miércoles, 13 de julio de 2022

 



En este Blog de los pueblos de América del Sur vamos a publicar la historia de los 12 países que los componen y para ello iniciamos con la entrada de los primeros pobladores que entraron en él

 

Primeros humanos que poblaron el Continente Americano

 

Vamos a empezar publicando varios capítulos de la llegada del hombre a nuestro continente americano.

 

El poblamiento de América es el proceso de dispersión de la especie humana en el continente americano. Los estudios científicos afirman que los seres humanos no son originarios de América, y está claro que fue poblada por humanos provenientes de otros lugares.

 

La evidencia paleo antropológica y genética apoya la hipótesis según la cual los primeros pobladores de América procedían de Siberia,  en el extremo noreste de Asia.

 

Los continentes de Asia y América están separados por el mar. Entre el Cabo Dezhnev, en Siberia, y el Cabo Príncipe de Gales, en Alaska, hay un paso marítimo que se conoce como el Estrecho de Bering que mide 82.7 kilómetros.



A la mitad de este estrecho hay dos islas, la Gran y la Pequeña Diomede. En esta parte, entre los meses de noviembre y junio, se forma una capa de hielo que forma un "puente" entre Asia y América. Aunque este paso es peligroso, por las fuertes tormentas que allí se dan y la fragilidad del hielo en ciertas áreas, es posible atravesarlo navegando en verano.

 

Durante las glaciaciones en las altas latitudes como la de Bering y en las montañas altas de nuestro planeta se desarrollaron inmensos casquetes de hielo. Según los datos geológicos y oceanográficos, durante el último de estos períodos, conocido en América como Glaciación de Wisconsin que comenzó hace 110 mil años y finalizó hacia el 10,000 a.C, los niveles del mar descendieron hasta exponer la plataforma debajo de lo que ahora es el estrecho de Bering, entre Alaska y Siberia y formó más que un puente terrestre, una ancha conexión Beringia, tan amplia como la distancia norte-sur a través de la actual Alaska, una región donde los mamuts y pastos esteparios de Siberia se mezclaban con los de América.

 

Se debate en qué momento los Homo sapiens sapiens (la especie del ser humano moderno) comenzaron la migración desde Asia hacia a América. Esta conexión existió al menos dos veces: la primera vez hace unos 40 mil años, permaneció al menos 4,000 años, la segunda vez hace 25, 000 a 11,000 años.

 

El avance del poblamiento americano fue lento: en el actual territorio de México hubo seres humanos de hace unos 38 mil años y en el extremo sur, en Chile hace por lo menos 14,800 años, en la Patagonia, hace 12 mil.

 


 
Desde el punto de vista de la teoría del poblamiento tardío, los paleoamericanos entraron en el continente durante la última glaciación, cuando fue posible el paso hacia el Nuevo Mundo a través de Beringia (el istmo que actualmente está ocupado por el estrecho de Bering). Esto sucedió entre 15, 000 y 14, 000 años a. C.

 

Los paleoamericanos son una población de humanos modernos que habrían poblado las Américas durante la última edad de hielo, antes de la llegada de los paleoindios, antepasados de los amerindios actuales.

 

La existencia de los paleoamericanos se deduce del descubrimiento en diferentes regiones del continente americano de sitios arqueológicos cada vez más antiguos, que ahora se benefician de fechas sólidas que van desde los 17, 000 a los 40, 000 años, mientras que los estudios genéticos dan la cepa poblacional de los amerindios actuales, de origen del norte de Asia, una antigüedad de como máximo 20,000 años.

 

Por otro lado, la teoría del poblamiento temprano afirma que los humanos llegaron a América mucho antes, y está basada en el descubrimiento de restos cuya datación por carbono 14 da una antigüedad mayor que 14, 000 años a. C., algunas investigaciones recientes llevan esta fecha a hace unos 33, 000 años.

 

A la investigación paleo antropológica se suma la información genética, que ha servido para reforzar algunas conjeturas sobre el origen de los americanos. Se estima que la mayor parte de los indígenas americanos son descendientes de un grupo proveniente del noreste o del oriente de Asia.

 


Los pueblos de habla na-dené son descendientes de una segunda ola migratoria que se estableció en el norte de América, mientras que los esquimales llegaron al continente en un flujo migratorio más reciente.

 

Después de que los paleo americanos entrasen en el continente, el paso de Beringia fue cubierto nuevamente por el mar, de modo que quedaron aislados por tierra del resto de la humanidad. Salvo la ininterrumpida comunicación entre esquimales y paleoesquimales de Alaska y Siberia y el caso de unos breves asentamientos vikingos en América de finales del siglo X o comienzos del siglo XI, en la costa de Canadá y Groenlandia, no hay pruebas concluyentes que respalden un contacto transoceánico entre la América precolombina y el resto del mundo, aunque hay evidencias de contactos con los polinesios.

 

Tras el contacto colombino se plantearon variadas conjeturas para explicar el origen de los indígenas americanos, por ejemplo, recurriendo al mito de la Atlántida o de las tribus perdidas de Israel. El avance de la investigación científica permitió demostrar que no había relación material entre el origen de los amerindios y esas creencias, por lo que esas antiguas hipótesis quedaron descartadas.

 

Relatos indígenas



Desde antes de 1492 las culturas aborígenes de las Américas construyeron tanto mitos de origen, como relatos de migraciones y acontecimientos históricos, diferentes entre una y otra cultura.

 

Las culturas mesoamericanas consideraban que la presencia humana en el continente americano era poco anterior al que suponían los europeos.



 

La civilización maya tenía registros históricos escritos desde antes del comienzo de nuestra era, siendo los más antiguos conservados los de "San Bartoli", 300 a. C., y manejaban una referencia como "tiempo cero" a agosto de 3,114 a. C.

 

Otras culturas, como la zapoteca, tenía registros escritos que se remontan actualmente al año 500 a. C. Por mucho tiempo, la decadencia de civilizaciones puntuales y más aún la ruptura político-cultural que significó la entrada de los europeos discontinuó el conocimiento de esas fuentes mesoamericanas; la ciencia occidental ignoró la existencia o el significado de este tipo de registros hasta el siglo XX.

 

Polémica europea

 

Los europeos intentaron buscar explicaciones para el origen de los seres humanos con los que se estaban encontrando.

 

Alejo Venegas opinó que provenían de navegantes cartagineses.

 

Agustín de Zárate consideró que los indígenas podían haber llegado pasando por la Atlántida, antes de que se hundiera según los relatos de Platón.




Sin embargo, la mayoría de las primeras explicaciones fueron religiosas, por ejemplo varios autores europeos pensaron que los pobladores de América provenían de las tribus perdidas de Israel.

 

El sacerdote Miguel Cabello Valboa, malagueño, consideró que los aborígenes americanos descendían del patriarca Ofir (Génesis 10:29) e identificó América con el reino de ese nombre, rico en oro, mencionado en la Biblia (1Reyes 9:28). La idea de situar Ofir en las Antillas fue sugerida por Cristóbal Colón, apareció como nota la margen en la edición de 1540 de Robert Estienne de la Biblia y fue expuesta, entre otros, por Pedro Mártir de Anglería en 1526. La identificación de Ofir con el Perú fue sustentada por el teólogo español Benito Arias Montano en 1572 y por el erudito Johannes Goropius Becanus en 1580.

 



El naturalista y sacerdote jesuita José de Acosta fue el primero en abordar científicamente el poblamiento de América a partir de los descubrimientos geográficos que indicaban que la distancia entre Asia y América por el norte es pequeña y los dos continentes están separados apenas por un brazo de mar. Acosta descartó explícitamente la hipótesis sobre el paso por el continente perdido de la Atlántida y añadió además que las tierras desconocidas donde según el Apocalipsis de Esdras fueron llevadas las tribus cautivas de Israel, «no tienen mayor relación con América que la encantada y fabulosa Atlántida». Acosta demostró que no solamente seres humanos transitaron entre los dos continentes, sino también varias especies animales.

 

Continuando con una visión científica, Fray Gregorio García hizo una detallada exposición de las diferentes hipótesis conocidas sobre el poblamiento de América, por tierra o por mar. Para él, los indígenas provenían de Asia, de China o Tartaria, dadas las semejanzas físicas entre los habitantes de unos y otro continente.

 

En contraste, en 1650, James Ussher estableció basado en la Biblia  que las tribus perdidas abandonaron Israel en el año 721 a. C. y, sobre esa base, la cultura europea sostuvo que América había sido poblada alrededor del año 500 a. C. También tratando de apoyarse en la Biblia, el sacerdote sevillano Diego Andrés Rocha, que vivió desde niño en el Perú, expuso la teoría según la cual el continente americano fue poblado por descendientes de Túbal (hijo de Jafet, Génesis 10:2-5), una parte de los cuales habría poblado España, otra parte la Atlántida y la otra a través de esa hipotética isla, antes de que se hundiera, habría llegado a América. Rocha complementó su teoría con la comparación entre la actitud de los conquistadores españoles y la de Moisés.

 

Charles Abbott

 

En 1876, Charles Abbott, un médico estadounidense, encontró unas herramientas de piedra en su granja de Delaware. Debido a las características toscas de los instrumentos, pensó que podrían pertenecer a los antepasados remotos de las culturas indígenas modernas. Debido a ello, consultó con un geólogo de Harvard, quien estimó en 10, 000 años de antigüedad la grava que se encontraba alrededor del hallazgo. Abbott sostuvo entonces que se trataba de un asentamiento humano del Pleistoceno, es decir, muchos miles de años más antiguo de lo que establecían las teorías bíblicas dominantes.

 

La teoría de Abbott fue rechazada por las jerarquías cristianas por oponerse a la Biblia y por la comunidad científica organizada por el Instituto Smithsoniano por no cumplir con los estándares científicos que exigía.

 

Entre los científicos que rechazaron la hipótesis de Abbott se encontraban Aleš Hrdlička y William Henry Holmes. En la actualidad se ha comprobado que Abbott tenía razón en muchas de sus hipótesis y la granja ha sido declarada Monumento Histórico Nacional.

 

El descubrimiento del yacimiento de Folsom

 

En 1908, George McJunkin encontró unos enormes huesos en un barranco de la aldea Folsom, Nuevo México. McJunkin, un esclavo liberado por la Guerra Civil estadounidense, era geólogo, astrónomo, naturalista e historiador aficionado y durante años intentó llamar la atención de los vecinos de Folsom sobre la probable antigüedad de los huesos.

 

En 1926, cuatro años después de la muerte de McJunkin, el director del Museo de Historia Natural de Colorado, Jesse D. Figgins, se enteró del lugar y descubrió varias puntas de flecha de un estilo muy refinado que luego volverían a encontrarse en Clovis y otros yacimientos. Una de ellas estaba incrustada en la tierra que rodeaba al hueso de un ejemplar de bisonte extinto miles de años atrás.

 

Figgins llevó las puntas de lanza a Washington DC para enseñárselas a Aleš Hrdlička, en el Instituto Smithsoniano, quien si bien lo trató cortésmente y le sugirió una serie de reglas metódicas para el caso de nuevos descubrimientos, se mantuvo sumamente escéptico y consideró hasta el fin de su vida que Folsom no constituía una prueba concluyente de que América hubiera estado poblada durante el Pleistoceno.En agosto de 1927, el equipo de Figgins encontró una punta de lanza ubicada entre dos costillas de bisonte. Figgins envió un telegrama y tres científicos viajaron para ser testigos del hecho, e informar de la seriedad del hallazgo.

 

En ese momento, la comunidad científica estadounidense comenzó a aceptar la importancia del yacimiento de Folsom. Han sido datados en 10, 285 años AP.

 

El descubrimiento de la cultura Clovis

 

 


La típica punta Clovis.

 

En 1929, Ridgely Whiteman, un joven indígena de 19 años que venía siguiendo las investigaciones que se estaban realizando en la cercana localidad de Folsom, escribió una carta al Instituto Smithsoniano sobre una serie de huesos que había encontrado en la aldea de Clovis (en el estado de Nuevo México).

 

En 1932, una excavación realizada por un equipo dirigido por Edgar Billings Howard, de la Universidad de Pensilvania, confirmó que se trataba de un asentamiento indígena durante el Pleistoceno y verificó el tipo especial de punta de flecha que sería conocida como «punta Clovis». Al ser descubierta la datación por carbono 14, en 1949, el método fue aplicado en los yacimientos de Clovis, resultando en antigüedades que oscilaban entre el año 10,900 y el 11, 500 a. C. La datación por radiocarbono determinó los años 9,500 a 8900 a. C. y tras una revisión se corrigió a 9,050 a 8,800 a. C.

 

Desde la década de 1930 y, sobre todo, desde la confirmación de las fechas por el método del carbono 14, la comunidad científica estadounidense organizada alrededor del Instituto Smithsoniano aceptó que la cultura Clovis era la más antigua de América y que estaba directamente relacionada con la llegada de los primeros hombres.



 

Esto se conoció como «consenso Clovis» y tuvo gran aceptación mundial hasta fines del siglo XX. El consenso Clovis fue la base de la teoría del poblamiento tardío de América.



Joven inuit de la Beringia moderna.

 

https://es.wikipedia.org/wiki/Poblamiento_de_Am%C3%A9rica

 

https://rpp.pe/mundo/actualidad/12-mitos-sobre-el-descubrimiento-de-america-que-probablemente-crees-noticia-1001787(foto)

 

https://www.elmundo.es/cultura/2018/08/23/5b7d831446163f96788b45c5.html(foto)

 

https://ip95.wordpress.com/2014/04/03/la-cultura-clovis/foto)

 

https://informeglobal.com/todo-acerca-de-la-gran-cultura-maya/(foto)


Paa el sábado 16 de julio de 2022 publicaré la 2da. historia del poblamiento americano.


julio 13, 2022   Posted by Los Mina Digital with No comments

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