Los símbolos patrios de Argentina y la inmigración de otros Países
Los símbolos patrios de Argentina, son aquellos que
identifican a nuestra nación, el país, su cultura y su gente, frente al mundo.
Además de ser los emblemas que nos identifican en el
concierto de naciones, constituyen un denominador común para los argentinos.
Los símbolos patrios de Argentina, son: la escarapela,
designada en 1812; el escudo y el himno, incorporados en 1813; y la bandera,
oficializada en 1816.
¿Qué representan los símbolos patrios?
Los símbolos patrios, son los emblemas nacionales, que
representan los valores de nuestra patria. Aquellos, que todos los argentinos
juramos defender, sin importar las banderas políticas: Libertad, igualdad y
justicia en nuestro territorio independiente y soberano.
La Bandera
La primera enseña patria es la Bandera Nacional. Creada por
el general Manuel Belgrano el 27 de febrero de 1812, fue consagrada con los
mismos colores "celeste y blanco" por el Congreso de Tucumán el 20 de
julio de 1816 y ratificada por el mismo cuerpo en Buenos Aires, el 25 de febrero
de 1818.
Para glorificarla el Congreso sancionó, el 8 de junio de
1938, una ley que fija como Día de la Bandera -y lo declara feriado- el 20 de
junio, aniversario de la muerte de su creador.
La Bandera Oficial de la Nación tiene sus colores distribuidos
en tres fajas horizontales, dos celestes y una blanca en el medio, en cuyo
centro se reproduce el Sol figurado de la moneda de oro de ocho escudos y de la
de plata de ocho reales que se encuentra grabado en la primera moneda
argentina. El color del sol es el
amarillo del oro.
La Escarapela
Producto de una actitud espontánea, en mayo de 1810,
comenzaron a utilizarse los actuales colores patrios en la Escarapela Nacional
cuyo uso fue reconocido el 18 de febrero de 1812, por pedido del Triunvirato.
Escarapela Argentina
Feliciano Antonio Chiclana, Manuel de Sarratea, Juan José
Paso y Bernardino Rivadavia (como secretario) enviaron al jefe del Estado Mayor
Conjunto el texto en el que se resuelve y reconoce el uso de la Escarapela
Nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, declarándose por tal
"la de dos Colores blanco y azul Celeste; y quedando abolida la roja con
que antiguamente se distinguían. Se comunica a V. S. para los efectos
consiguientes a esta resolución".
El Escudo
El Escudo Argentino es la fiel reproducción del Sello que usó
la Soberana Asamblea General Constituyente de las Provincias Unidas del Río de
la Plata, ordenado por esta misma Asamblea el 12 de marzo de 1813.
Hasta que se instaló la Asamblea General Constituyente, el 31
de enero de 1813, no existía un sello para legislar los actos gubernativos. Se
utilizaban las armas reales que se estampaban en los documentos durante el
virreinato.
Escudo argentino
Ante tal necesidad, la Asamblea comenzó a utilizar el sello
que hoy constituye nuestro Escudo Nacional.
Como testimonio de ello, se conservan dos cartas de
ciudadanía expedidas por la Asamblea el 22 de Febrero de 1813, donde figura el
Escudo estampado en lacre: una de ellas se conserva en el Museo Histórico
Nacional, extendida a favor de Don Antonio Olavaria, y está firmada por el
presidente del cuerpo, general Carlos María de Alvear, y el secretario, Don
Hipólito Vieytes.
El Himno Nacional
La necesidad de tener una canción patriótica, que surgió con
la Revolución de Mayo y que el Triunvirato supo comprender, se ve plasmada hoy
en el Himno Nacional Argentino, con música de Blas Parera, letra de Vicente
López y Planes, y arreglo de Juan P. Esnaola.
La letra y música del Himno Nacional fueron motivo de
patrióticos debates. El decreto 10.302 del 24 de abril de 1944, pone fin a
estas disputas acerca de sus versos, ritmo y armonía, estableciendo sus
patrones.
La letra oficial del Himno Argentino quedó establecida en el
decreto de 1944, que establece como letra el texto de la canción compuesta por
el diputado Vicente López, sancionado por la Asamblea General Constituyente, el
11 de mayo de 1813, y comunicado un día después por el Triunvirato al
Gobernador Intendente de la Provincia.
También se adoptó la versión musical del maestro argentino Juan
P. Esnaola, editada en 1860 como arreglo de la música del maestro Blas Parera.
Esta versión fue dada a conocer bajo el Título "Himno Nacional Argentino -
Música del maestro Blas Parera".
Himno Argentino
Letra completa en sus dos versiones
El 30 de marzo de 1900 se sancionó un decreto para que en las
festividades oficiales o públicas, así como en los colegios o escuelas del
Estado, sólo se cante la primera y la última cuarteta y el coro de la canción
sancionada por la Asamblea General del 11 de mayo de 1813.
https://es.slideshare.net/Crisch/simbolos-patrios-8355220
https://www.serargentino.com/argentina/simbolos-nacionales
Inmigrantes europeos desembarcando en Argentina en el siglo
XIX
La gran ola de inmigración europea a la Argentina tuvo lugar
a finales del siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX. Consistió
mayormente en el arribo de inmigrantes italianos y españoles, junto con otras
nacionalidades, especialmente ucranianos, polacos, rusos, croatas, franceses,
alemanes, suecos e irlandeses, entre otros.
Entre 1880 y 1915 llegaron más de 1, 500 ,000 de europeos.
En la provincia de San Juan la mayoría de los inmigrantes
ubicados fueron españoles; en la provincia de Mendoza fueron italianos; en la
provincia de La Rioja, española y turca; en la provincia de Santa Fe, fueron
muchos italianos, españoles, polacos, alemanes y otros del centro europeo.
Mientras que en la provincia de Buenos Aires influyeron
personas de diversos países asiáticos y europeos.
La crisis de 1929 había frenado la inmigración.
Aparecieron también políticas discriminatorias que causó el
fin de esta inmigración.
Antes de la inmigración, la Argentina estaba poco poblada. La
colonización española de la América favoreció a México y a Perú, pero en las
regiones españolas del sur no encontraron ninguna fuente de riqueza, hecho que
ocasionó que hubiera menos pobladores.
Esta población decreció aún más en el siglo XIX, durante la
Guerra argentina de Independencia y las Guerras Civiles argentinas. Varios
argentinos de aquel período, como Domingo Faustino Sarmiento y Juan Bautista
Alberdi, creyeron importante fomentar la inmigración para así poblar el país.
La Constitución de Argentina de 1853 promovió inmigración europea eliminando
las barreras para la llegada de extranjeros.
Llegaron inmigrantes de diversos países de Europa, algunos de
ellos sencillamente buscaban un estilo de vida mejor, pero muchos otros
llegaron huyendo de los conflictos europeos.
Algunos de los recién llegados, de nacionalidad española e italiana
pertenecían a la Asociación Internacional de los Trabajadores. Algunos
inmigrantes alemanes habían sido exiliados de Alemania por un decreto de 1878
de Bismarck que prohibía el socialismo. Los inmigrantes españoles huían de la
Tercera guerra Carlista.
En 1862 habían entrado al territorio 6,716 inmigrantes; en el
año 1870 vinieron 41,651, y la cifra había ascendido a 70,000 en 1874. Los
inmigrantes se habían distribuido de preferencia en la zona litoral, y así
surgieron centros agrícolas de alguna importancia en brevísimo plazo.
En el Litoral se habían instalado colonias de diversas etnias: judíos, suizos, franceses, rusos, alemanes, españoles e italianos. Esto dio origen a lo que se llamó pampa gringa o pampa sin gaucho. La mayoría de los inmigrantes había decidido establecerse en las grandes ciudades de Argentina como: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Ciudad de Córdoba y Rosario. Ya que daba la posibilidad de poder trabajar en puertos, construcción de edificios y desagües, o en talleres industriales que comenzaron a establecerse a fines del siglo XIX.
El impacto que causó esta inmigración fue el gran crecimiento
económico. Gracias a ella la producción había crecido en tal escala que ya en
la época de Avellaneda se había logrado exportar cereales, inaugurando una era
de prosperidad económica que haría que el país tenga un creciente beneficio.
En 1865 las importaciones habían superado a las exportaciones
en cuatro millones de pesos oro cuando la suma del comercio exterior apenas
pasaba los 56 millones; quince años más tarde, en 1880, las exportaciones
llegaban a 58 millones contra 45 de las importaciones y el monto total del
comercio exterior pasaba de los 100 millones.
También esta inmigración instaló gran parte de la
arquitectura de Argentina, como la del Teatro Colón. También heredaron las
tradicionales comidas, como las pastas italianas y también dejaron como parte
de la cultura la literatura española o el arte francés. También produjo cambios
en el lenguaje y las costumbres de los argentinos. Y entre otras cosas produjo
desarrollo de la educación, las artes y los oficios.
Tras el crack del 29 y distintas políticas discriminatorias,
la inmigración se había desvanecido.
Origen de los inmigrantes hasta 1940
Inmigración bruta por nacionalidad (1857-1940)
Nacionalidad Cantidad Porcentaje sobre el total
Italiana 2, 970, 000 44.9 %
Española 2, 080, 000 31.5 %
Francesa 239, 000 3.6 %
Polaca 180,
000 2.7 %
Rusa 177, 000 2.7 %
Turca 174, 000 2.6 %
Alemana 152, 000 2.3 %
Austrohúngara 111,
000 1.7 %
Británica 75, 000 1.1 %
Portuguesa 65,
000 1.0 %
Yugoslava 48,
000 0.7 %
Suiza 44,000 0.7 %
Belga 26,
000 0.4 %
Dinamarca Danesa 18, 000 0.3 %
Estadounidense 12,
000 0.2 %
Neerlandesa 10, 000 0.2 %
Sueca 7,000 0.1 %
Otras nacionalidades 223, 000 3.4 %
Total 6,611, 000
Fuente: Dirección Nacional de Migraciones (DNM).
Notas
Incluye a ucranianos, judíos y bielorrusos en la región
oriental de Polonia. Los colonos eslavos del Nordeste Argentino
Incluye a ucranianos, alemanes del Volga, bielorusos,
polacos, lituanos etc. que por estar entonces sometidos al zarato ruso
ingresaron con pasaporte ruso.
Cabe aclarar que la distinción entre turcos, palestinos,
sirios, libaneses, y árabes sólo se hizo en el ámbito oficial después de 1920.
Hasta ese período, todos emigraban con pasaporte turco lo cual generalizó el
uso del calificativo hasta la actualidad por estar jurídicamente residiendo
dentro del Imperio otomano.
De hecho, cada uno de ellos se identificaba con su aldea o
pueblo de origen.
En 1867 el Imperio
Austríaco y el reino de Hungría firmaron un tratado conocido como Ausgleich, creando
una monarquía dual: el Imperio Austrohúngaro. Se desintegró a finales de 1918
con el fin de la Primera Guerra Mundial.
Lo que era el Imperio Austrohúngaro se reparte actualmente en
trece estados europeos que son en la actualidad las naciones de Austria,
Hungría, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia, Bosnia y Herzegovina
y las regiones de Voivodina en Serbia, Bocas de Kotor en Montenegro, Trentino-Alto
Adigio y Trieste en Italia, Transilvania y parte del Banato en Rumanía, Galicia
en Polonia y Rutenia (región Subcarpática en Ucrania), la mayor parte de los
inmigrados con pasaporte «austrohúngaro» han sido personas de los colectivos:
croata, polaco, húngaro, esloveno, checo, rumano e incluso italianos del
noreste.
El Reino Unido hasta 1922 incluyó a toda Irlanda. Por eso,
gran parte de los inmigrantes británicos llamados entonces comúnmente
«ingleses» fueron de procedencia irlandesa, sumada a la población de origen
inglés, galés, y escocés.
Portugal hasta 1974 poseía las siguientes dependencias
Angola, Cabo Verde, Guinea Bissau, Macao, Mozambique, Santo Tomé y Príncipe,
Timor Leste.
El estado conocido genéricamente como Yugoslavia agrupó,
entre 1918 y 1992, los actuales estados independientes de Bosnia y Herzegovina,
Croacia, Eslovenia, Macedonia del Norte, Montenegro y Serbia.
Alrededor del 52 % de
los inmigrantes del período 1857-1939 se radicaron definitivamente.
Las inmigraciones italiana y española
Carreta con inmigrantes italianos
Las inmigraciones italiana y española fueron las dos más
numerosas e importantes hacia la Argentina. Por eso se dice que la mayoría de
los argentinos tienen ascendencia completa o parcialmente italiana y/o
española. Esto hizo que Argentina tenga una fuerte influencia de las culturas
tanto italiana como española en cuanto a lenguaje, tradiciones y costumbres.
Inmigración italiana
Inmigrantes italianos en Argentina.
Kermés de la Asociación Italiana de Comodoro Rivadavia,
Chubut, a beneficio de los refugiados italianos durante la Segunda Guerra
Mundial
La llegada de italianos comenzó desde la década de 1860,
aunque en 1870 es cuando empieza el gran flujo de inmigrantes, y finalizó en la
década de 1920.
Los inmigrantes italianos provenían de distintas regiones de
Italia, entre ellas estaban: Véneto, Piamonte, Campania, Friuli-Venecia Julia, Sicilia, Lombardía, Calabria, Abruzos, Marcas, Basilicata, Apulia, Molise,
Liguria, Toscana o la de Emilia-Romaña.
Se dice que en total emigraron 2,941,000 de italianos.
Las causas de la inmigración fueron diversas. Entre ellas
fueron:
Las guerras mundiales.
Las crisis de subsistencia entre 1816 y 1817.
La presión demográfica.
Las familias que basaban sus ingresos en la producción agraria crecen sin encontrar nuevos territorios para sus cultivos. Por lo tanto, deben emigrar para conseguir mantener su forma tradicional de producción.
Entre otras principalmente debidas a motivos económicos y
ligadas también a procesos de evolución en la economía europea, que afectaron
directamente a los italianos y los motivaron a emigrar.
Las epidemias de cólera en los siguientes períodos: 1835-37;
1854-55; 1865-67; 1884-85.
La debilitación de los órganos asistenciales. La aparición de
la burguesía desmonta a los mismos, estrechando el presupuesto estatal. Debido
a esto aumenta la criminalidad, siendo expulsados de su territorio los
italianos que no se «adaptaban» al sistema industrial.
La débil capacidad de adaptación de la economía italiana a la
revolución industrial. La modernización no logró superar problemas
estructurales de organización.
Distribución geográfica
Proporción de italianos en el censo de 1914 respecto a la
población total
Los italianos se habían concentrado principalmente en Buenos Aires (casi el 60% de ellos) siendo 285,000 italianos inmigrados, en Córdoba eran 83,000, en Santa Fe eran 164,000 y en Mendoza fueron 28,600.
También se
ubicaron en las provincias de Corrientes, Tucumán, Santiago del Estero, La
Pampa y Entre Ríos.
Rosario y La Plata son dos ciudades donde la mayoría de la
población «Extranjeros (en gran mayoría italianos) en Argentina en 1980» es
directamente descendiente de italianos.
En Rosario los descendientes de italianos (casi el 65 % del
total de la ciudad) habían alcanzado los niveles sociales más altos de la
comunidad. En La Plata a fines del siglo XIX había casi 4,600 emigrantes
italianos en una ciudad de apenas 10, 000 habitantes.
En el censo de 1960, el 73.3 % de los inmigrantes italianos
estaban concentrado en la provincia de Buenos Aires.
Ocupaciones
Se puede decir que se formaron siete grandes categorías
ocupacionales: comerciantes, agricultores, artesanos, jornaleros, profesionales
liberales, varios y sin profesión. En los primeros momentos de la corriente
inmigratoria, los datos brindados por los inmigrantes de su actividad
ocupacional muestran que era nulo el número de personas sin ocupación.
Es muy probable que algunos de ellos hayan mentido por temor
a no ser aceptados. Recién en este siglo comienzan a aparecer contingentes sin
ocupación (entre 10 % y 15 % de la población mayor de 16 años), llegando a un
20 % en los años de la guerra y el fascismo.
Muchas italianas instaladas en La Boca trabajaron de mucamas,
lavanderas, cocineras, planchadoras y colchoneras.
Inmigración española en Argentina
Inmigrantes españoles en la provincia de Córdoba.
Las causas de la inmigración española fueron la pobreza, el
servicio militar obligatorio y las condiciones rurales. Los inmigrantes de este
país provenían de Galicia (un 70 % de ellos), Andalucía (15-20% de ellos),
Asturias, Cantabria y el país Vasco, también vinieron de Madrid, Extremadura y
de las islas Canarias. Esta inmigración duró hasta 1952, pasando el período
post-guerra.
Ubicación
Ubicación de los españoles según el censo de 1914.
Los gallegos y los catalanes se ubicaron, la mayoría en la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Rosario. Mientras que los meridionales, en la
provincia de Santa Fe, provincia de Tucumán, Mendoza, Río Negro y Entre Ríos. Los valencianos por su parte en la provincia de Corrientes y Misiones. Y los
asturianos estuvieron en las provincias andinas del noroeste argentino.
Ocupaciones
Los hombres catalanes se dedicaron al talabartero y
hojalatero; mientras que las mujeres a la planchadora, la moda y la peluquería.
Mientras que los gallegos trabajaron en el servicio doméstico.
Los vascos, se habían dedicado como ganaderos, tamberos,
fruticultores, ganaderos, artesanos, agricultores y trabajadores domésticos.
Los andaluces se dedicaron a la horticultura. Y los meridionales se dedicaron
al trabajo rural en la plantación.
Xenofobia contra los inmigrantes
Racismo en Argentina
Los inmigrantes europeos al llegar a la Argentina les tocaron
sufrir xenofobia contra ellos.
A las mujeres polacas y francesas se las solía asociar con la
prostitución. Mientras que a los hombres italianos, se los refería
despectivamente como "tano bruto", o "cocoliche", solían
ser estereotipados como mal hablado y escandaloso.
Existían también connotaciones peyorativas, «gallego» se llamaba
al que provenía de España y, «ruso» a los de Europa del Este o a los judíos.
Aunque estos términos no siempre eran usados como términos despectivos sino
como un simple adjetivo.
El padre de la constitución argentina de 1853, Juan Bautista
Alberdi, tenía una especie de racismo contra los españoles, italianos y judíos,
considerándolos a estos como etnias indeseables.
Él sostenía que las etnias que podían mejorar a la especie
argentina eran las del norte de Europa principalmente las de Francia e Inglaterra,
que eran los países más progresistas de aquel tiempo.
Alberdi explicaba en su libro Bases y puntos de partida para
la reorganización nacional (1852):
Haced pasar el roto, el gaucho, el cholo, unidad elemental de
nuestras masas populares por todas las transformaciones del mejor sistema de
instrucción; en cien años no haréis de él un obrero inglés que trabaja,
consume, vive digna y confortablemente.
Juan Bautista Alberdi
Alberdi también proponía que el idioma argentino fuese el
francés, ya que él creía que las tradiciones hispánicas y cristianas eran
contrarias al progreso.
Él también decía:
Gobernar es poblar en el sentido que poblar es educar,
mejorar, civilizar, enriquecer y engrandecer espontánea y rápidamente, como ha
sucedido en los Estados Unidos. Mas para civilizar por medio de la población es
preciso hacerlo con poblaciones civilizadas; para educar a nuestra América en
la libertad y en la industria es preciso poblarla con poblaciones de la Europa
más adelantada en libertad y en industria... hay extranjeros y extranjeros; y
que si Europa es la tierra más civilizada del orbe, hay en Europa y en el
corazón de sus brillantes capitales mismas, más millones de salvajes que en
toda la América del Sur. Todo lo que es civilizado es europeo, al menos de
origen, pero no todo lo europeo es civilizado; y se concibe perfectamente la
hipótesis de un país nuevo poblado con europeos más ignorantes en industria y libertad
que las hordas de la Pampa o del Chaco.
Juan Bautista Alberdi
Con tres millones de indígenas, cristianos y católicos, no
realizaríais la república ciertamente. No la realizaríais tampoco con cuatro
millones de españoles peninsulares, porque el español puro es incapaz de
realizarla allá o acá. Si hemos de componer nuestra población para nuestro
sistema de gobierno, si ha de sernos más posible hacer la población para el
sistema proclamado que el sistema para la población, es necesario fomentar en nuestro
suelo la población anglosajona. Ella está identificada con el vapor, el
comercio y la libertad, y nos será imposible radicar estas cosas entre nosotros
sin la cooperación activa de esa raza de progreso y de civilización.
https://es.wikipedia.org/wiki/Gran_inmigraci%C3%B3n_europea_enArgentina
El Hotel de los Inmigrantes: el primer hogar de muchos
italianos en Buenos Aires
El Hotel de los Inmigrantes es, sin duda, uno de los
edificios históricos más importantes de la Ciudad de Buenos Aires. Fue construido
con el objetivo de recibir, hospedar y brindar asistencia a todos los
inmigrantes que llegaron al puerto de Buenos Aires en el siglo pasado.
El Hotel de los Inmigrantes cerró sus puertas en el año 1953
y, en 1990, fue declarado Monumento Histórico Nacional por medio del Decreto
N°2402. Actualmente, este predio pertenece a la Dirección Nacional de
Migraciones.
El Hotel de los Inmigrantes: sus instalaciones
El edificio conocido como “Hotel de los Inmigrantes” donde
actualmente funciona el Museo de la Inmigración fue construido entre los años
1906 y 1911. Se trata de un enorme edificio de cuatro pisos con una capacidad
para albergar hasta un total de tres mil personas.
En la planta baja, antiguamente, se encontraba la cocina y el
comedor mientras que en los pisos superiores estaban los dormitorios. En total,
funcionaban cuatro dormitorios por piso con una capacidad máxima de doscientas
cincuenta personas por dormitorio.
En las habitaciones, las literas no tenían colchones: estos
eran reemplazados por lonas de cuero ya que los colchones podían albergar
agentes causantes de infecciones y/o enfermedades como la sarna o la
pediculosis.
Estructura del Hotel de los Inmigrantes.
Maqueta representativa del Hotel de los Inmigrantes que se
encuentra en el Museo de la Inmigración de Buenos Aires. PhotoCredit: Amira
Celeste Giudice
El Hotel de los Inmigrantes fue construido a orillas del Río de La Plata a fin de recibir la inmensa oleada de personas que llegaron a las costas de la Ciudad de Buenos Aires. El hotel un enorme edificio de hormigón armado con amplios corredores centrales, largas escalinatas y altísimas paredes azulejadas de color blanco– formaba parte de un gran complejo donde, además, había diversos pabellones destinados al desembarco, la atención médica y el traslado de los inmigrantes.
Allí, también funcionaba un hospital destinado a
la atención de los recién llegados. Este hospital desempeñó un rol fundamental
en la atención de los miles de inmigrantes que arribaron a Buenos Aires, muchos
de ellos afectados por enfermedades que contrajeron durante el viaje en barco o
vinculadas a la mala alimentación.
Camas del Hotel de los Inmigrantes.
Las literas no tenían colchones: estos eran reemplazados por
lonas de cuero ya que los colchones podían albergar agentes causantes de
infecciones y/o enfermedades. Museo de la Inmigración, Buenos Aires.
PhotoCredit: Amira Celeste Giudice
En el hotel funcionaba una Comisión de Inmigración encargada
de buscarle un trabajo a los inmigrantes. Esta comisión también se ocupaba del
traslado de los trabajadores hacia su nuevo destino laboral. Los recién
llegados al país, podían alojarse en forma gratuita en el Hotel de los
Inmigrantes por un total de cinco días.
Durante esos días, debían encontrar un trabajo, aunque muchas
veces debían permanecer allí por un lapso de tiempo mayor. Otras veces, los
inmigrantes pasaban algunos días en el hotel hasta que algún familiar o
conocido que ya vivía en Buenos Aires iba a buscarlos.
Los controles migratorios
De conformidad con las leyes de aquella época, cuando llegaba
un barco con inmigrantes al puerto de Buenos Aires, se debía seguir un
protocolo antes de permitir su ingreso al país. En primer lugar, debía subir al
barco una junta de inspectores para controlar que todos tuvieran la
documentación exigida para poder desembarcar en territorio argentino. Luego, los
inmigrantes debían pasar un control sanitario estricto a fin de evitar el
ingreso al país de personas con enfermedades contagiosas.
Por último, se realizaba el control de equipajes y todas las
pertenencias se guardaban en un depósito destinado a tal fin ya que las
habitaciones del hotel no eran lo suficientemente grandes como para albergar a
tantas personas con sus objetos personales.
Para poder desembarcar en suelo argentino, primero todos los inmigrantes debían pasar un control migratorio y sanitario. PhotoCredit: Amira Celeste Giudice
Visitas guiadas al Museo de la Inmigración
Actualmente, todos los interesados en conocer el Hotel de los
Inmigrantes pueden visitar el Museo de la Inmigración y recorrer las antiguas
instalaciones del predio. El museo se ubica en la Avenida Antártida Argentina
(entre Dirección Nacional de Migraciones y Buquebus) y puede visitarse de
martes a domingo de 11:00 a 19:00 horas.
Hotel de los inmigrantes: primer albergue de los recién
llegados.
Museo de la inmigración. PhotoCredit: Amira Celeste Giudice
ttps://buenosaires.italiani.it/hotel-de-los-inmigrantes/
Para el próximo miércoles 19 de octubre de 2022 publicaré los monumentos históricos de Argentina.
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