
Algunos Monumentos históricos de Argentina
La Casa Rosada
Una historia fascinante
Es la casa más famosa de la República Argentina, pero pocos
conocen su historia. Un recorrido desde el viejo fortín hasta la actualidad.
Es la casa más famosa del país, pero pocos argentinos conocen
su historia. Por sus pasillos transcurrió nuestra historia. Un lugar donde
pasaron los líderes que condujeron los destinos de nuestra patria. Por
supuesto, estamos hablando de la Casa Rosada.
En 1580, Don Juan de Garay fundó por segunda vez la ciudad de Buenos Aires. En el plano catastral de la fundación, en la actual ubicación de la Casa Rosada se construyó el Fuerte, vital para la defensa de los originarios hostiles y los piratas que frecuentemente atacaban el Río de la Plata. La ciudad era tan pobre que no tenía guarnición permanente. Los propios vecinos se reunían en milicias alrededor del Fortín.
En 1895 la Real Fortaleza de San Juan Baltazar de Austria
tuvo foso y una muralla de material. En 1776, por la amenaza del avance
portugués sobre el Atlántico Sur, se creó el Virreinato del Río de la Plata. El
Fuerte pasó a ser residencia del Virrey. Con pocos cambios llegó 1810, cuando
el último Virrey Baltazar Hidalgo de
Cisneros tomó su equipaje y se fue de la ciudad. Durante la Revolución, el
Fortín fue sede de las autoridades nacionales y luego provinciales.
La primera foto que se conoce de la Casa de Gobierno, tal
como se la conoce hoy; 26 de octubre de 1898.
Cuando en diciembre de 1829 asumió el Brigadier Juan Manuel
de Rosas, recibió los atributos del mando en lo que se decía que era una ruina
llena de ratones. Rosas decidió que no gobernaría allí y decidió la
construcción de su famosa casa de Palermo. El antiguo fuerte fue abandonado hasta
1862. Bartolomé Mitre vencedor de Pavón trasladó a sus ministros al viejo
edificio y comenzó una modesta refacción y una necesaria desratización.
En 1868 llegó un nuevo inquilino. Domingo Faustino Sarmiento
decidió que esa fea edificación no podía ser sede de un gobierno nacional. Pero
las arcas del tesoro no daba para mucho más y hubo que esperar hasta 1873 para
que se vean los cambios. El principal, la edificación casi total de un nuevo
edificio, con jardines en su interior y un extraño color rosado en sus paredes
exteriores.
¿Por qué pintar de rosa la casa? Cuando el pueblo de la
ciudad de Buenos Aires se preguntaba las razones de ese color se corrió la
salomónica explicación que se mezclaron los colores de Federales y Unitarios.
Poética explicación, pero no es verdadera. La realidad es prosaica: en aquellos
tiempos era bastante común pintar con cal el frente de las casas y no era
extraño agregar sangre de buey para lograr mayor impermeabilidad y evitar así
la famosa humedad porteña.
En 1874 llegó un nuevo inquilino. Nicolás Avellaneda fue el
presidente más joven de la República. Se encontró con un problema a resolver:
la ciudad crecía y se necesitaba un nuevo edificio de correos para remplazar al
de la calle Florida y se empieza a construir uno nuevo al lado mismo de la sede
gubernamental. Cuando en 1880 el Presidente Julio Argentino Roca nuevo morador
de la Rosada, se da cuenta que el nuevo edificio vecino no solo es más bello
sino también más cómodo decidió unir a ambos y modificar la esquina de Balcarce
y Rivadavia para armonizar.
Proyecto original de Tamburini para la ampliación de la Casa
Rosada (1884).
Se contrató al arquitecto italiano Francisco Tamburini, quién encaró la unificación de ambas edificaciones con un hermoso arco que le brindó a la casa un inconfundible aspecto italiano (si se paran frente a la casa y observan detenidamente, notarán que el edificio no quedó simétrico).Ahora sí, la Casa Rosada adquirió un aspecto muy parecido al actual. Pero debemos esperar hasta 1898 para llegar al aspecto definitivo que tiene en la actualidad.
Pero la Casa Rosada tuvo sus detractores. El más importante fue José Camilo Paz. Poderoso estanciero y dueño del diario La Prensa. Paz soñaba con demoler la Casa Rosada y extender la nueva Avenida de Mayo hasta el Río de la Plata. El millonario anhelaba ser presidente de la República; por tal motivo encargó al arquitecto francés Sortais la construcción del bellísimo Palacio Paz, con la idea de dejarla como nueva casa de Gobierno. Pero la parca alcanzó a Paz en Montecarlo, año 1912, frustrando su sueño presidencial y de demolición.
Roque Sáenz Peña fue el único presidente que vivió en la Casa
Rosada. El agravamiento de su enfermedad (se sospecha que una sífilis contraída
en la Guerra del Pacífico, donde fue voluntario en el Ejército del Perú) le era
imposible trasladarse hacia su hogar. Por lo tanto se acondicionó un ala de la
Casa Rosada. El presidente murió allí el 9 de agosto de 1914.
En 1905 se produjo un curioso hallazgo arqueológico. Se
estaba colocando la fuente en el Patio de las Palmeras cuando en la excavación
surgió un par de piedras redondas que llamaron la atención de los operarios.
Perplejos ante el hallazgo,se convocó al famoso arqueólogo
Juan Bautista Ambrosetti, quién certificó que eran boleadoras de los
querandíes.
Las obras de demolición en 1938.
¿Quién fue el primer personaje público en salir a saludar al
balcón? Aunque parezca extraño fue el aviador español Ramón Franco hermano de
Francisco , el 10 de febrero de 1926. Comandante del Plus Ultra, la aeronave
que unió España con América, fue llevado en andas por una multitud fervorosa.
El presidente Marcelo Torcuato de Alvear lo invitó a saludar a la multitud
desde el balcón. En los años 30s volvió la idea de demoler la Casa Rosada con
el pretexto de la llegada del subterráneo. En 1938 se demolieron 17 metros del
frente sur de la Casa para poder extender la línea B.
Galería de los Patriotas Latinoamericanos del Bicentenario, ubicada en la planta baja del palacio
Creo que no existe una imagen tan poderosa en el imaginario
colectivo argentino que la imagen del General Juan Domingo Perón y su esposa
Eva Duarte saludando a una multitud de descamisados peronistas. ¿Cuándo salió
Perón por primera vez al famoso balcón y por qué eligió ese?, a las 23 hs. del
histórico 17 de octubre de 1945 un victorioso Perón aparece por un balcón y se
escucha un clamor que cambia para siempre a la política nacional, allí rodeado
por aquellos que lo tenían detenido Perón se da cuenta de que había ganado la
pulseada y que ahora solo era cuestión de tiempo para tener el poder. Perón
llego proveniente del hospital Militar donde no tenía una información verídica
de lo que estaba pasando desde temprano en la ciudad y se sorprende con la
multitud reunida en la plaza y alrededores ya adentro de la casa sus rivales le
piden que salga e intente que la gente se retire en paz evitando disturbios,
rápidamente elige el primer balcón que ve libre y listo ya está la historia
tiene un nuevo icono.
Los años del primer peronismo son años de visibilidad de la
casa. El peronismo tiene su propia liturgia y en ella los actos masivos son
galvanizantes. El 17 de Octubre es la navidad peronista y la multitud aclamaba
a la pareja presidencial que saludaba desde el mítico balcón. En 1955 el
gobierno peronista recibía embates desde varios sectores. Desde el balcón Perón amenazaba con el 5 por 1. La respuesta
fue demencial.
El 16 de junio de 1955 se bombardeó la Plaza de Mayo y la
Casa Rosada para asesinar al Presidente pero solo mataron criminalmente a
inocentes. La casa se convierte en frente de lucha y los pocos Granaderos que
la protegía logran frenar a los Infantes de Marina que provenientes del
Ministerio de Marina intentaron ocuparla.
Durante muchos años, las huellas de la metralla fueron
cicatrices que nos recordaba la barbarie del enfrentamiento entre hermanos. En
1973 el viejo caudillo regreso del exilio, pero cuando salió nuevamente al
balcón este tenía un vidrio antibala (reflejo de la violencia de la época).
El 1 de mayo, Perón expulsó a los Montoneros de la plaza y el
12 de junio fue el último discurso con la famosa frase: “llevo en mis oídos la
más maravillosa música…”. En 1982 otro inquilino, el dictador Galtieri, salió
al balcón para comunicar al pueblo reunido que las Malvinas eran nuevamente
argentinas y desafiar a un Príncipe británico a intentar recuperarlas.
Esperamos hasta 1986 para que gente más querida por el pueblo
saliera al balcón y nadie más querido por todos que el inolvidable Diego
Armando Maradona que nos brindaba a todos la Copa Mundial ganada de forma
brillante en México.
El Presidente Alfonsín no quiso salir al balcón ya que el
triunfo era de los jugadores si salió un año después para comunicar que el
motín de Semana Santa había terminado.
A partir de la Presidencia de Carlos Menem la casa se fue
haciendo más moderna y coqueta, pero volvió a tener horas oscuras el 19 y 20 de
diciembre de 2001 con la salida del Presidente De la Rúa en helicóptero desde
la azotea. Néstor Kirchner empieza una apertura al público que puede empezar a
visitar la casa de gobierno y su sucesora Cristina Fernández continuó con esa
política encarando una remodelación total.
Hoy la casa espera a sus visitantes para que después de la
pandemia la vuelvan a recorrer. El viejo fuerte español sigue siendo, hasta el
día de hoy, un lugar mítico de la ciudad de Buenos Aires.
Entre 1999 y 2006, la Casa lució una fachada restaurada con
un rosa intenso y las otras tres deterioradas.
La Casa Rosada: una historia fascinante
Por Tony Aira *
https://radiografica.org.ar/2021/10/20/la-casa-rosada-una-historia-fascinante/
https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_Rosada
Obelisco de Argentina
Historia del Obelisco
Se lo considera un ícono de la Ciudad y es el punto de
reunión para actos o festejos. Para su aniversario número 85, que es este año,
se realizó una puesta en valor que incluyó trabajos de hidrolavado y pintura.
La rapidísima construcción del desmesurado Obelisco, en
reemplazo de un hito de escala barrial como había sido el templo parroquial San
Nicolás de Bari, no hizo más que incentivar la polémica entre los partidarios
de la renovación de la ciudad y los sectores más tradicionalistas. La
Municipalidad ganó el juicio entablado contra la Curia, y la última misa se
celebró el 16 de agosto de 1931.
San Nicolás era, en sí, un monumento histórico. No sólo por
ser, por ejemplo, el templo donde se bautizaron a Mariano Moreno o a Manuel
Dorrego, o donde descansaban los restos del cura Manuel Alberti, el primer
miembro de la Junta de 1810 en morir en enero de 1811, sino además que en su
torre flameó por primera vez un 23 de agosto de 1812 la bandera argentina. En
1935 se inauguraría el templo en su ubicación actual, en la Avenida Santa Fe.
El obelisco porteño fue construido durante la gestión
presidencial del militar e ingeniero Agustín Pedro Justo, quien condujo los
destinos de la Argentina entre el 20 de febrero de 1932 y el mismo día del año
1938. En ejercicio de esa potestad, el entonces presidente Justo designó como
intendente de la ciudad capital al abogado, escritor y político Mariano de
Vedia y Mitre, quien ocupó el cargo entre 1932 y 1938.
Fue precisamente Mariano de Vedia y Mitre quien, en el marco
de un plan de modernización de la ciudad que además incluía el ensanchamiento
de la Av. Corrientes, la apertura de la Av. 9 de Julio y la construcción de la
Plaza de la República y a propuesta de su secretario de Hacienda Atilio Dell'
Oro, ordenó la construcción del Obelisco con el objetivo de celebrar el
cuadrigentésimo aniversario de la fundación de la ciudad de Buenos Aires.
El Obelisco es, en todo el mundo, el mayor emblema de la
ciudad y de sus habitantes, como lo pueden ser la Torre Eiffel en París o la
Estatua de la Libertad en Nueva York.
Se aproximaban los 400 años de la fundación de la ciudad de
Buenos Aires por Pedro de Mendoza, y las autoridades porteñas buscaban la forma
de realizar un homenaje adecuado para aquella aldea que sería destruida en 1541
y vuelta a fundar en 1580.
Inaugurado en 1936 para recordar el cuarto centenario de la
primera fundación de Buenos Aires, es obra del arquitecto Alberto Prebisch, uno
de los principales exponentes del modernismo argentino. La alemana GEOPE fue la
empresa constructora. Los trabajos comenzaron el 20 de marzo de 1936 y el
Obelisco, se inauguró el sábado 23 de mayo de ese mismo año a las 15 horas.
Participaron 157 obreros, y hubo que lamentar la muerte de
uno de ellos, el italiano José Cosentino. El total de la obra ascendió a
200,000 pesos. Su construcción demoró apenas dos meses y se cumplió la
indicación del intendente, quien quería que estuviese terminado antes del 25 de
mayo.
La palabra "obelisco" deriva del latín obeliscum, y
según el diccionario de la Real Academia Española, significa "pilar muy
alto, de cuatro caras iguales y terminado por una punta piramidal muy achatada,
que sirve de adorno en lugares públicos".
Pues el principal símbolo representativo de la ciudad de
Buenos Aires es precisamente su "obelisco", que está en el cruce de
las avenidas Corrientes y 9 de Julio, en la llamada Plaza de la República,
siendo su exacto domicilio el siguiente: Av. Corrientes 1066, ciudad de Buenos
Aires.
Con una altura total de 67.5 metros y una base de 6.8 metros
por lado, el Obelisco posee una única puerta de, detrás de la cual hay una
escalera marinera de 206 escalones con 7 descansos que lleva a la cúspide. Allí
existe un mirador con cuatro ventanas, visibles desde la calle.
En febrero de 1936 el intendente Mariano de Vedia y Mitre,resolvió
la creación de un monumento que le hiciera justicia a tamaño acontecimiento,
como fue la primera fundación de la ciudad.
En el decreto que firmó, se refería a una obra "…que
señale al pueblo de la República la verdadera importancia de aquella efeméride.
Que no existe en la ciudad ningún monumento que simbolice el homenaje de la
Capital de la Nación entera". Nacía el Obelisco.
Los detractores del obelisco, que se había quedado con la
sangre en el ojo porque decían que el proyecto no había sido discutido en el
Concejo Deliberante, tuvieron su oportunidad de volver a la carga el 21 de
junio de 1938 cuando se le desprendieron trozos de mampostería. Y en junio del
año siguiente, los ediles porteños, por 23 votos a favor y uno en contra,
votaron la ordenanza 10251 de su demolición, argumentando razones de seguridad,
estéticas y económicas,
Tuvo que terciar el propio presidente Roberto Marcelino
Ortiz, al expresar que el Obelisco era un monumento para recordar un
acontecimiento importante como fue la primera fundación de Buenos Aires, que el
intendente porteño era sólo un delegado del gobierno nacional, y que el
Ministerio de Obras Públicas se encargaría de costear las reparaciones. Y llegó
el veto del intendente Arturo Goyeneche.
Se quitaron las losas y se las reemplazaron por mampostería.
En el apuro, se eliminó la leyenda que indicaba que Presbisch había sido el
arquitecto de la obra. Y asunto terminado.
Los cuatro acontecimientos: El 4º centenario de la fundación
de la ciudad por Pedro de Mendoza. 2. El lugar en donde la bandera Argentina
fue izada por primera vez. 3. La proclamación de la Ciudad como la Capital
Federal del país y 4. La segunda fundación de la ciudad por Juan de Garay.
Descripción de los festejo para su inauguración en 1936: «El
sábado 23 de mayo, el pueblo se ha dado cita en la flamante Plaza de la
República. El primer magistrado de la Nación preside la solemne ceremonia. Son
exactamente las 15, cuando la Banda Municipal ejecuta el Himno Nacional.
Se cortan simbólicamente las cintas y se declara inaugurado
el nuevo tramo del ensanche y el gran Obelisco, convertido ya en motivo
inspirador del tradicional ingenio porteño. En la rotonda se han reunido chicos
de las escuelas.
La voz del intendente municipal concreta el pensamiento de
todos, encasillando el acontecimiento en su justo marco. «Este Obelisco será en
el correr del tiempo el documento más auténtico de este fasto del cuarto
centenario de la ciudad. Dentro de las líneas clásicas en que se erige, es como
una materialización del alma de Buenos Aires que va hacia la altura, que se
empina sobre sí misma para mostrarse a los demás pueblos y que desde aquí
proclama su solidaridad con ellos. Buenos Aires se siente grande, fuerte,
pujante.
https://www.buenosaires.gob.ar/espaciopublicoehigieneurbana/paisaje-urbano-y-disfrute/eje-civico/plaza-de-la-republica/historia-del-obelisco?
Monumento al General San Martín y a los Ejércitos de la
Independencia
El Monumento al General San Martín y a los Ejércitos de la
Independencia de la ciudad de Buenos Aires es un monumento ecuestre en bronce
sobre una base de granito pulido rojo que hace honor al General José de San
Martín, héroe nacional argentino, y a cuatro importantes hitos relacionados con
la independencia americana: Partida hacia la guerra, la Batalla, la Victoria y
El regreso del vencedor.
El conjunto formado por el Libertador sobre el caballo fue el
primer monumento ecuestre de la Argentina (inaugurado el 13 de julio de 1862),
obra del escultor francés Louis-Joseph Daumas.
En cambio los grupos de bronce alrededor del basamento son
obra del alemán Gustavo Eberlein, y se inauguraron en 1910.
Monumento en Buenos Aires en 1864.
Monumento en Chile.
En 1859, la Municipalidad de Buenos Aires se enteró de una
iniciativa chilena consistente en realizar un monumento conmemorativo al
General San Martín. En efecto, en Chile se le había encargado al escultor
francés, especialista en caballos, Louis Joseph Daumas, la realización de un
monumento ecuestre conmemorativo al Libertador que se emplazaría en la ciudad
de Santiago de Chile. Aunque la obra fue terminada por Daumas en 1860, su
inauguración recién se realizó el 5 de abril de 1863.
El hecho es que el gobierno argentino consideró que también
debía realizar un homenaje al héroe de la independencia americana así que, en
1860, se formó una comisión destinada a tal fin, compuesta por Joaquín Cazón
(Presidente); Constant Santa María (Vicepresidente); Santiago Albarracín
(Tesorero); Leonardo Pereira (Secretario); Hilarión Medrano y Manuel Aguirre,que
dispuso emplazarlo en el barrio del Retiro, y le encomendó al mismo Daumas una
réplica de la estatua destinada a Chile: “En la parte alta y central del paseo,
además de las hileras de árboles, bancas y pequeños jardines de ornato
laterales, habrá una explanada que facilitará una hermosa perspectiva (…) habrá
una fuente y dos estatuas ecuestres de bronce.
Una de ellas será la del General D. José de San Martín…”.
La estatua tuvo una modificación con respecto al monumento
chileno: la cola del caballo no se apoyaba en el plinto, algo que no era
posible en el monumento en Chile debido a lo común de los movimientos sísmicos.
Además, en la estatua argentina, San Martín fue representado
indicando el camino a sus soldados, tal como lo había representado Théodore
Gericault en un retrato litográfico de 1819.
La estatua ecuestre llegó desarmada el 13 de abril de 1862.
El 11 de julio el gobierno nacional dictó un decreto que entre otras cosas
ordenaba:
Descubierta la estatua, será inmediatamente saludada con
música, dianas, vivas y una salva de 21 cañonazos.
Concluida la ceremonia, las tropas se retirarán a sus
cuarteles, quedando desde este momento establecido un centinela al pie de la
estatua que lo dará la guardia de los cuarteles vecinos”.
Finalmente se la inauguró sobre un basamento de mármol blanco
y mirando al este, el 13 de julio de ese año, o sea, varios meses antes que la
chilena.
El basamento, los relieves y las alegorías
En 1909, a un año de la celebración del centenario de la
Revolución de Mayo, se le encomendó al alemán Gustavo Eberlein, quien se
encontraba en Buenos Aires participando del concurso para la erección de un
Monumento a la Independencia, que embelleciera el austero basamento de la
estatua y que en la misma plaza San Martín erigiera un monumento a los
Ejércitos de la Independencia.
El artista aceptó el trato, y comenzó a realizar la obra en
su país natal, lo que dificultó la supervisión del mismo. Ernesto de la Cárcova
visitó el taller del escultor en enero de 1910 y si bien verificó que la obra
estaba muy avanzada, también constató que el carácter de los personajes, la
fauna y la flora no reflejaban la verdad histórica y los soldados lucían
uniformes napoleónicos que no tenían que ver con los originales. Como la
mayoría de los relieves ya habían sido fundidos, sólo se pudieron enmendar
algunos errores.
La inauguración oficial del conjunto realizado por Eberlein
fue el 27 de mayo de 1910. Se aprovechó entonces para darle la actual
orientación, con la estatua mirando al norte. Asistieron entre otros el
Presidente de la Nación Argentina, Figueroa Alcorta, el presidente de Chile,
delegaciones de los países limítrofes y batallones del ejército.
La estatua ecuestre hoy.
Detalle trasero de la estatua.
Se encuentra situado en la plaza en el lugar que alguna vez
ocupó el llamado "Campo de Marte", donde el General San Martín
organizara el escuadrón de Granaderos a Caballo.
Daumas se basó en un retrato de la bandera que la hija del
General, Mercedes, tenía en Francia, en la que el militar era aún joven. Por
ello en el monumento aparenta tener unos treinta a cuarenta años. Se lo ve
afeitado y con las patillas cortas.
Tanto su vestimenta, como su sable corvo y su montura son una
representación fiel de los verdaderos, pues sus familiares los habían
conservado después de su muerte. Se lo ve en una actitud serena, con su brazo
derecho extendido señalando el camino.
La base realizada por Eberlein, escultor romántico, es de
granito rojo dragón pulido. En los distintos frentes se observan los siguientes
grupos de bronce:
La Partida: se trata de un soldado y un civil que junto a
ellos y en el suelo tienen una bandera y un parche roto de tambor.
La Batalla: un soldado caído, otro sosteniendo fuertemente la
bandera, y una cureña del cañón rota.
La Victoria: una alegoría femenina, con alas, que se
encuentra coronando a un soldado. A los pies del soldado hay una canasta con
frutos representando la abundancia.
El Regreso: un soldado abraza a una mujer. Junto a sus pies
se observa una corona de laurel.
En el frente del fuste y debajo de la figura ecuestre se
destaca el Dios Marte sosteniendo con su pierna izquierda al Cóndor,
representando "La Victoria".
En la parte elevada del basamento se encuentran los relieves
que hacen referencia a las tres más importantes acciones militares del
Libertador: el Combate de San Lorenzo, la batalla de Chacabuco y la de Maipú.
En la base del plinto hay cuatro relieves apaisados: El paso
de los Andes, La Proclamación de la Independencia del Perú, la Batalla de Salta
y la Toma de Montevideo. Por último hay algunos otros elementos que adornan la
obra, como laureles, cascos, palmetas etc, articulando los relieves en bronce
con las partes en granito.
Con respecto al relieve de la batalla de Salta es importante
señalar que en principio se llamaba Batalla de Tacuarí, pero la Comisión del
Centenario le dio la razón a Eduardo Schiaffino: no tenía sentido que en el
monumento se recordase a una derrota que le costó una corte marcial al general
Belgrano. Eberlein se defendió señalando que en realidad se trataba de la
Batalla de Salta y que había sido su ayudante el que erróneamente colocó el
nombre de la batalla de Tacuarí.
Sin embargo, la ilustración tampoco coincide con el hecho
histórico: en efecto, al finalizar la batalla en Salta, Belgrano trató de no
humillar al jefe de los realistas, el peruano Pío Tristán, que había sido amigo
del prócer argentino cuando estudiaban en España. Lo que hizo Belgrano fue
abrazarlo delante de las tropas formadas y no de a caballo como se lo ve en el
bajorrelieve. Aun así, debido a la falta de tiempo para corregir el error antes
de la inauguración, no se realizaron cambios en ese momento ni hasta hoy.
También se cuestionó en su momento que se haya incluido la
Toma de Montevideo, efectuada por Carlos María de Alvear, que en ese entonces
era enemigo de San Martín. Si bien se trató de una gran victoria estratégica,
no fue el momento más glorioso de nuestro ejército, debido principalmente a
algunas conductas poco claras de Alvear, que no cumplió con lo que había
prometido.
es.wikipedia.org/wiki/Monumento_al_General_San_Martín_y_a_los_Ejércitos_de_la_Independencia.
Monumento a los caídos en Malvinas
El Monumento a los caídos en Malvinas es un cenotafio
localizado en la Plaza General San Martín, en Buenos Aires, erigido en honor a
los caídos en la Guerra de las Malvinas.
Situado en el sector de la plaza que da hacia la Avenida del
Libertador, está formado por 25 placas de mármol negro con los nombres de los
649 combatientes caídos en la guerra acontecida en 1982. Todas las mañanas, a
las 8 en punto, puede verse el izamiento de la bandera argentina.
Los relevos de la guardia se realizan a lo largo del día y
cada dos horas, hasta las 18, en que es arriada la Bandera. La Guardia está
compuesta por miembros del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, ataviados con
sus respectivos uniformes históricos.
Una llama eterna forma parte también del monumento, estando
la misma situada por encima del mapa que representa la geografía de las Islas
Malvinas.
Historia
Por decreto nacional n. º 1405 del 11 de diciembre de 1989,
siendo presidente de la Argentina Carlos Saúl Menem, se resolvió la erección de
un monumento, tipo cenotafio, en homenaje a los caídos durante la Guerra de las
Islas Malvinas y Atlántico Sur, en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
El Monumento visto desde atrás y la Torre Monumental.
Un decreto municipal determinó en 1990 que el emplazamiento
se realizaría en el barrio de Retiro, en la Plaza Libertador General San
Martín, sobre la avenida Leandro N. Alem. Dicho decreto sostenía que el lugar
había sido elegido porque: ...reúne razones históricas, operativas y de
localización.
Que la especialidad del área, la facilidad de acceso y el
ancho de la avenida Leandro N. Alem, posibilita la concurrencia de numeroso
público y dan el contexto apropiado para eventuales ceremonias; Que se tuvo
especial consideración en no alterar la estructura espacial, circulatoria y
arbórica existente....
El sitio elegido generó discusiones: algunos consideraban que
la plaza debía preservarse solo como homenaje al general San Martín, otros que
no podía colocárselo justo frente a la Torre Monumental otros que el lugar, de
tránsito rápido, era ruidoso y por tanto poco apto para un monumento a los
muertos; y también estaban los que protestaban por la destrucción de la verde
barranca de la plaza.
Sin embargo la oposición resultó inútil y el monumento se
inauguró oficialmente el 24 de junio de 1990.
Ceremonia de arriamiento de la Bandera argentina.
La obra fue diseñada por la arquitecta Ana Beatriz Penna.
El solar donde se emplazó ocupa 263 m² y está situado al pie
de la barranca que la Plaza San Martín tiene es su lado este, sobre la Avenida
Leandro N. Alem.
La sección oeste del monumento está conformada por un muro
vertical y en semicírculo, con 25 placas de mármol negro con los nombres de los
649 combatientes muertos en la gesta, sin indicar su grado militar, para
igualarlos en el recuerdo, talladas por el letrista Eduardo Omar Urich.
Sobre este muro, del lado norte, hay una estructura en forma
de prisma con la silueta de las Islas Malvinas y una lámpara votiva. Delante
del muro, en forma paralela al mismo, pero mucho más bajo, hay una pared con
los escudos provinciales y el nacional.
Dos estructuras bajas, con asientos en ellas, en forma de
hemiciclo simbolizan dos brazos que rodean a un mástil en el que flamea la
bandera argentina. En una placa recordatoria se lee: La nación también rinde
homenaje a los que guardan en su cuerpo o memoria las huellas del combate.
Rodeando al mástil, sobre el suelo, hay dibujado un diseño
circular que representa la escarapela nacional. También hay dibujado en el
suelo, entre el mástil y la avenida Alem, una cruz.
Los nombres de los caídos y los escudos provinciales.
Una escolta de alguna de las tres fuerzas armadas custodia
siempre al monumento.
Uso ceremonial
Desde su inauguración es la sede central de las
conmemoraciones del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas
en la Ciudad de Buenos Aires, que se celebra el 2 de abril de cada año.
https://es.wikipedia.org/wiki/Monumento_a_los_ca%C3%ADdos_en_Malvinas
La Torre Monumental
La Torre Monumental (antigua Torre de los Ingleses) es un
monumento situado en el barrio de Retiro, en Buenos Aires. Situada en la plaza
Fuerza Aérea Argentina (antigua plaza Británica) junto a la calle San Martín y
la avenida del Libertador.
Fue construida por residentes británicos en la ciudad para
conmemorar el centenario de la Revolución de Mayo.
Tras la Guerra de las Malvinas en 1982, la Torre de los
Ingleses fue rebautizada con su nombre original "Torre Monumental",
aunque algunos ciudadanos siguen refiriéndose a ella con el nombre «Torre de
los Ingleses».
Boceto preliminar del frente principal.
El Congreso Nacional aceptó a través del dictado de la Ley N°
6368 del 18 de septiembre de 1909 el ofrecimiento de los residentes británicos
de levantar una columna monumental, con motivo del centenario de la Revolución
de Mayo.
En 1910 fueron expuestos los proyectos en el Salón del Bon
Marché, actual Galerías Pacífico. El ganador por sistema de concursos, fue el
arquitecto británico sir Ambrose Macdonald Poynter (1867–1923), nieto del
fundador del Royal Institute of British Architects.
La torre fue considerada en un principio como un monumento
conmemorativo del Centenario de Mayo en forma de columna, aunque finalmente
adquirió la forma de torre.
La construcción estuvo a cargo de la empresa Hopkins y
Gardom. Casi todo el material para la edificación: cemento, piedras Portland,
ladrillos del tipo Leicester, el carrillón, las campanas y el reloj fueron
traídos desde Inglaterra.1 Lo mismo ocurrió con el personal técnico encargado
de la construcción.
Debido a la muerte de Eduardo VII el 6 de mayo de 1910, Reino
Unido de Gran Bretaña e Irlanda no envió su delegación a las fiestas del
Centenario, por lo que la colocación de la piedra fundamental recién se realizó
el 26 de noviembre.
La inauguración se realizó el 24 de mayo de 1916. La demora
se debió, por un lado, a la Primera Guerra Mundial, y por otro, a que la
compañía de gas que estaba instalada en la plaza recién desocupó el lugar en
1912.
En la ceremonia estuvieron presentes el presidente Victorino
de la Plaza y el ministro plenipotenciario inglés Reginald Tower.
Descripción
Torre Monumental en la Plaza Fuerza Aérea Argentina con la
Estación Retiro Mitre en el fondo.
La torre, vista desde la Plaza San Martín, durante un día con
intensa neblina.
De estilo palladiano según la tendencia imperante a fines del
siglo XVI en Gran Bretaña, se halla emplazada sobre una plataforma con cuatro
escaleras de acceso. Sobre la entrada principal que mira al oeste, y sobre las
demás caras de la edificación, existe un friso donde se alternan triglifos y metopas
ornamentadas con soles y diferentes emblemas del Imperio Británico.
Entre otras, pueden reconocerse la flor del cardo que
representa a Escocia, la rosa de la Casa de Tudor que es el símbolo de
Inglaterra, el dragón rojo de Gales y el trébol de Irlanda.
La altura de la torre es de 60 metros y tiene ocho pisos. A
los 45 metros se encuentra un reloj puesto en funcionamiento en 1910 por los
relojeros argentinos Rodolfo Kopp y Nicanor Insúa, que cuenta con cuatro
cuadrantes de 4.4 metros de diámetro, cada uno de los cuales estaba realizado
en opalina inglesa, pero hoy varias están reemplazadas debido a atentados
sufridos durante la Guerra de las Malvinas.
El funcionamiento de la maquinaria es a péndulo y pesas.
Sobre los cuadrantes se hallan las cinco campanas de bronce, La campana mayor
pesa cerca de siete toneladas, mientras que el carillón que marca los cuartos
de hora cuyo sonido imita al de la abadía de Westminster, pesa unas 3 toneladas
La torre está coronada por una cúpula de forma octogonal
cubierta de láminas de cobre y cabriadas de acero sobre cuya cima gira una
veleta que representa una fragata de tres mástiles de la época isabelina.
Sobre la puerta de entrada se encuentran los escudos de
Argentina y el Reino Unido, y una frase que dice «Al gran pueblo argentino, los
residentes británicos, salud. 25 de mayo 1810-1910».
Durante la Guerra de Malvinas en 1982 un grupo de
manifestantes arremetió contra la torre, destrozando las columnas de alumbrado
de su base, balaustradas, escaleras, fuentes ornamentales de granito, y
produciendo incendios.
Años recientes
Durante la gestión en la jefatura de gobierno de la ciudad de
Fernando de la Rúa se realizó una restauración general del monumento, que se
hallaba en un estado de evidente deterioro y se volvió a habilitar el acceso al
público. Los destrozos de 1982 no fueron reparados salvo los de la puerta
principal.
Un moderno ascensor vidriado que hace uso de la maquinaria
inglesa original, lleva hasta el sexto piso, en donde hay una pequeña
exposición de elementos del antiguo ascensor. Desde el mirador ubicado en este
piso se puede apreciar la zona de Retiro, la terminal ferroviaria y el Puerto
de Buenos Aires. Desde ese lugar es posible ver también el péndulo del reloj de
la torre, ubicado en el séptimo piso.
En la actualidad la Torre Monumental se encuentra bajo la
órbita de la Gerencia Operativa Patrimonio, dependiente de la Dirección de
Patrimonio, Museos y Casco Histórico. Se encuentra abierta para su visita.
https://es.wikipedia.org/wiki/Torre_Monumental