierro en 1954.
La Junta Militar decidió convocar a elecciones presidenciales en 1950. Odría sería el candidato, pero existía un problema formal: de acuerdo a la Constitución, el ciudadano que aspirara a la presidencia no debía ejercer al mismo tiempo el poder, al que debía renunciar, mínimo, seis meses antes de las elecciones.
Odría dio entonces su famosa “bajada al llano”: faltando apenas un mes para las elecciones dejó el poder al general Zenón Noriega (1 de junio de 1950). La oposición, reunida en una Liga Nacional Democrática, presentó a su vez la candidatura del general Ernesto Montagne Markholz, que fue apresado. En protesta, estalló la rebelión de Arequipa que fue reprimida sangrientamente por el gobierno. Odría venció así como único candidato en las elecciones generales del 2 de julio de 1950.
Odría juró como Presidente Constitucional el 28 de julio de
1950. De su gobierno merecen destacarse la gran obra educacional y de seguridad
social, así como la relativa recuperación económica y financiera del país,
favorecido en parte por una beneficiosa coyuntura internacional: la guerra de
Corea, que trajo un aumento las exportaciones y el repunte de sus precios.
El gobierno fue pródigo en grandes obras de infraestructura, que dieron empleo a miles de trabajadores. Las inversiones que en 1948 llegaban a 126, 000, 000 soles, pasaron de 1, 000, 000, 000 en 1953.
Fue así como se
erigieron grandes unidades escolares, universidades nacionales, edificios
públicos (como el del Ministerio de Educación), complejos de vivienda,
hospitales (como el Hospital del Empleado, hoy Hospital Edgardo Rebagliati
Martins; y el Hospital Militar Central), hoteles, puentes, estadios (como el
Estadio Nacional de Lima), etc.
Hospital del Seguro Social del Empleado (actualmente el Hospital Edgardo Rebagliati Martins) en el año 1952. El Ochenio de Odría se caracterizó por la construcción de grandes obras públicas.
Hacia 1954, el gobierno de Odría ya daba señales de agotamiento. La oposición se organizó para promover el retorno a la democracia. Se formó una Coalición Nacional, que convocó a una reunión en el teatro de Arequipa, la misma que fue atacada por matones al servicio del gobierno. Ello provocó una masiva protesta de los arequipeños, similar a la de 1950. La ciudad se declaró en huelga general y pidió la destitución del ministro de Gobierno, Alejandro Esparza Zañartu.
Estalló así la llamada Revolución de Arequipa de 1955. Odría se abstuvo de enviar a las fuerzas militares para reprimir la revuelta. A Esparza no le quedó sino renunciar y partir al exilio. Este episodio marcó el comienzo del fin del régimen odriísta.
Odría decidió convocar a elecciones generales en 1956, anunciando que él no participaría como candidato. Tampoco podían participar el aprismo y el comunismo. Se presentaron tres candidatos: Hernando de Lavalle, inicialmente apoyado por el gobierno y por el recientemente fundada Democracia Cristiana; el expresidente Manuel Prado Ugarteche, por el Movimiento Democrático Peruano (MDP); y el arquitecto Fernando Belaúnde Terry, lanzado por un improvisado Frente Nacional de Juventudes Democráticas, cuya inscripción fue impuesta al Jurado Nacional de Elecciones, tras una protesta memorable realizada en el centro de Lima, conocida como el “Manguerazo”.
El voto aprista, por ser de un partido de masas, era decisivo
en estas elecciones. Prado tuvo la habilidad de ganarse el apoyo de los
apristas, a quienes prometió levantarles la proscripción desde el primer día de
subir al poder. El gobierno también optó por apoyar a Prado, con quien convino
el llamado el Pacto de Monterrico, a cambio de una total impunidad en lo que
respecta a los casos de corrupción del Ochenio.
Las elecciones se realizaron el 17 de junio de 1956,
resultando triunfante Manuel Prado Ugarteche, con 568, 134 votos (45.5 %).
El reformismo civil moderado (1956-1968)
Manuel Prado Ugarteche asumió el gobierno por segunda vez el 28 de julio de 1956, para cumplir un periodo de seis años. Cumpliendo la promesa hecha a los apristas, derogó la Ley de Seguridad Interior, comprendiendo en la amnistía subsiguiente a todos los presos políticos y a los que se hallaban exiliados. Por ello esta nueva gestión fue llamada el «período de la convivencia», ya que se produjo un entendimiento entre el pradismo y el aprismo.
Este segundo gobierno de Prado se desarrolló en un clima de agitación motivada principalmente por la crisis económica. Para enfrentarla nombró como ministro de Hacienda y presidente del Consejo de Ministros a Pedro G. Beltrán el director del diario La Prensa, hasta entonces tenaz crítico del gobierno (1959). Beltrán equilibró las finanzas públicas y estabiliza la moneda peruana, no sin antes adoptar medidas antipopulares de corte liberal, como el alza de la gasolina, el recorte de los subsidios a los alimentos y el aumento de la carga tributaria.
Por esos años se desarrollaron mucho las migraciones de la sierra y se incrementaron las barriadas en torno a Lima, al punto de hablarse del “cinturón de miseria” que empezaba a rodear la capital. También por entonces empezó el despegue de la industria de la harina de pescado, hasta convertir al Perú en la primera potencia pesquera del planeta, mérito que se debió a un talentoso empresario peruano: Luis Banchero Rossi.
Al aproximarse el final del gobierno de Prado, el descontento popular era innegable. En medio de ese ambiente se convocaron las elecciones generales de 1962, siendo los principales candidatos los siguientes:
Víctor Raúl Haya de la Torre, por el Partido Aprista.
El arquitecto Fernando Belaúnde Terry, por el partido Acción
Popular (AP).
El general y expresidente Manuel A. Odría, por su partido Unión Nacional Odriísta (UNO).
Junta Militar de Gobierno fue presidida por el general Ricardo Pérez Godoy y luego por el general Nicolás Lindley López, que anuló las elecciones y convocó a otras nuevas.
Las elecciones se realizaron el 10 de junio de 1962. Al
finalizar el escrutinio ningún candidato había obtenido el tercio de votos que
exigía la Constitución Política vigente, debiendo entonces el Congreso elegir
entre los candidatos que más votación habían obtenido, que eran los tres arriba
mencionados. La situación obligaba a un pacto entre por lo menos dos de estos
tres principales contrincantes.
Belaúnde no quiso transar con los apristas ni con los odriístas, por lo que dejó el campo abierto para que pactaran los dos enemigos acérrimos, Haya y Odría, acordándose que este último asumiría la presidencia de la república. Pero al haberse denunciado fraude electoral en algunos departamentos, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, exigió la anulación de las elecciones. Al recibir una respuesta negativa de parte del Jurado Nacional de Elecciones, los militares depusieron al presidente Prado en la madrugada del 18 de julio de 1962, cuando faltaban solo once días para finalizar su periodo presidencial.
Se conformó una Junta Militar de Gobierno, presidida por el
general Ricardo Pérez Godoy y luego por el general Nicolás Lindley López, que
anuló las elecciones y convocó a otras nuevas.
Esta Junta tuvo un carácter reformista, al punto que esbozó
una reforma agraria y creó instituciones destinadas a la planificación estatal
y a la promoción cultural. Estas medidas tenían como objetivo realizar una
serie de reformas ante el temor de que el descontento social pudiera ser
canalizado por sectores radicales de izquierda.
Las nuevas elecciones se realizaron el 9 de junio de 1963,
con la participación de los tres candidatos importantes de la anteriores
elecciones, es decir Haya de la Torre, Belaúnde y Odría. Pero esta vez funcionó
en contra de Haya de la Torre la teoría del «voto perdido»: para muchos era muy
probable que si ganaba nuevamente el APRA los militares insistirían en no
reconocer el resultado, por lo que apostaron por Belaúnde, que resultó así
triunfador.
Fernando Belaúnde Terry, presidente del Perú (1963-1968 y 1980-1985).
El arq. Fernando Belaúnde Terry resultó así elegido presidente constitucional para el período 1963-1969. Su obra estuvo orientada mayormente a las grandes obras públicas, preferentemente en el interior del país: construcción de carreteras (principalmente la Marginal de la Selva), aeropuertos, conjuntos habitacionales, reservorios, etc.
Asimismo, restituyó el origen democrático de las autoridades municipales e intentó llevar a cabo una serie de reformas (incluida una reforma agraria integral).
Sin embargo, su labor fue obstaculizada constantemente en el
parlamento por la oposición de los odriístas y apristas, que se aliaron
formando la llamada COALICIÓN, que puso en minoría parlamentaria a los
representantes gobiernistas de Acción Popular y la Democracia Cristiana, que
formaron la llamada ALIANZA. En el interior del país se sucedieron los
conflictos sociales y la acción de guerrillas de inspiración comunista.
En cuanto a política económica, Belaúnde no pudo controlar la
inflación y la moneda nacional sufrió una drástica devaluación el 1 de
septiembre de 1967, lo que, lógicamente, ocasionó un tremendo malestar social.
Asimismo se elevó la deuda externa.
Se acrecentaron las migraciones internas,del campo a la ciudad, especialmente en Lima, donde surgieron numerosos barrios marginales, que se denominaron después «pueblos jóvenes», que agudizaron el problema de la vivienda y aumentaron el índice de desocupación.
Durante este gobierno se da, en 1964, el genocidio matsé que
fue la masacre sistemática, patrocinada por el estado peruano, contra los
civiles de tribus amazónicas matsés a orillas del río Yavarí dentro del
departamento de Loreto cerca de la frontera con Brasil.
Belaúnde encaró la resolución del viejo problema de La Brea y
Pariñas. Este era el nombre de unos yacimientos petrolíferos situados en el
norte y explotados entonces por una compañía estadounidense, la International
Petroleum Company (IPC).
Durante décadas esta compañía y su antecesora británica se
habían negado a pagar al Estado el monto real de los impuestos por explotación,
usando a su favor un error inicial de parte del Estado en la medición de las
pertenencias que explotaban.
Este viejo litigio finalizó el 13 de agosto de 1968 con la
suscripción del Acta de Talara, por la cual los yacimientos de La Brea y
Pariñas se retornaban al Estado peruano, mientras que la IPC conservaba solo la
vieja refinería de Talara.
Sin embargo, estalló un escándalo en torno a la desaparición
de una página del contrato de precios de petróleo crudo entre la Empresa
Petrolera Fiscal (entidad estatal) y la IPC (10 de septiembre de 1968), lo que
levantó la suspicacia, atizada por los medios periodísticos. Esa fue la famosa
«Página Once», que sirvió de pretexto para que un grupo de oficiales del
ejército, encabezados por el general Juan Velasco Alvarado, dieran un golpe de
Estado menos de un mes después, acusando al gobierno de «entreguismo».
https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_del_Per%C3%BA
Para el próximo lunes 27 de marzo de 2023 seguiremos publicando la historia resumida del Perú
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