Bruce Bradley
Las teorías del poblamiento americano 2/3
En esta entrada continuaremos con las diversas teorías
existentes sobre el poblamiento original del continente americano,
desarrollando las teorías existentes en las últimas décadas, conocidas como
teorías del poblamiento americano temprano y que en muchos casos contradicen
por completo las llamadas teorías clásicas o teorías del poblamiento tardío.
Bruce Bradley
En cuanto a las teorías más novedosas, una de ellas es la
teoría del poblamiento europeo, liderada por Bruce Bradley, profesor de
Prehistoria de la Universidad de Exeter.
Según Bradley, navegantes europeos de raza caucásica con
industria lítica del periodo Solutrense (Paleolítico Superior, fechado entre el
veinte dos mil y el quince mil a.C. y situado principalmente en Francia y la
Península Ibérica) podría haber cruzado el Atlántico para desembarcar en las
costas orientales de Norteamérica.
Inicialmente, la teoría de Bradley fue ampliamente rechazada
por la comunidad científica debido a que se estaba volcados en ese momento en
la teoría del paso por el Estrecho de Bering de Hrdlicka, pero ahora es una
teoría mucho más aceptada debido a que se han encontrado en el este de los
Estados Unidos esqueletos humanos y puntas líticas que podrían fecharse en el
trece mil a. C. y que quizás podrían explicarse con la teoría liderada por
Bradley.
Los especialistas Bruce Bradley y Dennis Stanford, del
Departamento de Antropología del Instituto Smithsoniano de EE.UU., plantearon
en 1999 esta sorprendente hipótesis. Sin negar la inmigración paleomongoloide
por la ruta del Estrecho de Bering, sostienen que hace 18,000 años grupos de
cazadores europeos habrían llegado en embarcaciones rudimentarias cruzando el
Océano Atlántico por el lado oriental de América del Norte.
Se basan en las puntas de lanza halladas en las costas
atlánticas norteamericanas (como las de Meadowcroft y Cactus Hill, de EE.UU.)
que no tienen la forma de las clásicas armas acanaladas de los Clovis. Más se
asemejan a las puntas solutrenses halladas en España y Francia, del periodo Paleolítico
Superior.
Este planteamiento tiene detractores, como el arqueólogo
peruano Joaquín Narváez Luna, quien en el blog Amautacuna de Historia señaló
que los artefactos solutrenses son semejantes a muchos otros en el mundo (no
solo a los de Norteamérica). Y que es "demasiado alucinado" pensar en
que los cazadores solutrenses hayan sobreviviendo por meses en islas de hielo
(por Groenlandia) y navegando en medio de remolinos oceánicos del Atlántico
Norte.
James M. Adovasio
La teoría del poblamiento europeo fue reforzada
posteriormente con los hallazgos obtenidos por el antropólogo y arqueólogo
estadounidense de la Universidad de Pittsburgh James M. Adovasio (Youngstown,
Ohio, diecisiete de febrero de 1944). Adovasio y su equipo excavaron desde 1973
a 1978 la caverna de Meadowcroft- Rockshelter en el sudoeste de Pennsylvania,
donde descubrieron gran cantidad de utensilios líticos y abundante material
orgánico producto de la flora y fauna que sirvió de alimento a los hombres de
Meadowcroft. Los arqueólogos extrajeron setenta muestras de estos restos y los
resultados realizados con el Carbono 14 arrojaron la fecha de hasta dieciséis
mil años a.C.
Posteriormente se descubrió el cráneo del hombre de Kennewick
el veintiocho de julio del año 1996 en un banco del río Columbia, cerca de
Kennewick, Estado de Washington. Sorprendentemente, no se asemeja a un indio
americano. Tiene la cara estrecha, la nariz prominente, mandíbula superior
sobresaliente y su frente es larga y angosta.
Los especialistas sugirieren que este hombre de ocho mil
quinientos años de antigüedad se parece a un cruce entre los ainos del Japón y
los polinésicos. Sin embargo, otros sostienen que sus rasgos son caucásicos. En
una cueva de Nevada, llamada Espíritu Cavernario, se descubrió recientemente
otro cráneo muy semejante al de Kennewick.
Recientemente, el resultado de un estudio comparativo
internacional realizado por científicos de la Universidad de Copenhague y la
Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford con ADN antiguo de una mano
del esqueleto contradicen la teoría del origen japonés o polinésico del hombre
de Kennewick.
Según este estudio, los restos encontrados en 1996 en
Kennewick se asemejan principalmente a los indios nativos americanos que
habitaban la zona noroeste de Estados Unidos, aunque no pueden situar los
restos en un grupo indio concreto, desmontando así las diversas teorías que la
comunidad científica había realizado anteriormente sobre estos restos. En 2004, cinco tribus de indios americanos
habían solicitado la devolución de esos restos humanos para que fueran
enterrados según sus ancestrales tradiciones, pero la petición había quedado en
suspenso para que se pudieran realizar pruebas científicas a dichos restos.
Tom Dillehay
Otra teoría novedosa es la conocida como el hombre de Monteverde. Un equipo de la Universidad de Kentucky liderado por el arqueólogo y antropólogo estadounidense Tom Dillehay (Los Ángeles, 23 de julio de 1947), comenzó en 1977 en Chile una serie de excavaciones en un sitio conocido como Monte Verde, cerca de Puerto Montt. Allí, se hallaron en un principio evidencias de un campamento de doce tiendas hechas de estacas de madera y pieles de animales con restos de fogón.
Las cenizas sometidas al Carbono 14
arrojaron una antigüedad de trece mil años a.C.; y una serie de restos líticos,
concretamente instrumentos de hueso y puntas bifaciales asociadas a huesos de
mega fauna pleistocena como mastodontes y paleo llamas.
Las puntas Monteverde se asemejan mucho a las encontradas en
Taima (Venezuela) que tiene una antigüedad de once mil años a.C.
El reconocimiento generalizado de Monte Verde en el año 1997 ha supuesto el fin de la teoría del poblamiento tardío como teoría hegemónica en la arqueología del poblamiento de América ha demostrado la verosimilitud de la datación del yacimiento norteamerino de Meadowcroft-Rockshelter de más de dieciséis mil años de antigüedad.
Las cuevas de Bluefish
Otra de las investigaciones que rebelaron la posibilidad real
del poblamiento temprano de América fue la realizada en las cuevas de Bluefish.
Las cuevas de Bluefish es un yacimiento arqueológico en el territorio de Yukón,
en el norte de Canadá, ubicado a cincuenta y cuatro kilómetros al suroeste de
la comunidad Vuntut Gwichin, de Old Crow; en la cual el arqueólogo Jacques de
Cinq-Mars encontró una muestra de huesos de mamut, caballos y bisontes en los
años 1978 y 1979 que supuestamente el hombre trabajó y que ha sido fechado
mediante el carbono 14 en unos veintiocho mil años antes del presente.
Sin embargo, esta teoría no fue considerada por la comunidad
científica internacional durante décadas debido a que no existían otras
evidencias que mostraran un poblamiento de América fechado tan temprano y
debido además a que no se ha encontrado restos óseos en el yacimiento.
Pero a inicios del año 2017, las investigadoras Lauriane
Bourgeon y Ariane Burke de la Universidad de Montreal, junto a Thomas Higham,
de la Universidad de Oxford, revelaron
en la revista ‘PLoS One’ una pruebas
realizadas en las cuevas de Bluefish a restos de fauna que presentan marcas de
herramientas de piedra que se piensa que fueron realizadas por humanos. Esas
pruebas arrojaron una datación de unos veinte cuatro mil años antes del
presente.
Para los investigadores, este hallazgo prueba que las cuevas
de Bluefish son el yacimiento arqueológico más antiguo conocido en Norteamérica
y que los primeros humanos llegaron a América desde Siberia a través del
estrecho de Bering hace diez mil años antes de lo que se había pensado durante décadas.
A pesar de todas estas evidencias, la afirmación tajante de
la existencia de poblamiento en Beringia durante el Último Máximo Glacial
(veinte ocho mil-dieciocho mil a.C.) sigue siendo discutida por muchos debido a
que estos pobladores tuvieron que resistir durante siglos condiciones
climatológicas tremendamente adversas antes de que el clima mejorara lo
suficiente como para poder emigrar hacia el sur y poblar zonas más cálidas del
continente americano.
Entre estos científicos destaca el arqueólogo de la
Universidad de Alaska en Fairbanks, Ben Potter, que afirma que la investigación
es interesante pero que el pequeño número de huesos con marcas y la falta de
pruebas claras de que las herramientas halladas en la cueva causaran los cortes
arrojan muchas dudas sobre la misma.
Los científicos que sí apoyan la teoría del poblamiento en
Beringia durante el Último Máximo Glacial, conocida como la parada en Beringia
o modelo de incubación en Beringia, sostienen que los yacimientos del río Yana
en Siberia demuestran que nuestros antepasados llegaron a la parte occidental
de Beringia hace treinta y dos mil años y que debido a ello podría
perfectamente haber cruzado a la parte oriental de Beringia en el periodo en el
que nos referíamos anteriormente.
En la próxima entrada concluiremos con las teorías existentes
para explicar el origen del hombre en América con las diversas teorías irreales
o fantásticas que existen desde hace décadas.
https://iberoamericasocial.com/teorias-del-poblamiento-americano-2/3
https://ffyh.unc.edu.ar/alfilo/el-poblamiento-de-america-tambien-fue-por-el-atlantico/
(Foto)
https://www.eurekalert.org/multimedia/538439 (Foto)
ps://www.uss.cl/la-universidad/grados-de-honor/dr-tom-dillehay/
(Foto)
https://www.rcinet.ca/es/2017/01/21/las-cuevas-de-bluefish-en-yukon-revelan-presencia-humana-10-mil-anos-antes-de-lo-pensado/
(Foto)
https://poblamerica.blogspot.com/2009_03_01_archive.html?m=0
10 marzo, 2018 Julián Córdoba Toro.
Próxima publicación el jueves 28 de julio de 2022, 6to. capítulo de los primeros pobladores que llegaron América








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