Francisco Piria
Fernando Juan Santiago Francisco María Piria de Grossi
(Montevideo, 21 de agosto de 1847 - id. 11 de diciembre de 1933) fue un
empresario uruguayo, escritor, inventor, político y alquimista, famoso por
haber fundado la ciudad de Piriápolis en Uruguay.
Orígenes
Hijo de los inmigrantes genoveses Lorenzo Piria y Serafina de
Grossi. La muerte del padre siendo un niño, hace que la madre preocupada por su
educación lo envíe a Italia para que su cuñado, un sacerdote jesuita se ocupe
de su formación. Bajo la supervisión de su tío recibe la mejor formación de la
época en humanidades y ciencias. Estudiar en un contexto de disciplina y
austeridad propia de la orden de San Ignacio de Loyola, va a templar su
carácter significativamente. También pudo conocer algunos lugares de Italia
como Nápoles y Roma que abrieron su mente e imaginación cultivando un amor por
las artes clásicas que lo acompañó siempre.
Cuando regresó a Uruguay comenzó a trabajar en múltiples
oficios, destacándose como rematador.
El 25 de diciembre de 1866 se casó con Magdalena Rodino,
madre de sus cuatro hijos: Francisco José, Adela (hijastra), Lorenzo Piria y
Arturo Piria. Se casó por segunda vez en 1894. La tercera mujer fue Carmen
Piria, una argentina protagonista de un conocido escándalo. En 1933, casi al
borde de la muerte, Piria la declaró hija natural.
A la edad de 29 años ejercía actividades de rematador en el
“Mercado Viejo”, ubicado dentro de la Ciudadela de Montevideo que fuera luego
demolido para dar lugar a la ampliación de la Plaza Independencia. Allí Piria
tenía una tienda de remates permanente que funcionaba desde las primeras horas
de la mañana hasta las 22. En 1870, cuando tenía 23 años, el Mercado Viejo se
quemó, y Piria, que experimentó grandes pérdidas, debió trasladar su
"Exposición Universal" a la calle 18 de Julio esquina Andes (que
entonces se llamaba Los Andes).
Más adelante abrió un taller donde vendía ropa de confección
en la esquina de las calles Treinta y Tres y Rincón. Dotado de una excepcional
lucidez para los negocios a la cual no iba en zaga su inventiva publicitaria,
compró miles de yardas de una tela gruesa y mandó hacer una suerte de capotes
largos a los cuales bautizó Rémington.
Como en ese momento Montevideo vivía bajo la permanente
zozobra de los motines militares y ya habían comenzado a divulgarse los fusiles
de aquel mismo tipo, Piria mandó imprimir unos boletines que decían:
"todos los orientales deben ir a buscar su Rémington" y debajo puso
la dirección de su comercio. Quienes fueron, en vez de un fusil encontraron una
levita a buen precio. El recurso de venta lo llevó a colocar, de acuerdo a sus
palabras, 5,000 Rémington.
Creación de Piriápolis
Castillo de Piria.
Argentino Hotel.
Francisco Piria se encargó de crear la primera ciudad
balnearia de Uruguay. En 1890 compró 2,700 hectáreas de campo, extensión que iba
desde el cerro Pan de Azúcar hasta el mar. Ese mismo año había realizado un
viaje a Europa, consecuencia del cual surgió su inspiración para la explotación
turística de las costas uruguayas. Fue uno de los pioneros en hacer de una ciudad
balnearia alejada de la capital (Montevideo), un destino turístico de
excelencia que podía atraer a extranjeros de todo el mundo.
En 1897, luego de haber vivido durante un año en la India,
regresó a Uruguay para terminar la construcción del Castillo, su residencia
particular. Este Castillo contaba con un extenso parque con fuentes y numerosas
estatuas. La vegetación estaba compuesta de una gran variedad de especies
ornamentales exóticas. La arquitectura de este edificio reúne una mezcla de
estilos renacentistas; sus salones principales estaban delicadamente decorados
con papeles importados en los cuales el dorado tenía gran predominio. Las
molduras de yeso revestidas con dorado a la hoja, pisos de pinotea y muebles de
estilo Luis XV, ponían de manifiesto los finos gustos de su morador.
En 1898 una invasión de langostas destruyó todos sus
plantíos. En esa oportunidad colocó como símbolo de fe y esperanza el Cristo
Redentor, emplazado en un cerro ubicado entre el Castillo y el Cerro del Toro,
lugar donde geológicamente se separan los granitos de los pórfidos.
En 1905 construyó el primer Gran Hotel, llamado «Hotel
Piriápolis», hoy «Colonia Escolar de Vacaciones». En 1910 inició la
construcción de la rambla, donde se dejó inspirar por sus viajes a Europa, más
precisamente por la Costa Azul francesa. En 1912 se realizó el primer remate de
solares en Piriápolis y, a partir de entonces, la ciudad comenzó a crecer con
la construcción de numerosos chalets. En 1913 comenzó a correr el pintoresco
tren a vapor que unía la estación de Pan de Azúcar y el puerto de Piriápolis
que estaba en construcción y que se finalizaría en 1916, permitiendo el arribo
de los vapores que traían a los primeros veraneantes desde Buenos Aires. El
"trencito de Piria", como se lo conocía popularmente, fue una de las
características típicas del balneario.
Finalmente, Piria construyó a un costo de 5 millones de pesos cifra descomunal para la época, uno de los hoteles más gigantescos de América
del Sur, el Argentino Hotel, cuya piedra fundamental fue colocada en 1920 por
el presidente Baltasar Brum, siendo inaugurado el 24 de diciembre de 1930.
Palacio Piria (Montevideo)
El Palacio Piria es actualmente la sede de la Suprema Corte
de Justicia del Uruguay y está ubicado en el costado sur de la Plaza Cagancha.
Obra del arquitecto francés Camille Gardelle, aún hoy día se la conoce como
"Palacio Piria"
La construcción de este palacete fue ordenada por Piria y
ejecutada en función de sus necesidades familiares. En 1917 Piria estaba casado
en segundas nupcias y vivían con él tres hijos de su primer matrimonio (dos
casados y uno soltero). El distanciamiento entre la segunda esposa y sus
hijastros quedó reflejado en la distribución de los dormitorios de la casa. La
primera planta tenía tres dormitorios: dos "en suite" frente a la
actual calle Gutiérrez Ruiz y el tercero (el del hijo soltero) frente a la
Plaza de Cagancha.
El primer dormitorio tenía anexos un boudoir (recámara,
gabinete, ropería) sobre la esquina de la calle San José y una sala con balcón
sobre G. Ruiz. El segundo dormitorio tenía anexos una sala con balcón sobre G.
Ruiz y su boudoir daba sobre el balcón a la plaza. El tercer dormitorio no
tenía sala, pero sí su boudoir.
El primer piso era la suntuosa planta de recepción de la
casa. Constaba de los siguientes ambientes:
Gran Salón Imperio de casi 20 metros de largo. Ocupa todo el
espacio de este nivel sobre la plaza, desde G. Ruiz a la pared lindera con el
padrón vecino y está dividido en tres partes (una central y dos laterales)
separadas por columnas y pilastras de pórfido. Se hallaba suntuosamente
decorado con motivos de águilas, ramos de laurel, esfinges, grifos, etc., y
tenía espejos y paneles de seda en las paredes.
Despacho de Piria, cuyos balcones se abren a la calle
Gutiérrez Ruiz. Tenía dos antesalas anexas.
Salón comedor. Se destacaba la obra de artesonado del techo y
la boiserie sobre las paredes.
Sala de billar con techo pintado al fresco. Esta sala tiene
un pequeño gabinete anexo sobre la esquina de San José. Se accedía al salón
comedor, indistintamente, por una puerta de la sala de billar o por el
gabinete.
El segundo piso era la última planta de la vivienda y servía
de habitación a Piria y a su segunda esposa. Se organizó en función de dos
suites. La primera eran los aposentos de Piria y estaban ubicados en el sector
Norte. La segunda, en el sector Sur, eran los aposentos de la Sra. de Piria.
Entre ambas suites se extendía un amplio salón, que servía al matrimonio como
lugar de estar, descanso y sala de lectura. Por ser un espacio común, tenía una
puerta de acceso a la sala de Piria y otra a la sala de la Sra. de Piria.
El arquitecto Gardelle les diseñó entre ambas salas, sobre la
fachada de la calle G. Ruiz, la importante logia que permitía ampliar al aire
libre este lugar de esparcimiento de la casa. En la época de construcción de
este edificio los cuartos de baño se diseñaban separados de las habitaciones.
La casa tenía seis baños principales (dos en cada nivel).
El señor Piria era alquimista y, por esa razón, la casa está
plagada de símbolos misteriosos y esotéricos. Es uno de los pocos edificios
montevideanos que tienen incorporada esa simbología a su decoración. La figura
de óvalo del hall de la planta baja (el huevo, símbolo del origen de la vida)
se repite en el subsuelo y en los espacios de distribución de los dos niveles
superiores. El óvalo se repite en las placas de mármol verde que decoran los
muros del primer piso y de la última planta.
La suntuosa escalinata de mármol es el principal elemento
arquitectónico. Asciende desde la zona penumbrosa de la planta baja, se bifurca
en forma de signo de Aries al llegar al primer piso, donde el espacio aparece
más iluminado, y desemboca finalmente otra vez en figura de Aries en el último
nivel, bajo la majestuosa iluminación del vitral ovalado que corona la casa.
Piria quiso que su escalera significara la dantesca ascensión
a los cielos, que aparecen representados en el imponente vitral (firmado por el
artesano Marchetti, como los demás vitrales del edificio). Esta obra de arte en
vidrio se halla circundada por una guirnalda de hojas de acanto verdes que
encierra otra guirnalda de flores sostenida por ángeles y culmina al centro con
tres figuras de ángel apoyando un escudete azul.
Otros símbolos que se reiteran en la decoración son: la rosa
(flor supuestamente creada por los alquimistas, símbolo de la juventud), el
símbolo de infinito, que se repite en cadena cerrada para simbolizar la
eternidad, el Árbol de la Vida, y las figuras paganas de faunos, sátiros,
ninfas, etc., que se ven en los relieves de cerámica italiana que decoran los
muros del vestíbulo de entrada, los de la última planta y los de la culminación
de la escalinata, donde ninguna figura se repite.5
Palacio Piria de la Provincia de Buenos Aires
El Palacio Piria de Buenos Aires es una construcción de
principios del siglo xx (1907 y 1910) ubicado en el Camino Costanero Almirante
Brown de la ciudad de Ensenada, provincia de Buenos Aires. A mediados de 1926
fue adquirido por Piria, quien refaccionó la propiedad para mudarse con su
familia. Las habitaciones del primer piso fueron revestidas en maderas talladas
por artistas uruguayos, mientras que en el salón de los espejos, sala central
adornada con espejos biselados, cambió los herrajes por otros de bronce
trabajados a mano. Se trataba de un edificio lujoso que todavía en el siglo
xxi, pese al deplorable estado edilicio, sigue siendo el edificio más imponente
que tuvo esa zona en toda su historia.
Luego de convertir la mansión en un suntuoso palacio, Piria
se abocó a la tarea de convertir la región en lo que denominaría la
"dorada costa del Río de la Plata". Para ello propuso a las
autoridades provinciales la construcción de un camino que uniera la ciudad de
La Plata con Punta Lara, sin pasar por Ensenada. A cambio ofreció ocuparse del
acondicionamiento de las playas.
La burocracia fue pasando el proyecto de mano en mano y
cansando a Piria, quien regresó a Uruguay. En 1947 el Palacio y las 141 hectáreas
que lo rodean pasaron a manos del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires por
donación de la familia Piria, para uso residencial de los gobernadores, aunque
la donación no se concretó.
Durante algunos años funcionó una colonia de vacaciones para
niños huérfanos. Fue cedido a la Municipalidad de Ensenada, que perdió sus
derechos por no poder hacerse cargo de su recuperación. Por Ley 12.955 de la
provincia de Buenos Aires fue declarado Monumento Histórico y bien incorporado
al Patrimonio Cultural de la Provincia. Su estado actual es ruinoso.3
Político y pensador
En sus orígenes se proclamó blanco, y en la adolescencia
luchó en el ejército contra Venancio Flores.
Más adelante, tendría ideas asimilables a un socialismo
utópico, y se opuso férreamente a José Batlle y Ordóñez. Inclusive imaginó la
descentralización del Uruguay, el uso de energía solar y la construcción de
diseños urbanísticos progresistas.
Fundó el partido Unión Democrática, de cuño conservador. En
1919 se postuló a la Presidencia; pero apenas obtuvo 600 votos.
Escribió en 1898 el libro "El socialismo triunfante. Lo
que será mi país dentro de 200 años" en el cual le habla a su patria en
el año 2098.
Fundó además el diario La Tribuna Popular.
Fundación de barrios
En 1873 en la ciudad de Montevideo se diseñó una urbanización
contigua a la existente que se extendería hasta Flor de Maroñas (1875),
Ituzaingó (1888) y otros barrios como Pérez Castellanos (1908) y Jardines del
Hipódromo (1926), fundados por Francisco Piria. Con el correr del tiempo y el
crecimiento urbano de la ciudad estos barrios fueron incluidos dentro de
Montevideo y no ajenos a este como en sus orígenes.
En la ciudad de
Progreso, Canelones, en 1888, a poco de llegado el ferrocarril, Francisco
Piria, a través de su empresa “La Industrial”, efectuó la compra de terrenos
para realizar un fraccionamiento que se denominó Eliseo Argentino. Piria
también es el autor de una de las construcciones más emblemáticas de la zona,
un chalet de estilo parisino, en dos plantas, con buhardillas, techo de pizarra
negra, balcones amplios, columnas y balaustradas de mármol, y que
posteriormente pasó a manos del Sr. Demoulin Varonne.
Legado
Poco tiempo después de la gran inauguración, Francisco Piria fallece el 11 de diciembre de 1933 pero, como dijera Loreley Lazo, poetisa nacional contemporánea estrechamente vinculada a este hotel, "a Piria se lo puede hallar en todo cuanto su férrea voluntad creó. Fue un hombre que tuvo un sueño, lo hizo real y vive en él". Parte del legado de Francisco Piria quedó documentado en el largometraje argentino "Ciudadano Piria", estrenado en 2014.
Francisco Piria murió a los 86 años de edad en su casa
de Montevideo, aquejado de congestión pulmonar, complicada por diabetes, uremia
y debilidad del corazón.
https://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Piria