Conde de
Lautréamont
Isidore
Lucien Ducasse (Montevideo, Uruguay, 4 de abril de 1846 París, Francia, 24 de
noviembre de 1870), también conocido como Conde de Lautréamont (en francés,
Comte de Lautréamont), fue un poeta nacido en Montevideo, Uruguay. Póstumamente
ganó estatus como un «poeta de culto» con sus obras Los cantos de Maldoror, sus
Poesías (en francés Poésies) y su prematura muerte que lo convirtieron en un
mito en la historia de la poesía francesa moderna que prefiguró a la aparición
del surrealismo.
Desconocido
durante toda su corta vida, llevó a extremos inéditos el culto romántico al mal
y, aunque se le suele clasificar entre los poetas decadentistas, es considerado
uno de los precursores del surrealismo.
Biografía
Hijo del
diplomático francés François Ducasse, asignado al consulado general de Francia
de Montevideo, Isidore nace en Montevideo en 1846 durante la Guerra Grande que
finalizaría en 1851. Su madre, Celestine Jaquette Davezac, también francesa,
fallece el 10 de diciembre de 1847, cuando Isidore tenía un año y ocho meses.
De acuerdo con algunos críticos los acontecimientos ligados a su niñez en medio
de la guerra habrían influido fuertemente en su carácter.
A los 13 años
Isidore Ducasse fue enviado como interno al Liceo imperial de Tarbes y después
a la ciudad de Pau. En aquella época, su tutor era Jean Dazet, un reconocido
prohombre de Tarbes. Se sabe que después de un viaje al Uruguay en 1867, volvió
a París y se instaló en la calle de Notre-Dame-des-Victoires. Su padre, que
permaneció en Montevideo hasta su muerte en 1889, le enviaba módicas sumas de
dinero para su sustento.
Bachillerato
de Isidore Ducasse, 1865
Debió de
empezar estudios superiores, cuya naturaleza sin embargo resulta desconocida (a
menudo se supone su concurso de ingreso en la École polytechnique). Publica los
primeros cantos poéticos de su obra Los cantos de Maldoror en 1868 (la obra
completa será impresa en Bélgica un año más tarde). Sin embargo, el editor
Lacroix se negó a vender el libro porque temía ser acusado de blasfemia u
obscenidad. En 1870 habita en la calle Vivienne y publica las Poesías, cuya
publicidad aparecerá en la Revue populaire de París.
Isidore-Lucien
Ducasse falleció en noviembre de 1870, a los 24 años. Poco antes, había hecho
imprimir la edición completa de sus Cantos de Maldoror, una mínima tirada de 10
ejemplares que el editor, Albert Lacroix, de Bruselas, consintió en hacer ante
el ruego del autor, temeroso del escándalo que podía producir semejante
literatura. De todos modos, Ducasse ya no parecía a esa altura muy interesado
en ese libro cuyo primer canto había publicado dos años antes, sin mención de
autor. Ducasse pagó el costo de la impresión. En la casi invisible edición
belga aparece el seudónimo de Conde de Lautréamont. La obra, ahora considerada
hito fundamental de la historia de la poesía moderna, no alcanzó en su momento
notoriedad alguna.
En una
postrera carta al editor Lacroix lo interrogaba sobre el estado de su edición
al tiempo que le informaba de sus últimos trabajos:
I. Ducasse,
Faubourg Montmartre.
¿Lacroix ha
consentido en la edición o qué ha hecho? ¿O es que la ha rechazado usted? Él no
me ha dicho nada al respecto, y yo no lo he visto desde entonces.
¿Sabe?, he
renegado de mi pasado. Ya no cantó más que a la esperanza; pero, para ello, es
preciso primero atacar contra la duda de este siglo (melancolías, tristezas,
dolores, desesperos, lúgubres relinchos, maldades artificiales, orgullos
pueriles, cómicas maldiciones, etc., etc.).
En una obra
que llevaré a Lacroix a primeros de marzo, tomo en consideración las más bellas
poesías de Lamartine, de Victor Hugo, de Alfred de Musset, de Byron y de
Baudelaire, y las corrijo en el sentido de la esperanza; señalo qué habría
hecho falta hacer. Al mismo tiempo corrijo seis piezas de las peores de mi
santo libro.
La anonimia
en la edición parcial y el seudónimo en la edición completa, la escasa tirada
de una y la escasísima de la otra, más la falta de datos biográficos y, durante
mucho tiempo, hasta de un retrato del autor, hizo de Lautréamont un misterio
que, durante décadas, muchos intentaron resolver a través de una imaginación
con frecuencia desenfrenada.
Así, León
Bloy dice que Lautréamont es el autor de un libro monstruoso -en obvia
referencia a los Cantos-, lava líquida, algo insensato, negro y devorador;
luego agrega que este alienado, deplorable, el más desgarrante de los alienados
murió en una celda para locos furiosos... afirmación nacida solo de la
acalorada mente de Bloy ya que Ducasse-Lautréamont murió en su domicilio del
n.° 7, rue du Faubourg-Montmartre, en París, y, según uno de sus editores, su
locura se limitaba a leer mucho, hacer largas caminatas al borde del Sena,
beber mucho café, y tocar el piano para enojo de los vecinos.
Su acta de
defunción fue levantada por Louis-Gustave Nast, adjunto al alcalde, el 24 de
noviembre de 1870 (jueves), y dice:
Isidore
Lucien Ducasse, hombre de letras, de 24 años de edad, nacido en Montevideo
(América meridional), fallecido esta mañana, a las 8, en su domicilio de la
calle del Faubourg-Montmartre, nº 7, sin más datos. El acta ha sido levantada
en presencia del señor Jules-François Dupuis, hotelero, calle del
Faubourg-Montmartre, nº 7, y de Antoine Milleret, camarero, en idéntico
domicilio, testigos que han firmado con nos, Louis-Gustave Nast, adjunto del
alcalde, tras haberlo leído y haber comprobado el fallecimiento ante la ley.
Al día
siguiente fue enterrado en el cementerio del Norte de París; en 1890 sus restos
se perdieron para siempre en el Osario de Pantin.
Los cantos de
Maldoror
Portada de la
edición anónima del canto primero de Les chants de Maldoror, París, 1868
En Los cantos
de Maldoror ensalza el asesinato, el sadomasoquismo, la violencia, la
blasfemia, la obscenidad, la putrefacción y la deshumanización. Los
surrealistas lo rescataron del olvido e hicieron de él uno de los precursores
de su movimiento.
Maldoror es
una figura demoníaca suprema que aborrece a Dios y a la humanidad.
El personaje
central de Los cantos de Maldoror (en francés «Mal d'Aurore», «Mal de la
aurora») es una figura que reniega ferozmente de Dios y del género humano. En
un libro en el que resuenan «los cascabeles de la locura», la crueldad y la
violencia, Maldoror encarna la rebelión adolescente y la victoria de lo
imaginario sobre lo real: su odio hacia la realidad (eso que llama «El Gran
Objeto Exterior») lo separa de sus congéneres, y por este motivo sufre. Aun
así, su orgullo (diríamos miltoniano) es más poderoso.
Lo grotesco,
el espanto y lo ridículo en Los cantos recuerdan a la obra de otro gran
antecedente del surrealismo, el Bosco. No por casualidad fue Lautréamont motivo
de inspiración para escritores como Alfred Jarry, Louis Aragon, André Breton o
Benjamin Péret, y artistas plásticos como René Magritte, Salvador Dalí, Amedeo
Modigliani, y Man Ray.
El tono que
caracteriza a la obra es fuertemente apelativo, de interpelación y de sorpresa
permanente al lector desprevenido. Los Cantos de Maldoror obedecen a una
estructura a la que el autor intenta ser fiel, a pesar de que su evolución
testimonia lo contrario. La publicación de 1868 (sólo el primer canto)
presentaba algunas partes dialogadas con indicaciones escénicas que fueron
suprimidas en los siguientes.
Es una obra
inspirada en el Manfred de Lord Byron, el Konrad de Adam Mickiewicz y el Fausto
de Goethe. De estas figuras retendrá, sobre todo, la idea de un héroe negativo,
satánico, en lucha abierta contra Dios, aunque el estilo elegido finalmente
participa de la literatura épica; de ahí la división en estrofas de cada uno de
los Cantos, con excepción del sexto y último, en el que la construcción de una
pequeña novela de una veintena de páginas cambia el estilo hasta entonces
adoptado.
Considerada
por muchos una obra “maldita” se convirtió en una obra de culto y en un arcano
cuyo secreto debía alejarse de ojos profanos. El Canto I fue publicado en
agosto de 1868, en Bruselas con dinero de su padre; firmó la obra con tres
asteriscos, lo mismo que la segunda edición, la cual apareció en una
publicación colectiva titulada "Parfums de l´âme" ("Perfumes del
alma") en 1869. En la primavera del 1869, Ducasse entrega al editor
Lacroix el manuscrito completo de la obra, que nunca llegará a las librerías y
de la cual sólo unos pocos ejemplares son encuadernados y entregados al autor.
Entre sus
obras también figuran unos poemas publicados poco antes de su muerte.
Su famosa
comparación «bello como el encuentro fortuito, sobre una mesa de disección, de
una máquina de coser y un paraguas» configura uno de los rasgos más distintivos
del irracionalismo surrealista: la conjunción de realidades inconexas,
dislocadas o incluso contradictorias.
Lautréamont
en español
Rubén Darío
dedicó una breve semblanza a Lautréamont en su libro Los raros. Tras su
descubrimiento por los surrealistas, los hermanos Gómez de la Serna publicaron
una versión de Los cantos, con prólogo de Ramón y texto de Julio. La lectura
del libro sirvió de inspiración directa para Pasión de la tierra, de Vicente
Aleixandre.
El 22 de
junio de 2003, el compositor uruguayo Leo Maslíah estrenó su ópera Maldoror,
basada en el libro de Lautréamont, en el Teatro Colón de Buenos Aires.
En 2008, la
banda uruguaya de punk rock La Sangre de Veronika publicó el álbum El otro está
en Montevideo, en homenaje al escritor.
Obra
Los cantos de
Maldoror (1869).
Poesías
(1870).
Obras
traducidas al español
Los cantos de
Maldoror. Editorial Pre-Textos. 2000.
"Poesías"
Editorial Renacimiento, Sevilla, 2001.
"Obras
Completas" (traducción de ALDO PELLEGRINI) Editorial Argonauta, Buenos
Aires, Argentina, 1967.
https://es.wikipedia.org/wiki/Conde_de_Lautr%C3%A9amont
Para el lunes 8 de enero de 2024, continuaré con la publicación de personas destacadas de
Uruguay.