Sitios Históricos de Paraguay
La Casa de la Independencia constituye un símbolo de la
independencia del Paraguay
El 14 de mayo de 1811, por el estrecho callejón contiguo a
esta antigua casona, resonaron los pasos de quienes hicieron posible el deseo compartido
por todo un pueblo: vivir en una tierra propia, libre e independiente del
imperio español y de la Junta de Buenos Aires.
Esta casa fue construida en 1772 por el español Antonio
Martínez Sáenz y su esposa la paraguaya Petrona Caballero, con paredes de
adobe, techo de tejas y armazón de palmas y tacuaras, al modo tradicional de la
época, tal como puede apreciarse hasta hoy. El solar fue heredado por sus hijos
Pedro Pablo y Sebastián Antonio, convirtiéndose, por diversas circunstancias,
en un lugar seguro y discreto para las reuniones secretas en las que se gestó
la caída del gobierno español.
El Capitán Pedro Juan Caballero, primo de los dueños de casa,
se hospedaba allí cuando llegaba a la capital desde Tobati, su pueblo natal,
convergiendo con otros próceres, como Doña Juana María de Lara, mayordoma de la
catedral cuya residencia, ubicada en la vereda de enfrente, era albergue
habitual de su sobrino el Capitán Vicente Ignacio Iturbe. Otro asiduo visitante
era el Capitán Juan Bautista Rivarola que durante sus frecuentes estadías en
Asunción se hospedaba en casa de su suegra, vecina del lugar.
Las reuniones contaban así mismo con otras ilustres personas:
Fulgencio Yegros, que mantenía un noviazgo con Facunda Micaela Speratti, cuñada
de Pedro Pablo Martínez Sáenz al igual que el del Teniente Mariano Recalde que
a su vez cortejaba a Virginia Marín, cuñada del otro propietario, Sebastián
Antonio.
El Callejón Histórico representa uno de los lugares más
significativos de la casa, pues diversos relatos de la época coinciden en que
por allí salieron los patriotas para tomar los cuarteles e intimar rendición al
Gobernador español Bernardo de Velazco.
Las narraciones orales aseguran que la callejuela también fue
transitada por Doña Juana María de Lara para dirigirse a la Catedral de
Asunción a pedir al Padre Mariano Molas el «santo y seña» del triunfo: un
repique continuado de campanas que en la madrugada del 15 de mayo convocó al
pueblo a celebrar el nacimiento del Paraguay como nación.
En el proceso de Independencia paraguaya no existió
derramamiento de sangre. Ante la intimación de los patriotas, el Gobernador
español Bernardo de Velazco depuso armas y aceptó formar parte de un gobierno
interino conjuntamente con el Doctor José Gaspar Rodríguez de Francia y el
Capitán Juan Valeriano Zevallos. Con más de doscientos veintiocho años de
existencia, el hoy Museo Casa de la Independencia constituye no solamente un
símbolo de libertad, sino también un invalorable patrimonio cultural.
Es uno de los más antiguos solares coloniales que perduran y
que evoca a la Asunción de finales del siglo XVIII.
Como testimonio de que en esta casa fue gestada la
emancipación del país, durante el gobierno de Carlos Antonio López por decreto
de abril de 1849, se estableció llamar 14 de mayo a la calle de adelante del
Callejón Histórico, que en la esquina converge con la calle Presidente Franco.
El solar Martínez Sáenz siguió siendo propiedad de particulares hasta el año
1943 cuando fue adquirido por el Estado paraguayo, que en 1961 lo declaró
Monumento Histórico Nacional.
Por ser uno de los últimos vestigios edilicios de la colonia,
su permanencia es vital, para el fortalecimiento de nuestra identidad y de
nuestra cultura. Hacia los años ’50 estuvo a punto de perecer bajo la acción de
la picota.
La oportuna y enérgica intervención de un grupo de
historiadores, liderada por Juan B. Gill, Carlos Pusineri Scala y Roberto
Quevedo, impidió la destrucción total de tan valioso patrimonio.
En el marco de los 150 años de la Independencia del Paraguay,
a solicitud ciudadana, el inmueble fue restaurado e inaugurado como Museo de la
Casa de la Independencia el 14 de mayo de 1965.
Una parte del predio original fue cercenado y demolido,
Convirtiéndose en estacionamiento de vehículos. Existieron varias tratativas
para su adquisición, entre éstos tres proyectos de Ley de Expropiación, que
nunca llegaron a feliz término.
Finalmente, en el año 2011, el Gobierno asumió la compra del
terreno para recuperar en su totalidad este emblemático edificio, herencia
cultural de nuestro pasado, con el cual convivimos hoy y convivirán las
generaciones futuras.
El Museo Casa de la Independencia está alhajado al estilo de
las viviendas de la época Colonial y conserva objetos que pertenecieron a
nuestros próceres, a familiares de estos, o que guardan relación con aquel
tiempo.
Consta de cinco salas y un gran salón, dispuestos en torno a
un patio. A la entrada puede verse un mural del ceramista José Laterza Parodi
que representa los edificios y lugares más destacados de la Asunción Colonial.
Escritorio: En esta sala se exhiben importantes documentos de
la época; una cómoda escritorio que perteneció a Fernando de la Mora y varios
cuadros, entre éstos se destaca el del pintor nacional Jaime Bestard que
representa la intimación al Gobernador Velazco.
Comedor: Aquí se conservan muebles coloniales, enseres de uso
doméstico, objetos de caballería, la espada que perteneció a Fulgencio Yegros y
un retrato del Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia.
Sala: Está amoblada con piezas de origen francés que datan de
1830 además de una araña de cristal, un brasero de madera y bronce, tallas
jesuíticas y franciscanas y retratos de Pedro Juan Caballero y Fulgencio
Yegros.
Dormitorio: En este espacio se halla una cama y una camisa
bordada que pertenecieron a Fernando de la Mora, un arcón colonial, una silla
sanitaria y una vitrina que guarda la imagen de la Virgen de la Inmaculada
Concepción.
Oratorio: Está ornamentado por tallas jesuíticas y
franciscanas y demás de objetos religiosos de diversa procedencia. Puede
apreciarse igualmente un retrato del Presbítero Xavier Bogarín. Al igual que un
arcón (carameguá) del Prócer Rivarola.
Corredor: Exhibe dos grande tableros de madera tallada
procedente de las antiguas misiones de la Compañía de Jesús y, debajo de estas,
restos del alero de la Casa de la Independencia que permiten observar las
dimensiones y características de los materiales con los que se construía en la
época colonial. También hay un escaño de uso de Manuel Atanasio Cabañas, héroe
del Paraguay y Tacuary.
Patio: Contiene un mural del ceramista José Laterza Parodi
donde puede leerse parte de la Nota del 20 de julio de 1811 enviada por la
Junta de Gobierno del Paraguay a la de Buenos Aires. Sobresale asimismo un
reloj de sol de la Misión Jesuítica de Santa Rosa y el túmulo que cubría los
restos mortales del Prócer Juan Bautista Rivarola.
Salón Capitular: Originalmente fue caballeriza. Hoy
constituye una réplica del salón Capitular del antiguo Cabildo de Asunción que
sesionó hasta 1824.
El Palacio de López, llamado oficialmente Palacio de
Gobierno, es la sede del despacho del Presidente de la República del Paraguay y
de las secretarías del Poder Ejecutivo, se encuentra ubicada en la capital,
Asunción. Es uno de los edificios más emblemáticos de la capital paraguaya,
Asunción. Fue construido en estilo neoclásico con cierta influencia palladiana.
El Palacio fue declarado Tesoro del Patrimonio Cultural
Material de Asunción,1 con motivo de la elección de Asunción como Capital
Americana de la Cultura 2009.
El edificio se encuentra en el centro de la ciudad, en la
calle Paraguayo Independiente, entre Ayolas y O'Leary, a orillas de la Bahía de
Asunción, accidente geográfico correspondiente al río Paraguay.
Historia
Vista nocturna del Palacio de López.
En la primera mitad del siglo XIX, Lázaro Rojas, instituyó
heredero universal a su ahijado de bautismo Francisco Solano López a quien le
correspondió en herencia, entre otros bienes, el predio donde se encuentra el
palacio. Tras viajar por Europa, Francisco contrató a varios arquitectos,
ingenieros y otros técnicos, que ayudaron a desarrollar diferentes obras en el
país. Una de ellas fue la residencia particular de Francisco Solano López.
La construcción de la misma parece que correspondió al
maestro albañil inglés Alonzo Taylor, aunque algunos la atribuyen al ingeniero
húngaro Francisco Wisner.
Respecto a la autoría del diseño, la mayoría de los
historiadores se inclina por considerar que Francisco S. López llegó a Paraguay
con el diseño ya hecho en Europa.
Los materiales para la construcción del palacio proceden de
varios lugares del interior del país: piedras de las canteras de Emboscada y
Altos, maderas y odrajes de Ñeembucú y Yaguarón, ladrillos de Tacumbú, piezas
de hierro fundidas en Ybycuí, etc.
Diversos artistas europeos se encargaron de la decoración del
edificio: el ingeniero inglés John Owen Moynihan modeló y dirigió las obras de
las figuras esculpidas en piedra necesarias para crear un ambiente palaciego a
manos de unos jóvenes estudiantes, estaban hechas principalmente por piedras
excavadas de una cantera cerca de Emboscada, ubicadas en el techado del frontis
estas estatuas alegóricas (actualmente ausentes) representaban la Libertad,
Justicia y Religión, la estatua más prominente era la de la libertad colocada
en el centro coronada en la cabeza con el laurel de la gloria pisando las
cadenas de la represión sosteniendo con la mano derecha el gorro frigio sobre
la punta de una pica y con la mano izquierda ostenta la palma de la victoria
(todos símbolos de los Escudos del Paraguay) a la derecha de la libertad se
encuentra a la justicia sentada, sostiene con la derecha la balanza emblemática
y alza la zurda señalando con el dedo hacia el cielo, a la siniestra de la
libertad está también sentada la religión con las manos cruzadas sobre la
Escritura Sagrada clavando una dulce y expresiva mirada al cielo, serían
acompañadas por cada extremo del grupo mencionado con las estatuas de unos
guerreros pero nunca fueron terminados, en el frontis del palacio arriba de la
entrada principal estaban dos leones de piedra ejecutados por el mismo artista;
el italiano Andrés Antonini diseñó y construyó la escalera de mármol del
Palacio que da acceso a la segunda planta; y el pintor Julio Monet, francés, pintó
los techos con decoraciones florales y figuras.
Palacio de Los López después del bombardeo durante la guerra. Archivo Nacional del Brasil.
Para 1867, época de la Guerra de la Triple Alianza, el
Palacio de los López estaba casi terminado, aunque faltaban detalles para su
conclusión. La ornamentación era de estatuillas de bronce, muebles importados
de París, y grandes y decorados espejos para los salones.
El estallido de la Guerra de la Triple Alianza obligó a
Francisco Solano López a mudarse de la capital al Ñeembucú.
Nunca habitó en su Palacio. En 1869 la escuadra
brasileño-argentina bombardeó la ciudad y provocó daños en el palacio. Las
fuerzas aliadas saquearon el Palacio de los López, cuyo ornamento y cuyo
mobiliario fueron confiscados y llevados a Brasil.
Durante los siete años en que los aliados ocuparon Asunción,
el Palacio sirvió como cuartel de las fuerzas brasileñas. Después de que estas
lo abandonaron, el edificio quedó en total estado de abandono.
Fue durante el gobierno de Juan Gualberto González que se
iniciaron las obras de restauración del Palacio, que duraron dos años. Sin
embargo, González fue depuesto en 1894 por un golpe de Estado y nunca pudo
habitar el Palacio.
Su sucesor, Marcos Morínigo, tampoco duró mucho tiempo en el
poder, por lo que tampoco llegó a habitar el edificio. Solamente con la llegada
de Juan Bautista Egusquiza en 1894 comenzó la función efectiva del Palacio de
los López como sede del Gobierno nacional. Fue también, hasta mediados del
siglo XX, residencia del Presidente de la República y de su familia.
Hasta 1949, el despacho del presidente se encontraba en la
planta alta del edificio. Ese año, el gobernante de la república, Felipe Molas
López, con dificultades para subir escaleras, decide trasladar el despacho a la
planta baja. Con el tiempo, las dependencias originales fueron trasladadas en
función de las necesidades de la administración gubernativa. El Gral. Alfredo
Stroessner gobernó el país desde este edificio durante más de 35 años.
En la actualidad el Palacio se ha dotado de una espectacular
iluminación nocturna, y se ha recuperado su color original, ofreciendo una
hermosa vista desde la costanera de Asunción.
https://es.wikipedia.org/wiki/Palacio_de_L%C3%B3pez
Centro Cultural de la República de Paraguay
El Centro Cultural de la República - El Cabildo en Asunción,
Paraguay, emplazado en el edificio del Cabildo, tiene por principal objetivo el
fortalecimiento de la conciencia y memoria histórica, potenciando su condición
de edificio de valor monumental.
Durante el Gobierno de Carlos Antonio López se realizó la
refacción y el diseño actual del edificio, a cargo del arquitecto español
Pascual Urdapilleta.
Reseña histórica
Fue inaugurado el 14 de mayo de 2004 por iniciativa del
senador Carlos Quinto Mateo Balmelli, entonces presidente del Congreso
Nacional, fundador y miembro de honor, con el apoyo de todos los diputados y
senadores del Poder Legislativo.
Se le denominó de esta forma porque tiene como finalidad ser
un lugar abierto a todas las personas sin discriminaciones de clase y por estar
erigido en el antiguo lugar donde estuvo el Cabildo, Justicia y Regimiento,
institución colonial española que en América fue la que otorgó el estatus de
ciudad al primer enclave ciudadano en la región rioplatense.
Este edificio también fue la cuna del Paraguay, cuando el 16
de septiembre de 1541 el gobernador Domingo Martínez de Irala dio el enclave
militar que fue el fuerte Nuestra Señora de la Asunción, el cual fue fundado
por el capitán Juan de Salazar y Espinosa el 15 de agosto de 1537.
Ese lugar estuvo ocupado también por el Congreso Nacional.
Había sido construido originalmente en 1844, para sede de los poderes Ejecutivo
y Legislativo. Fue en su momento una de las obras más importantes que emprendió
el gobierno de Carlos Antonio López (1844-1862) inaugurada el 14 de marzo de
1857.
Fue sede del Poder Ejecutivo Presidencia de la República del
Paraguay hasta en 15 de noviembre de 1894, en que pasó a funcionar en el
palacio construido con fondos públicos para el otrora dictador Francisco Solano
López Carrillo. Es poco concurrido el lugar y sufre el abandono y desidia
estatal.
Organización
Cuenta con un consejo asesor permanente integrado por
miembros de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, de la cual Augusto
Roa Bastos formara parte, además de técnicos especializados en distintas
temáticas y áreas.
Distribución de las salas de eventos y museos
Convertido en recinto de proyección cultural, se organizaron
las nuevas funciones, ubicando los espacios expositivos y las áreas
administrativas en la construcción moderna que adosada en los años 70 del siglo
pasado.
Para la distribución de los diferentes programas, se tuvieron
en cuenta las condiciones de especialidad de cada sala con los objetos a
exponer y la determinación de un recorrido coherente con las colecciones
expuestas.
Vale destacar que en este Centro Cultural fue velado los
restos mortales del célebre escritor paraguayo Don Augusto Roa Bastos, el año
2005.
Este Centro Cultural tiene varias salas que han ido otorgadas
a los diferentes museos de la ciudad: Sala del Barro, Sala del Arte Sacro, Sala
Guido Boggiani, Sala de la Música, Sala del Cabildo, Sala del Cine y la
Biblioteca de autores paraguayos Augusto Roa Bastos. Además cuenta con dos
salas para muestras temporarias de Paraguay.
En la planta baja fueron ubicados los espacios destinados a
la exposición de las distintas expresiones plásticas características de los
diversos períodos de la historia cultural paraguaya. En el ala izquierda, el
salón principal de planta baja, por sus dimensiones, está destinado a
exposiciones temáticas temporales y presentaciones de eventos de poco
despliegue escénico (danzas, teatro, conciertos, etc.). En las salas contiguas,
de menores dimensiones, sirven de espacio de apoyo al primero.
Sala del Barro
En el año 2005 se crea el museo del Barro, allí se exhiben en
igualdad de condiciones el arte popular, el arte indígena y el arte urbano del
Paraguay.
El arte popular expuesto está formado por creaciones de
diversas comunidades campesinas.
Las piezas reunidas del arte indígena corresponden a los
diferentes grupos nativos del Paraguay como de Iberoamérica.
Sala de Arte Sacro
El acervo del Museo de Arte Sacro se inicia con la colección personal del primer arzobispo del Paraguay, Monseñor Juan Sinforiano Bogarín, por afición nacida en sus giras pastorales a fin del siglo pasado. El museo exhibe tallas de las antiguas misiones jesuíticas, franciscanas, de la época colonial y del siglo xx, además de otros objetos de arte sacro y piezas relacionadas con la historia nacional.
Sala Museo del Cabildo
Aquí están expuestos objetos de valor patrimonial que hacen
testimonio de la función que tuvo el edificio como sede de los poderes
políticos de la República.
Sala Museo de la Música
Agustín Barrios.
Ubicado en la planta alta con objetos y partituras que
pertenecen a grandes maestros de la música paraguaya. Unos de los tesoros que
aquí podemos apreciar son las pertenencias de un gran exponente de la música
paraguaya el Sr. Luis Alberto del Paraná, también la guitarra de Agustín Pío
Barrios.
Sala Museo del Cine y el Video
Una sala de Conferencias y la Biblioteca “Augusto Roa
Bastos”, centrado en un papel museístico, abarca todas las áreas de actividades
artísticas, como las artes visuales, la música, la literatura, el teatro y la
danza. Estas manifestaciones son impulsadas mediante exposiciones, conciertos,
presentaciones, y conferencias.
ttps://es.wikipedia.org/wiki/Centro_Cultural_de_la_República
Panteón Nacional de los Héroes
El Oratorio de Nuestra Señora de la Asunción y Panteón
Nacional de los Héroes conocido también como el Panteón Nacional o simplemente
Panteón de los Héroes, se encuentra entre las calles Palma y Chile en pleno
microcentro de la capital del Paraguay, Asunción. Es una parada obligatoria
para todos los turistas y delegaciones de extranjeros que llegan al Paraguay y
visitan Asunción. Es, al mismo tiempo, una joya arquitectónica de gran valor
artístico, cultural y patrimonial.
Historia
En octubre de 1863, el entonces presidente de la República
Francisco Solano López, ordenó la construcción del oratorio de la Virgen de la
Asunción, fue diseñada por el arquitecto italiano Alejandro Ravizza, en
colaboración con el constructor Giácomo Colombino. Pero, a consecuencia de la
Guerra de la Triple Alianza, el edificio quedó inconcluso y sobre andamios
durante más de 70 años.
Recién después de la
Guerra del Chaco en 1936 se pudo terminar y fue inaugurado el 12 de octubre del
mismo año, para convertirlo por decreto presidencial en Panteón Nacional de los
Héroes.
El responsable de la reconstrucción del panteón y futuro
oratorio fue el ingeniero y arquitecto polaco Brunon Edward Paprocki
(arquitecto del Palacio de Justicia en Lima, Perú) A finales de 1934, el
presidente de ese entonces Eusebio Ayala expidió una carta a Brunon Paprocki
dónde le proponía la reconstrucción del actual Panteón Nacional de los Héroes,
propuesta que Paprocki aceptó.
Por presión de la jerarquía eclesiástica y ciudadanos devotos
de la Virgen, que es considerada hasta ahora Patrona del Paraguay y Mariscala
de sus Ejércitos, el Dr. Félix Paiva se ve obligado a restituir el Oratorio a
la Virgen de la Asunción en 1937 y al mismo tiempo continuó siendo Panteón
Nacional de los Héroes. Por el Decreto N° 895/1993 del Arzobispado de Asunción,
se nombró a Monseñor Aníbal Rachid Rector del Oratorio Nuestra Señora de la
Asunción y por ende del Panteón Nacional.
Valor histórico y cultural
Panteón nacional de los Héroes
El Panteón Nacional de los Héroes es la réplica paraguaya de
Le Panthéon, un monumento ubicado en el V distrito de París.
Dentro del recinto del panteón se han fijado infinidad de
placas honoríficas enviadas por ilustres gobernantes extranjeros, reyes y
príncipes. Felicitaciones y versos de reconocimiento a la Armada Paraguaya, las
Fuerzas Aéreas entre otras instituciones. Muchos se preguntan que significado
tiene la inscripción en lengua latina que se halla en la parte frontal del
panteón; “Fides et Patria” que significa, “Fe y Patria”.
En el año 2009, el Panteón Nacional de los Héroes fue elegido
como uno de los Siete Tesoros del Patrimonio Cultural Material de Asunción,
promovida por la Organización Capital Americana de la Cultura debido a la
capitalía de Asunción como Capital Americana de la Cultura 2009.
Panteón iluminado con los colores de la bandera del Paraguay.
Las rutas nacionales de dominio del Ministerio de Obras
Públicas y Comunicaciones del Paraguay, tienen su punto de partida en el
Panteón Nacional de los Héroes. Teniendo en cuenta las disposiciones especiales
del ministerio, para el caso del cómputo de las distancias en kilómetros, las
Rutas 1, 2, 3, 4, 6, 7, 8 y 9 tendrán su cero kilómetro en el eje del pórtico
del Panteón Nacional de los Héroes, debiendo sumarse su kilometraje al que
corresponde al punto de su empalme con la Ruta Troncal respectiva. Esta
resolución descarta el simbólico punto “0” ubicado en el Mercado 4 de Asunción.
Méritos para el ingreso
Sobre los méritos que debe reunir una persona para ser
inhumada en el Panteón Nacional hay disparidad de criterios. Para muchos
historiadores, debe haber contribuido con una causa útil a la humanidad, haber
hecho una obra muy importante que le haya traído beneficios al país y al mundo
en general. Hay quienes afirman que en el Panteón están enterradas personas que
no tienen suficientes méritos para descansar junto a los ilustres de la patria.
No obstante, hay quienes consideran que todos los personajes que se encuentran
allí, cada uno en su momento, se han destacado, se han ganado el mérito de
ingresar a este recinto.
Las personas cuyos restos descansan en el Panteón son:
El Mcal. Francisco Solano López.
El soldado desconocido de la Batalla de Boquerón.
Carlos Antonio López, primer presidente constitucional.
El Gral. José "Eduvigis" Díaz Vera, héroe paraguayo
de la Guerra de La Triple Alianza.
Los restos de José Félix Estigarribia ingresaron juntos con
los restos de la primera dama Julia Miranda Cueto, ambos muertos por el
accidente de avión.
Bernardino Caballero, expresidente del país y firmante de la
acta de fundación de la ANR.
Antonio Tomás Yegros, hermano de Fulgencio Yegros. Descansan
las cenizas del único prócer independentista paraguayo que fue encontrado.
Las de los niños mártires del campo de batalla de Acosta Ñú.
Eusebio Ayala, jefe de Estado durante la Guerra del Chaco.
Sus restos mortales fueron traídos desde la Argentina debido a su fallecimiento
en el exilio de ése país.
Eligio Ayala, expresidente paraguayo. Ingresó
coincidentemente con el festejo del Bicentenario de la Independencia Nacional.
Emiliano R. Fernández, poeta épico y músico paraguayo.
Describió las hazañas heroicas de sus compatriotas durante la Guerra del Chaco.
Día de los Héroes
Cada 1 de marzo se conmemora el Día de los Héroes, en honor
al Mariscal Francisco Solano López, que había sido asesinado en la Guerra
contra la Triple Alianza, acaecida en esa fecha en 1870. La ceremonia de
recordación generalmente es presidida por el Presidente de la República,
representantes de las Fuerzas Armadas y del Congreso Nacional, ministros y
otras autoridades. Se declara este día como feriado y no hay actividad laboral
en las instituciones públicas.
Valor turístico
Es interesante notar que la Secretaría Nacional de Turismo
destaca el Panteón Nacional de los Héroes y Oratorio de la Virgen de la
Asunción como un punto de interés turístico, con acceso libre y gratuito.
Numerosas agencias de turismo lo promocionan en distintas partes del mundo. Tanta
es la importancia del edificio que su imagen se encuentra en las monedas de
1000 (mil) Guaraníes.
https://es.wikipedia.org/wiki/Pante%C3%B3n_Nacional_de_los_H%C3%A9roes
Para el próximo jueves 15 de junio de 2023 publicaré la segunda
parte de la historia de los sitios históricos de Paraguay.
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