domingo, 15 de octubre de 2023

 




Lucha por la independencia de Uruguay

 

Artigas en la Ciudadela, óleo de Juan Manuel Blanes.

 

Iniciado el proceso revolucionario en Buenos Aires, en la llamada Revolución de mayo de 1810, la Banda Oriental tardó en sumarse. El denominado Grito de Asencio protagonizado por Pedro José Viera y Venancio Benavides el 28 de febrero de 1811, se considera tradicionalmente el punto de partida de la revolución en el país. Rápidamente al día siguiente se ocuparon las villas de Mercedes y de Santo Domingo Soriano, solicitando auxilios a la Junta de Buenos Aires.

 

José Gervasio Artigas, hoy considerado máximo héroe nacional, se sumó a la revolución y lanzó una exitosa revuelta en contra de España. Tras ocupar Soriano, Benavides tomó El Colla el 20 de abril. Manuel Francisco Artigas avanzó sobre las poblaciones del este, el 24 de abril de 1811 tomó la villa de Minas de Santa Lucía, el día 28 entró en San Carlos y el día 29 rindió Maldonado, luego un destacamento avanzó hacia el fuerte de Santa Teresa. Fuerzas unidas de Manuel Francisco Artigas y de Benavides liberaron San José el 25 de abril tras tomar a Porongos.

 

José Gervasio Artigas dirigió sus tropas hacia Montevideo y venció a los realistas en la batalla de las Piedras, el 18 de mayo del mismo año, sitiando pocos días después la ciudad amurallada de Montevideo, último reducto de la colonia española en la Banda Oriental, puesto que Colonia del Sacramento había sido ocupada el 26 de mayo por Benavides.

 


 

Estatua de José Gervasio Artigas.

 

El envío de un contingente portugués en auxilio de los españoles llevó al Gobierno de Buenos Aires a pactar con los españoles y también con los lusobrasileños (Tratado Herrera-Rademaker), ordenando la retirada de las tropas revolucionarias de la Banda Oriental que incluía la Provincia Oriental, Misiones Orientales, Río Grande del Sur, Santa Catarina, por este tratado los lusobrasileños ocupaban también un territorio que llamaban "Entre Ríos", es decir la región delimitada por el Cuareim al sur, el Ibicuy al norte y el río Uruguay al oeste; aunque muy probablemente tal denominación lusobrasileña apuntaba a sentar precedentes sobre una posible anexión de la Provincia de Entre Ríos (ya fuera de la Banda Oriental) debe evitarse la confusión entre ambos territorios homónimos.

 

Artigas acató el pacto, retirando el sitio de Montevideo. Casi toda la población del sur de la Banda Oriental excepto Montevideo, lo acompañó en la retirada hasta el arroyo Ayuí Grande en la actual ciudad entrerriana de Concordia, dejando el territorio virtualmente vacío.

 

A este acontecimiento se le denomina el Éxodo oriental o también La Redota y demostró el liderazgo o rol de caudillo de José Gervasio Artigas sobre el pueblo de la Banda Oriental.

 

La posición de Buenos Aires, aunque acatada, provocó fuerte malestar entre los orientales. A partir del 26 de febrero de 1813 se reanuda el sitio de Montevideo, que tras la victoria de la escuadra de las Provincias Unidas en la Campaña Naval de 1814 cae finalmente el 23 de junio de 1814.

 

Durante ese período se incrementan los enfrentamientos entre Artigas, partidario del federalismo y principal caudillo de la Liga Federal, y el gobierno de Buenos Aires. Entre las instrucciones que Artigas dio a los diputados orientales a la Asamblea del año XIII, figuran los límites de la Provincia Oriental que él pretendía:

 

Artículo 8º: El territorio que ocupan estos Pueblos desde la costa oriental del Uruguay hasta la fortaleza de Santa Teresa forman una sola Provincia, denominante la Provincia Oriental. Pues el resto de la Banda Oriental esto es el Norte de Río Negro más todo Río Grande del Sur y Santa Catarina eran parte de la Banda Oriental que estaba bajo ocupación lusobrasileña.

 

Artículo 9º: Que los siete Pueblos de Misiones, los de Batoví, Santa Tecla, San Rafael y Tacuarembó que hoy ocupan injustamente los portugueses y a su tiempo deben reclamarse serán en todo tiempo territorio de esta Provincia.

 

En 1815, Artigas logró reunir en la entonces capital entrerriana de Concepción del Uruguay el protocongreso de la independencia argentina, conocido como Congreso de Oriente, con representantes de la Provincia Oriental, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, las Misiones -mucho más extensas que la actual provincia argentina de ese nombre, aunque sus representantes no llegaron a tiempo- y Santa Fe, aunadas en la Liga Federal a la cual fueron invitadas todas las otras provincias de los territorios del antiguo Virreinato del Río de la Plata.

 


 

La Banda Oriental se divide en repúblicas: República de Río Grande del Sur y República Juliana (Santa Catarina); las que desde 1825 intentan ser independientes y confederadas.

 

1820: Ramírez creó entonces la República de Entre Ríos 1820-1821.

 

1825: Declaración de independencia, respecto a Brasil y a Portugal, de la Banda Oriental y reunión de la misma a las Provincias Unidas del Río de la Plata (tal cual expresamente lo dice el acta del Congreso de Florida en ese mismo año 1825).

 

1828: a partir de la liberada, (durante la Guerra contra Brasil), Provincia Oriental es creado por intervención británica el Estado Oriental del Uruguay independiente del Brasil (sólo el sur de la Banda Oriental, el norte sigue siendo brasileño).

 

1836: Se proclama la República Riograndense (norte de la Banda oriental).

 

1839: La República Riograndense formó una confederación conjunta con la República Juliana, la cual fuera proclamada ese mismo año, en Santa Catarina, y cuya capital era la ciudad de Laguna.

 


 

La Cisplatina y la Guerra del Brasil

 

Provincia Cisplatina y Guerra del Brasil.

 

El Juramento de los Treinta y Tres Orientales, óleo de Juan Manuel Blanes.

 

En agosto de 1816 tropas luso-brasileñas al mando de Carlos Federico Lecor invadieron la Provincia Oriental del Río de la Plata en el curso de la invasión luso-brasileña, aunque Artigas continuó la lucha en el medio rural hasta caer derrotado en la batalla de Tacuarembó, en enero de 1820, la cual significó la derrota definitiva del caudillo oriental, el que debió abandonar su tierra, a la cual ya no volvería.

 

La Revolución Oriental,finaliza, después del Acuerdo de Tres Árboles, cercano a las costas del río Queguay, entre el Fructuoso Rivera y Bento Manuel Ribeiro y con José Artigas en el exilio en Paraguay.

 

De este modo, en 1821 el actual territorio uruguayo fue anexado al Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve como una provincia más, rebautizándosela Provincia Cisplatina.

 

Portugal entendía que las tierras al occidente del Río Uruguay -actualmente las provincias argentinas de Entre Ríos y Corrientes- deberían también formar parte de su órbita, llamando a toda esa región la Provincia Transplatina.

 

Cuatro años después, en abril de 1825, y con el apoyo de Buenos Aires, un grupo de rioplatenses, la mayoría originarios de la Provincia Oriental, llamados los Treinta y Tres Orientales y liderados por Juan Antonio Lavalleja, regresó a su tierra para liberarla de la dominación imperial brasileña, siendo dicha gesta conocida como "Cruzada Libertadora".

 

La importancia histórica de esta gesta es tal, que el día 19 de abril, fecha del desembarco de los Treinta y Tres en la Agraciada, actualmente en el Departamento de Soriano, viniendo desde Entre Ríos, constituye una de las fiestas nacionales laborables de la República. Asimismo, la bandera tricolor que portaban los Treinta y Tres, con la leyenda "Libertad o Muerte", constituye actualmente uno de los emblemas oficiales de la República.

 

Posteriormente se sumaría a dicha gesta libertadora el general Fructuoso Rivera quien ofreció a los portugueses una vasta región del norte y este de la Provincia Oriental a cambio de lograr "la paz". El territorio cedido por Rivera a los portugueses limitaba al norte con la actual ciudad de Porto Alegre.

 

El 25 de agosto de 1825, en el Congreso de Florida, se declara la total independencia del territorio oriental con respecto al Reino de Portugal, y a la vez, su voluntad de volver a formar parte, como una provincia más, de las Provincias Argentinas.

 

La H. Sala de Representantes de la Provincia Oriental del Río de la Plata en virtud de la soberanía ordinaria y extraordinaria que legalmente reviste para resolver y sancionar todo cuanto tienda a la felicidad de ella, declara: que su voto general, constante, solemne y decidido es, y debe ser, por la unidad con las demás Provincias Argentinas a que siempre perteneció por los vínculos más sagrados que el mundo conoce.

 

Por tanto, ha sancionado y decreta por ley fundamental la siguiente: Queda la Provincia Oriental del Río de la Plata unida a las demás de este nombre en el territorio de Sud América, por ser la libre y espontánea voluntad de los Pueblos que la componen, manifestada con testimonios irrefragables y esfuerzos heroicos desde el primer período de la regeneración política de dichas Provincias. Dado en la Sala de Sesiones de la Representación Provincial, en la villa de San Fernando de la Florida, a los veinticinco días del mes de agosto de mil ochocientos veinticinco.



 

Si bien al comienzo de las hostilidades las fuerzas imperiales eran mayores a las republicanas, las Provincias Unidas derrotaron a Brasil en muchas batallas en una lucha de tres años por tierra y mar, siendo la Batalla de Ituzaingó la más importante.

 

No obstante, las fuerzas argentinas nunca lograron capturar Montevideo ni penetrar profundamente en territorio brasileño y esto, sumado al hecho de que Brasil obtuvo mejores resultados en el mar al destruir la mayor parte de la pequeña flota argentina, derivó en que Brasil obtuvo al final términos más favorables en el tratado de paz.

 

Sin embargo, los problemas económicos y políticos generados en ambos estados, en especial, el bloqueo de la Armada de Brasil al puerto de Buenos Aires y el impasse en tierra (dado que Colonia del Sacramento y Montevideo estuvieron bajo el control de Brasil durante todo el conflicto) aconsejaron iniciar las tratativas de paz.

 

En 1827, el ministro plenipotenciario argentino Manuel José García, excediéndose en su misión, firmó la Convención Preliminar de Paz de 1827 con los representantes brasileños que reconocía la soberanía del Imperio sobre la Provincia Oriental y se comprometía a pagarle a Brasil una indemnización de guerra.

 

El presidente Bernardino Rivadavia la declaró como el «tratado deshonroso», rechazándola y presentando posteriormente su renuncia.

 

El conflicto continuó hasta el 27 de agosto de 1828, cuando los representantes del gobierno de la República de las Provincias Unidas del Río de la Plata y los del Emperador del Brasil, Pedro I, firmaron la Convención Preliminar de Paz de 1828, que acordó la independencia de la Provincia Oriental y el cese de las hostilidades.

 


 

Independencia

 

La primera constitución nacional fue adoptada el 18 de julio de 1830, dándosele el nombre de Estado Oriental del Uruguay al novel país. Pese a obtener que Brasil abandonara las pretensiones sobre la actual República Oriental del Uruguay, el estado brasilero mantuvo ocupada una gran parte de la Banda Oriental: las nacientes del Río Negro en el nudo de Santa Tecla, y todo el extenso territorio entre el Río Cuareim y el río Ibicuy (en grafía portuguesa: Ibicuí) y su curso alto llamado río Santa María.

 

También por el noroeste, los brasileños lograron correr a su favor las fronteras, pese a su derrota militar: la frontera del noroeste pasó de ser el Piratiny o Piratiní a ser el Río Yaguarón.



 

El primer presidente, electo bajo la Constitución de Uruguay de 1830, fue Fructuoso Rivera, desplazando a Lavalleja, que no era de ningún modo del agrado de los brasileños. Fue sucedido por Manuel Oribe, asumido en 1834. No obstante, gran parte del poder seguía en manos de Rivera, gracias al cargo de comandante general de la Campaña que se había creado para él mismo durante su mandato.

 

El 11 de abril de 1831, siendo presidente el General Fructuoso Rivera y ministro de guerra el General Manuel Oribe, se llevó a cabo la Matanza del Salsipuedes en la que murieron cerca de treinta charrúas, la más importante de una serie de batallas con los pueblos originarios, que tuvo como resultado la emigración de muchos charrúas hacia Brasil y Argentina.

 

Esta batalla fue el corolario de una guerra que antecedió a la llegada de los españoles al Río de la Plata, entre la nación charrúa y la guaranítica, esta última protegida por el general Rivera

 


Primer escudo del Estado Oriental del Uruguay

 

Diversos incidentes llevaron a la revolución de Rivera y sus partidarios en contra del gobierno en 1836. Oribe decretó que sus seguidores usaran una divisa blanca, mientras Rivera adoptó una cinta colorada (primero había elegido una celeste, pero debido a que se confundía con el blanco decidió cambiarla).

 

Es de esta forma que nacieron los «blancos» y «colorados», quienes se enfrentaron por primera vez en la batalla de Carpintería, el 19 de septiembre de ese año.

 

Según Edmundo Narancio, entre las consecuencias positivas de la independencia uruguaya podemos destacar el establecimiento de leyes básicas y la creación del pabellón a raíz de la jura de la Constitución, los nuevos derechos y libertades, el principio de autodeterminación, prohibición del tráfico de esclavos con países extranjeros, la supresión de un sistema fiscal complejo con numerosos impuestos y la apertura comercial.

 

Por el contrario, entre los costes de la independencia podemos destacar las influencias extranjeras y rivalidades internas de Uruguay, que provocan la Guerra Grande entre 1839 y 1851, la inestabilidad social y la fuga de capitales.

 

Los primeros cuarenta años del nuevo país fueron testigos de una gran inestabilidad política. Los continuos enfrentamientos entre blancos y colorados dieron lugar a la llamada Guerra Grande y al largo sitio de Montevideo, con el país dividido entre dos gobiernos rivales, y que presenciaron graves intromisiones en sus asuntos internos por parte de la Argentina y el Brasil. A esa guerra siguieron una serie de golpes de estado y revoluciones, que llevaron a Uruguay a participar en la larga y costosa Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay.

 


 

Guerra Grande

 

Las vinculaciones de los colorados con los unitarios argentinos y de los blancos con los federales dieron lugar a una constante intervención de la Argentina en los asuntos internos uruguayos, a lo que se sumaba Brasil.

 

También se debe destacar la intención de Francia y Gran Bretaña de extender su predominio económico al Río de la Plata.

 

Todas estas influencias extranjeras, sumadas a las rivalidades internas en Uruguay, desencadenarían la llamada Guerra Grande (1839-1851).

 

Luego de que las tropas riverenses vencieran a las de Oribe, este renunció a la presidencia y en su lugar fue elegido Rivera, el 1º de marzo de 1839. Ya en febrero de ese año le había declarado la guerra a Rosas, aliado de Oribe, dando comienzo a la contienda.

 

Entre 1839 y 1843, la guerra fue favorable a Rosas y Oribe. Este último impuso el sitio de Montevideo entre 1843 y 1851. Así, el país quedó dividido en dos partes: Montevideo bajo el poder del Partido Colorado, apoyado por los británicos y franceses, que forman el Gobierno de la Defensa; el resto del país, dominado por Oribe y los blancos, que formaron el Gobierno del Cerrito, con su capital en la ciudad de Villa Restauración, actualmente el barrio de la Unión.

 

Oribe fue el primer presidente oriental que homenajeó oficialmente a Artigas, bautizando con el nombre del prócer a la principal calle de Villa Restauración.

 

Durante este período, varias legiones extranjeras franceses, italianas, etc. apoyaron la defensa de Montevideo, siendo especialmente notable la participación de Giuseppe Garibaldi, quien comandara las fuerzas navales de Montevideo.

 

Desde 1849, tras aplastar el imperio del Brasil a la República Riograndense, al concluir la Guerra de los Farrapos del portugués «Guerra de los Harapientos»  arreciaron las incursiones y ataques brasileños sobre el territorio uruguayo.

 

En 1851, el gobernador de la provincia de Entre Ríos, Argentina, Justo José de Urquiza, forma una coalición con Brasil y el Gobierno de la Defensa e invadió el territorio uruguayo. Simultáneamente se produjo una nueva invasión brasileña. El cansancio generado por la larga guerra provocó la rápida rendición del gobierno del Cerrito y la firma de la paz, el 8 de octubre de 1851. Como resultado del tratado de paz firmado en 1852, Uruguay reconocía la soberanía brasileña sobre las Misiones Orientales ya ocupada en los hechos por el Imperio de Brasil más una franja adicional, entre los ríos Cuareim e Ibicuy.

 

 Asesinato del General Venancio Flores, en las calles de Montevideo a cabo el día 19 de febrero de 1868 (Angelo Agostini, publicado en A Vida Fluminense, n. º 10, 07/03/1868).

 

Al finalizar la Guerra Grande el país queda en un complicado escenario: totalmente endeudado con decrecimiento de población, destrucción de la mayoría del ganado (principal fuente de ingresos del país).

 



Gabriel Pereira

 

Muchos responsabilizaron a los bandos políticos por la debilidad interna y propusieron una política de fusión para eliminar las divisas, llegando en 1857 el presidente Gabriel Pereira a prohibir la reorganización de los partidos políticos.

 



Bernardo Berro

 

Al llegar en 1860 a la presidencia Bernardo Berro, a pesar de ser blanco, se inclinó hacia la política de fusión. Intentó implantar una política de neutralidad con Argentina, puesto que opinaba que Uruguay no se debía entrometer en asuntos externos.

  


 

Venancio Flores, el principal caudillo uruguayo en ese momento, se alió con los gobiernos de Brasil y Argentina e invadió el territorio uruguayo. Tras una breve, pero violenta guerra, accedió al poder en 1865. Flores pagó el apoyo brasilero y argentino uniéndose con ellos contra el Paraguay, en la Guerra de la triple alianza.

 

Flores fue asesinado en 1868, siendo sucedido por Lorenzo Batlle. En su período de gobierno, lo más destacado fueron las crisis económicas y políticas. Entre estas últimas se destacó la «Revolución de las Lanzas», comandada por Timoteo Aparicio. Este período (1868) se caracterizó por gobiernos débiles, siendo presidentes: Lorenzo Batlle (1868-1872), José Ellauri (1872-1875) y Pedro Varela (1875).

 

Solo después de la Revolución de las Lanzas, en 1872, comenzó una etapa de resolución más pacífica de las situaciones políticas, aunque siguieron ocurriendo pequeñas guerras civiles hasta 1904. En 1870 España reconoció la independencia de Uruguay al firmarse el Tratado de Reconocimiento, Paz y Amistad entre la República Oriental del Uruguay y el Reino de España.

 


 

La Revolución de las Lanzas fue un movimiento armado conducido por Timoteo Aparicio caudillo del Partido Nacional y ex oficial del ejército que se desarrolló en Uruguay entre 1870 y 1872 y culminó con el primer acuerdo de coparticipación en el poder de los partidos tradicionales.

 

Su nombre, se debe a que fue el último conflicto militar acaecido en Uruguay en el cual se utilizó esta arma, la lanza de tacuara, como arma fundamental para librar las batallas.

 

https://www.colon.com.uy/sociedad/1929-25-de-agosto-declaratoria-de-la-independencia

 

ttps://www.monografias.com/docs114/batalla-ituzaingo-ambas-versiones/batalla-ituzaingo-ambas-versiones


ttps://es.wikipedia.org/wiki/República_Juliana

 

ttps://www.biografiasyvidas.com/biografia/r/rivera_jose_fructuoso.htm

 

https://www.contratapa.uy/Archivo/La-Ruta-de-la-Guerra-Grande-a-170-anos-del-fin-del-conflicto-uc182

 

https://es.wikipedia.org/wiki/Gabriel_Antonio_Pereira

 

http://columnistas.montevideo.com.uy/ucimprimir_53366_1.htm

 

https://montevideoantiguo.net/index.php/hitos-historicos/el-asesinato-de-venancio-flores.html

 

ttps://es.wikipedia.org/wiki/Revolución_de_las_Lanzas

 


 

Próxima publicación el jueves 19 de octubre de 2023, historia resumida Militarismo y modernización de Uruguay.
octubre 15, 2023   Posted by Los Mina Digital with No comments

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